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«La peor Semana Santa en 30 años». Así se resume lo que ha ocurrido en los diez días más esperados por León. Y como colofón a la afirmación, la Procesión del Encuentro. La ciudad llevaba desde 2002 pudiendo disfrutar de la cita de la Soledad con Cristo Resucitado a los pies de la catedral.
Una pasión pasada por agua ha dejado un baño de lágrimas en iglesias y carpas. Y todo ello a pesar de que las predicciones meteorológicas venían advirtiendo de esta situación.
Tras un primer fin de semana con temperaturas veraniegas, donde los leoneses se echaron a la calle, el Lunes Santo trajo el cambio del tiempo, aunque al principio solo fue con frío. Todo empezó a desmoronarse el Martes Santo, con la Procesión del Perdón, la primera de las 19 que se han visto visto afectadas de alguna forma por la lluvia, e incluso la nieve.
Trece actos procesionales de los 33 que tiene la Semana Santa de León se han tenido que suspender, mientras que otros seis han visto recortado su recorrido y muchos capillos han acabado mojados.
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Rubén Fariñas
La situación ha ido de mal en peor. Fueron librando las más 'valientes', como Angustias o Minerva, y hubo tregua matinal para la Bienaventuranza y el Dulce. Sin embargo, desde la tarde del Viernes Santo y hasta el Domingo de Resurrección la situación no ha podido ser más dura.
«Ha sido una de las peores que se recuerdan», confirma el cronista oficial de la ciudad. Al menos desde la eclosión de las nuevas cofradías, no hay memoria sobre un año más complicado que este con casi un 60% de procesiones suspendidas o afectadas por las inclemencias meteorológicas.
El viento, el agua y la nieve han aparecido en los prolegómenos de las salidas. Han sido como dagas clavadas directamente en el corazón del León cofrade. Una situación que ha dejado imágenes de angustia y desconsuelo en Santa Marina, Jesús Divino Obrero, el Museo de la Semana Santa o las carpas de Santa Nonia, San Marcelo y el asilo de Ancianos Desamparados.
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C. González González
Rubén Fariñas
C. González González
Fue una Semana Santa de lágrimas y abrazos, de desesperanza e incomprensión ante la acción implacable de la borrasca Nelson que ha atizado con dureza a todo el país. Las escenas de emoción y rabia contenida se fueron sucediendo: Martes Santo, Miércoles Santo, Jueves Santo... y así hasta el Domingo de Resurrección.
Lo que para muchos parece incomprensible, para los papones del Perdón, de Jesús Divino Obrero, de Angustias o del Desenclavo tiene muchísimo sentido. Un sentimiento de un trabajo hecho que no tiene resultado porque la Semana Santa es mucho más que procesiones, pero el gran objetivo de cada año es sacar los pasos a la calle.
Lloraba una mujer casi desconsolada en la parroquia. Dos amigos la abrazaban y se emocionaban con ella. De eso va la pasión, de emoción y sentimiento. Una pasión que este año fue un valle de lágrimas. Ea pues, Señora.
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Abel Verano, Lidia Carvajal y Lidia Carvajal
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
José A. González y Álex Sánchez
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