«No me suena que nadie dijera de no ir. Trabajamos en la mina y sabes a lo que vas allí». Jorge Luis Ardura recuerda en el juicio por la muerte de seis mineros en el pozo Emilio del Valle que «la mina no era ... un lugar 100% seguro, pero confiabas en los que tenías por encima de ti» para que garantizasen tu seguridad ya que «ellos sabían más»
Publicidad
El testigo reconoce que cuando el vigilante salía de la explotación porque tenía otras galerías que vigilar «no parabas, seguías trabajando». Unas declaraciones que han intentado corregir los abogados de la defensa, pero sobre las que él ha insistido posteriormente recordando que «no recuerdo exactamente que vigilantes lo hacían, pero pasaba».
Algunos acusados
A través de una vídeo-llamada con Salamanca se ha producido la declaración de Jorge Luis Ardura que ha recordado que en la planta séptima «había mucho gas y la bóveda llevaba ahí unos días lo sabíamos todos. Estaba ahí y no había hundido».
En la relación al miedo o la seguridad y las represalias Ardura ha remarcado que «con la bóveda que había encima, tranquilo no podías estar», pero no recuerda quejas concretas. Al ser preguntado por los castigos y represalias: «Todos sabíamos como funcionaba la mina y eso ocurrió toda la vida».
El testigo se ha remitido en varias ocasiones a su declaración ante la Autoridad Minera ya que «no me acuerdo bien» de algunos detalles insistiendo en que «han pasado 10 años y aquello lo dije al mes del accidente».
Publicidad
David Fernández fue el último de los testigos de esta jornada y recuerda que el día del accidente fue uno de los primeros en llegar y «arrastré dos metros a Tella porque no podía con él, luego vino Carlos Conejo y me ayudó a sacarlo».
Uno de los abogados de los acusados le recuerda el plan de evacuación y le preguntó ¿por qué entró? A lo que Fernández reconoció que «no sabíamos que había sido tan fuerte. Según nos enteramos entramos a ver si podíamos sacar a alguien vivo», relata.
Publicidad
Más información
El testigo ha reconocido ante la sala que no deberían haber entrado, pero nadie se lo cuestionó ya que «no sabías la magnitud de lo que había sido» por lo que «creo que lo que hice estuvo bien hecho». El testigo se encontraba en la sexta «recuperando hierro, lonas viejas y todo eso» y recuerda que «los dos auto-rescatadores que yo usé funcionaron bien, lo que pasa que duraban muy poco porque respirabas muy fuerte».
En relación al miedo por el estado del taller de la séptima reconoce que «yo nunca llegué a entrar» y asegura que «se oía que estaba mal, a mi nadie me dijo nada, pero decían que estaba delicado».
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.