La Junta prorroga el cierre de la hostelería y desde León aseguran que «no hay ganas de ayudar»

Desde el pasado 6 de noviembre, cuando empezaron estas restricciones en el comercio leonés, la provincia ha sufrido una leve mejoría en la incidencia acumulada, pero los casos nuevos y los fallecidos se siguen acumulando.

Las trapas de León seguirán bajadas y desde la Asociación Hostelería de León explican con ironía que «la medida nos ha sentado muy bien, porque nos hemos enterado pro la prensa», asegura Martín Méndez, presidente de la asociación. El hostelero insiste en que «sienta muy bien que nos cierren otras dos semanas y sobre todo como nos enteramos, esto muestra la comunicación que hay».

La crítica de Hostelería de León ha sido la falta de comunicación y de colaboración con la administración autonómica, en la que «ellos deciden y punto; no nos tienen en cuenta para nada». Martín Méndez refleja que a pesar de todo «la hostelería quiere abrir y trabajar».

La Hostelería de León no sabe «lo que tiene que pasar para que vean que en la hostelería no es el problema», pero remarca que «las ayudas son insuficientes y están arruinando a un sector». El presidente de la Asociación lamenta que no se expliquen las decisiones y que las ayudas siguen sin llegar y en algunos casos «son ridículas».

En relación a la comparecencia de Alfonso Fernández Mañueco en las Cortes para el mes de diciembre, los hosteleros esperan que «haya examen de conciencia y beneficie al sector de alguna manera», pero insisten y lamentan «este señor y la Junta nos está arruinando».

A su vez las ayudas se anuncian, pero no llegan. «La primera partida que se anunció era para establecimientos de turismo, que la dotaron con 2,2 millones de euros y en la actualidad no llegan a 700.000 gastados», lamenta Martín Méndez.

En su caso personal, recuerda que hace «cinco meses que solicité una ayuda de 2.000 euros y sigo esperando a que lleguen». Martín considera que «lo que no hay es voluntad política, todo esto con voluntad se hace, pero cuando no hay, no se hace».

Baja la incidencia acumulada y hay una leve, pero clara, mejoría desde principios del presente mes pero toda Castilla y León está en alerta 4, sin excepción aunque con algunos indicadores más positivos solo en Segovia y Soria y algunos menos en Ávila y León. La situación impide bajar incluso en estas provincias a un nivel de alerta 3.

El riesgo es, por lo tanto, muy alto o extremo, la transmisión comunitaria y no controlada y además sostenida; de forma que excede las capacidades de respuesta del sistema sanitario y requiere medidas excepcionales.