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El obispo de León con las tres hermanas en su despedida.
El adiós de León a las madres Agustinas Recoletas que dejan el convento tras tres siglos

El adiós de León a las madres Agustinas Recoletas que dejan el convento tras tres siglos

El obispo de la Diócesis leonesa presidió la eucaristía especial en el Monasterio de la Encarnación por la marcha de las tres madres que quedaban en la congregación y su fin en la provincia

A.G.B

León

Miércoles, 26 de marzo 2025, 12:34

«Os decimos hoy, con letras grabadas en el corazón, a las queridas madres Agustinas Recoletas de León: nuestro reconocimiento por vuestra dilatada y fructífera presencia contemplativa recoleta, testimonial y evangelizadora en esta Iglesia particular, nuestra gratitud y el cariño sincero de la Diócesis de León en la solemnidad de la Encarnación del Señor, titular de vuestro convento». Con estas palabras concluía su homilía el obispo Luis Ángel de las Heras en la eucaristía vespertina especial de acción de gracias que presidía en la capilla del Monasterio de la Encarnación del Paseo de la Granja con motivo de la despedida de esta comunidad, que concluye una presencia de más de tres siglos en la ciudad de León.

En presencia de las tres religiosas que integran la comunidad, la madre priora Beatriz Ofelia Álvarez, la madre Guadalupe Atalo y la hermana Ana María Ponce, acompañadas por las responsables de la Federación de Monjas Agustinas Recoletas de España, se desarrollaba esta celebración en una capilla llena de fieles y en la que concelebró el actual capellán de la comunidad, Lauro Pérez Luengos, junto con representantes de los cabildos Catedral y Colegial, armonizada por el canónigo y organista emérito Samuel Rubio y al canto el sacerdote Nicanor Martínez, así como el párroco de San Juan de Regla, José Luis García.

Después de tres siglos en la provincia, la congregación se despide. El motivo, la falta de relevo y la edad avanzada de las madres. De las Heras dedicaba preciosas palabras a las hermanas y agradecía que durante estos tres siglos todas las que han pasado por el Monasterio hayan «mantenido vivo el espíritu recoleto». «Vuestra partida nos urge a un compromiso, por amor, para hacer la voluntad del Señor en la Diócesis de León con vuestra imborrable huella, continuando el espíritu de vuestra fundadora, madre Mariana de San José, y la primeras monjas Agustinas Recoletas de León».

Este mismo miércoles y tras el acto del martes, el obispo de León señalaba que en el mismo se entregó a las hermanas un premio como reconocimiento a su compromiso religioso.

En España son más de 7.000 las religiosas contemplativas, y en León siguen en pie, recordaba el obispo, muchos monasterios. No se contempla el cierre de ningún otro en los próximos años ya que todos tienen «un número de hermanas aceptable y vocaciones»

Más de tres siglos de historia en León

Esta comunidad de religiosas Agustinas Recoletas que ha despedido la Iglesia de León ha completado una larga historia de fe en la Diócesis que se remonta al 11 de diciembre de 1663 cuando después de un tiempo de negociaciones y discernimiento, con el apoyo del noble matrimonio leonés formado por don Ramiro Díaz de Laciana y Quiñones y doña María Páez Caballero de Cepeda, las cinco madres fundadoras, originarias del Convento de la Encarnación de Valladolid, llegaban a la ciudad de León donde eran recibidas y se hospedaban en el Convento de Santa María de Carbajal. Estas cinco monjas agustinas recoletas, la priora Mariana de San Clemente, Teresa de Jesús vicepriora, Jerónima de la Santísima Trinidad, Francisca de San José y Antonio de San Bernardo. Ya el día 13 de diciembre de 1663 esta comunidad recoleta contemplativa del Monasterio de la Encarnación se traslada a la que sería su primera casa, ubicada en la calle del Cid en un viejo caserón que hubieron de acondicionar con trabajos que se prolongaron durante un año hasta terminar la Iglesia y exponer el Santísimo, trasladado desde la Catedral en procesión con el Cabildo y gran concurrencia de la ciudad.

Una primera estancia con una vida monástica ordinaria que se veía alterada en el mes de septiembre de 1868, cuando la comunidad era expulsada y tenía que refugiarse en el convento de Santa María de Carbajal, donde permanecerían compartiendo con las comunidad de Madres Benedictinas un periodo de quince años. En esa etapa forzada por un decreto gubernamental contra las religiosas, con ayudas de varios bienhechores y con el destacado apoyo del capellán Juan López Castrillón, además del donativo de 50.000 reales ofrecido por el obispo de León, y con los buenos oficios del duque de Uceda, las Agustinas Recoletas adquieren un nuevo convento en la Plaza de Santo Domingo que había sido casa de los Padre Dominicos y tras completar el traslado el día 19 de marzo de 1884, fiesta de San José, comienzan una nueva etapa de vida religiosa tranquila y en observancia.

La estancia de la comunidad en este convento de la Plaza de Santo Domingo fue serena hasta que en 1924 los planes de urbanismo de la capital leonesa llevaron consigo la expropiación de parte de la propiedad, acción que se repitió en 1926, cuando las monjas se ven obligadas a ceder parte de la capilla y 508 metros cuadrados para calles, línea expropiadora que continuaron las autoridades municipales a lo largo de seis años, hasta 1930. En el año  1957 se presenta un primer proyecto de enajenación del convento puesto que comunidad reside entonces en el centro de la capital, con edificios colindantes de considerable altura, por lo que en 1965 se concreta la operación de venta de la propiedad y la compra una finca, propiedad de las monjas Benedictinas en el paraje de La Granja, donde actualmente está ubicado el convento de la Encarnación.

Como el nuevo convento no estuvo terminado hasta 1967, la comunidad nuevamente tiene que residir en una casa de la ciudad por dos años. El día 6 de Agosto de 1967, fiesta de la Transfiguración del Señor, tiene lugar la bendición e inauguración del convento con un triduo de celebraciones. El entonces obispo Luis Almarcha Hernández, abría los actos el día 6 con la bendición y consagración de la Iglesia para dar paso a una eucaristía que  oficiaba Manuel Martínez, secretario-canciller del Obispado y capellán de la comunidad. Asistieron también los agustinos recoletos Eugenio Ayape y Juan Manuel Anchuela, asistente de la Federación.

El día 8 de agosto finalizaban los cultos con la celebración de la misa presidia el agustino Aurelio García, rector del Colegio de los Agustinos de León. Al finalizar el triduo de celebraciones, los padres Ayape y Anchuela bendijeron todas las dependencias del interior del convento y se estableció la clausura.

El 12 de diciembre de 2023 se conmemoraban los 350 años de historia, con una celebración de acción de gracias que presidía Nicanor Martínez García, amigo de la comunidad y párroco durante veinticinco años de San Juan de Regla, y en la que concelebraba Lauro Pérez Luengos, capellán del convento.

A lo largo de más de tres siglos de presencia en León han sido 192 las religiosas Agustinas Recoletas que han formado parte de esta comunidad del Monasterio de la Encarnación de León, que en la solemnidad de la Anunciación de este año 2025 se despedían en acordes silenciosos tras alabar y agradecer al Señor.

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