Un informe de la ULE remarca la ausencia de indicios «que hicieran prever la posibilidad de un accidente»

«A la vista de todo lo expuesto», concluye el informe al que ha tenido acceso leonoticias, «se puede afirmar que hasta el momento del accidente se venían cumpliendo estrictamente todas las normas de carácter general».

Igualmente se remarca el cumplimiento en el propio Pozo Emilio «siendo una labor que se ejecutaba de acuerdo con el Proyecto de Explotación aprobado».

El informe de la ULE remarca que la empresa Hullera Vasco Leonesa disponía en el momento del accidente «de procedimientos para proteger la seguridad y la salud de los trabajadores en las actividades mineras de acuerdo con la normativa existente y no se ha detectado la existencia de prescripciones reglamentarias que no se hayan cumplido».

El informe incide en que «ni por parte de los técnicos de Hullera Vasco Leonesa, ni del Delegado Minero de Seguridad, ni por parte de los miembros del Comité de Seguridad y Salud representantes de los trabajadores, que habían visitado la mina y la zona del accidente como una más de las explotaciones, en varias ocasiones durante el mes de octubre, se habían detectado riesgos o indicios especiales que hicieran prever la posibilidad de un accidente de tales características».

«Es evidente que el fenómeno sorprendió a los trabajadores que se encontraban en el taller de explotación o en la guía a la entrada del mismo, y, pese a tratarse de mineros con formación y experiencia acreditada, no hicieron uso del equipo autorrescatador resultando afectados por la atmósfera asfixiante», añade.