«Nadie preveía un hecho como este, pero la empresa sabía que allí había riesgos»
Juicio Hullera Vasco Leonesa ·
Jesús González, Abel de Prado, José Luis García y Sergio Celemín, los cuatro ingenieros de minas que realizaron el informe de la Junta de Castilla y León, mantienen el hundimiento de la bóveda como la causa del accidente | «Jugaron a la ruleta rusa. Podía haber pasado en otro relevo y con otras personas»
«Jugaron a la ruleta rusa. Podía haber pasado en otro relevo y con otras personas», aseguró en la sesión de este lunes uno de los testigos peritos. Jornada intensa en el juicio de la Hullera Vasco Leonesa. Declaran los testigos peritos médicos en ... primer lugar y, posteriormente, Jesús González, Abel de Prado, José Luis García y Sergio Celemín, los cuatro ingenieros de minas que realizaron el informe de la Junta de Castilla y León sobre el accidente del 23 de octubre de 2013.
Cuatro declarantes a la vez, muchas preguntas y una larga e intensa jornada en los Juzgados de León. Jesús González, uno de los testigos peritos, ingeniero de minas aseguró en esta sesión que «nadie preveía un hecho como el que sucedió, pero la empresa sabía que allí había riesgos, y estaba tomando medidas porque sabía que había mucho grisú».
En este sentido, en relación a los riesgos del taller de la planta siete, Abel de Prado aseguró que «ahí jugaron a la ruleta rusa. Lo mismo que cayó en ese relevo podía haber caído en cualquier otro momento«. Unos momentos de la sesión en los que todos quisieron dar su punto de vista y donde Sergio Celemín también añadió que »ellos mismos -en relación a la Hullera- hablan de un hueco no controlado, pues lo que deberían haber hecho era controlarlo«. Ante estas declaraciones, Abel de Prado aseguró que »tenían que haber paralizado todo y consultar a los expertos, al igual que lo están haciendo ahora para el juicio«.
Más medidas por el peligro
Jesús González remarca, sobre este mismo asunto, que «ellos sabían que había un peligro porque estaban tomando medidas adicionales. Tenía que hundir la bóveda a la tercera o la cuarta calle y llevaban once. Ellos sabían que eso tenía que hundir y tenían que haber tomado otras medidas»
En relación a la bóveda y el peligro, los cuatro técnicos de Minas han remarcado que «según la propia Hullera» se tendría que hundir antes de las cuatro calles «y en este caso llevaban once». El fiscal preguntó si las medidas de la Hullera eran correctas a lo que José Luis García aseguró que «no sólo por normativa hay que tener proyectos, sino porque si tenemos un problema técnico hay que encontrar la solución. El proyecto tipo que presentan dice que si la bóveda es grande con cuatro calles tenía que estar hundida. Si yo soy técnico me tengo que plantear que algo pasa«.
Y aunque los abogados de la defensa han intentado mantener durante todas las sesiones que «en la séptima la bóveda hundió pronto», ha quedado demostrado en esta jornada que no fue así. «La mina crea huecos al sacar carbón», relata Abel que insiste que «todos los días se sutiró, excepto dos o tres días» y mantuvo durante la sesión que «el problema vino de que, y esto ya se dijo, en zona virgen no hundía». La solución para evitar el accidente hubiera sido «paralizar el taller», según han mantenido los testigos peritos ya que «se puede paralizar el taller y hacer uno nuevo más adelante. Se puede avanzar sin sutirar. Hay muchos métodos, pero los tiene que tomar la empresa», aseguró Jesús González que mantuvo que en la Hullera «hicieron muchas cosas para facilitar el hundimiento, pero no hundió». González aseguró que «cada día que pasaba el riesgo era mayor».
La situación de la galería
«Fue avanzando el taller y no hundía porque no estaba debajo de la sexta», mantuvo el perito Abel de Prado. En este momento, ellos mismos, piden a la jueza que muestre uno de los planos que ellos mismos realizaron y adjuntaron en su informe para «entender mejor la declaración».
El testigo mantiene que «al principio el taller estaba avanzando en virgen, hasta el día 23 o 24 de octubre». Abel de Prado explicó a la sala que la galería de la séptima tenía una 'curva' a la derecha
y al no tener minados superiores, «el grisú tenía que salir por la galería, por donde murieron estos pobres».
En otro de los planos que también se muestran cómo las galerías del macizo siete del pozo Emilio se van metiendo cada vez un poco más en el «macizo de seguridad». En este sentido, Abel de Prado aseguró que tanto desde el macizo noveno como desde el séptimo «lamieron esa semi falla por la zona oeste del noveno como por la este del séptimo. Pero se dejó porque económicamente no van a explotar roca«.
Un nuevo proyecto tipo
«El proyecto de explotación es un proyecto tipo, que contempla la explotación en general», aseguró Abel que era el Actuario de Minas en el momento de aprobar ese proyecto tipo. En relación a esta polémica, explica Sergio Celemín que el proyecto tipo tiene una «serie de parámetros que tiene que contemplar, en ese macizo la situación más adversa es el grisú y en ese proyecto estaban unas DIS específicas que contemplaban esos riesgos».
Una opinión que no todos comparten, José Luis García considera que «trabajar en una zona virgen necesitan un proyecto y no lo tenían» y asegura que «a partir de la planta cuarta se dan unos hechos que no están contemplados en ese proyecto tipo». El testigo considera que esto ya no está reflejado en el proyecto tipo, tampoco los explosivos ni la ventilación son la misma que se marca en el proyecto tipo.
La ventilación y las presiones
Uno de los peritos recordó los «tres incidentes en la planta sexta, relacionados con deflagraciones de grisú» en 2012, así como otros incidentes en diferentes años y plantas. «Nos llamó la atención que todo se concentrasen ahí», aseguró en relación a que en el macizo nueve, con otro esquema de explotación (ver esquema) no tuvo incidentes de este tipo.
También se hizo referencia en esta sesión a la ventilación y la colocación de los electroventiladores: «Nada más que llegó el gas al culatón paralizó la ventilación. No sabemos que hubiera pasado si estuviera en otro sitio. La presión fue tan grande que el gas bajó en contra de la ventilación que subía», mantiuvo en su declaración Jesús González.
Uno de los abogados de la acusación pregunta si se recibieron presiones para realizar el informe, en relación a las declaraciones que hizo Vidal Lombas en la jornada del miércoles 15 de marzo. Todos los testigos están de acuerdo y mantuvieron que «no recibí ninguna instrucción, la realización del informe fue imparcial, no recibimos ninguna presión de la empresa ni de la Junta». Otro de los testigos asegura que «trabajamos como un equipo en el que cada uno aportaba lo que sabía en un asunto complejo y sin presiones».
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