El coronavirus se ha vuelto la noticia principal de los medios del mundo. Su llegada al norte de Italia, donde ya se ha cobrado al menos seis muertes, ha provocado un estado de alarma entre los habitantes de las regiones de Lombardía, Véneto, Emilia Romaña, ... Piamonte y Lacio. Este estado de alarma se ha trasladado a la Universidad de León, que se ha puesto en contacto con los 66 alumnos que se encuentran en esta zona de la península itálica.
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Entre estos 66 alumnos se encuentran Marina y Miguel, dos leoneses que se encuentran en Génova, la capital de la región de Liguria. Tal y como ambos señalan, su cercanía con Lombardía y Piamonte, regiones con las que comparten frontera, ha hecho que las alarmas se enciendan en la ciudad italiana donde se encuentran realizando sus estudios. «Nos han avisado que se cancelan las clases esta semana, tampoco hay actividades, ni de ocio, ni religiosas ni nada», explica Marina.
Otros leoneses en Italia
Aunque de momento en esa región no se ha detectado ningún caso, los dos leoneses han detectado comportamientos anómalos en la ciudad, que han llamado su atención: «Aquí vivimos en algunos momentos algo de miedo», señala a LEONOTICAS Miguel, que explica los motivos: «Ves en los supermercados la gente comprando por si no pueden salir de casa, ves que que falta comida en los supermercados. En el día a día aquí se nota que cuando vas por la calle ves menos gente de la habitual, la gente tiene miedo a salir a al calle».
mIGUEL, ESTUDIANTE DE ed. primaria
Tanto desde la Universidad de Génova, como desde UNILEÓN, les han trasladado un protocolo a seguir, además, en el caso de Miguel, su vicedecana y la coordinadora de su intercambio se han puesto en contacto con él. «Desde la Universidad de Génova nos han dado unas recomendaciones, sobre cosas generales, como evitar sitios muy aglomerados o cómo taparse la boca correctamente al estornudar. Pero nosotros hacemos vida más o menos normal, he salido a hacer la compra o hacer deporte, estamos teniendo precaución, pero no es una sensación extrema», señala Miguel, y al igual que él, Marina hace vida normal.
Los que están más preocupados son los familiares en León, «están en alerta», un miedo que es razonable, aunque ambos coinciden en que «los medios de comunicación en España pintan esto como catastrófico». El principal miedo de ambas familias es que sus hijos no puedan volver a casa en caso de que las cosas se agraven, aunque ambos se muestran tranquilos al respecto.
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