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Imagen de la testifical del perito del juzgado a la que ha tenido acceso leonoticias.

«La mina les estaba dando avisos, el accidente fue evitable (...) había una desorganización muy grande»

El peritaje realizado a instancias del Juzgado sobre el mortal accidente ocurrido en el Pozo Emilio el 28 de octubre de 2013 evidencia que «no se ejercieron las funciones en materia de seguridad y salud laboral en la empresa» | Los elevados niveles de grisú y la desorientación sobre la zona en la que se encontraban resultaron determinantes

J. Calvo

León

Sábado, 27 de marzo 2021, 08:32

«La mina les estaba dando avisos, el accidente fue evitable (...) pero había una desorganización muy grande (en materia de seguridad)». El testimonio realizado por Pedro Riesgo Fernández y que define el peritaje abierto por el juzgado en la causa abierta por la muerte ... de seis mineros el 28 de octubre de 2013 en el Pozo Emilio no deja lugar a la duda.

En base a este testimonio, recogido en las diligencias previas y al que ha accedido en exclusiva leonoticias, «no se ejercieron las funciones en materia de seguridad y salud laboral en la empresa».

A lo largo de más de una hora de testimonio el perito remarca que los elevados niveles de grisú y la desorientación sobre la zona en la que se encontraban perforando en la explotación resultaron determinantes en el fatal desenlace ocurrido en aquella jornada.

620 metros de profundidad

A 620 metros de profundidad en el macizo séptimo y a escasos minutos de que terminase su turno los trabajadores fueron víctima de un flujo de metano que les arrebató la vida casi de inmediato.

El testimonio de este perito, que debe enfrentarse a los aportados por la empresa en línea contraria, evidencia que se cometieron errores de calado en la explotación realizada en el Pozo Emilio de La Vasco.

Todo ello remarcando que «no se ejercieron las funciones en materia de seguridad y salud laboral en la empresa». Y en esa línea ha mantenido en su testimonio que «según la Ley de Prevención la alta dirección de la empresa tienen la responsabilidad de que se tomen las medidas y de ahí para abajo se puede ir desgranando (la responsabilidad). La responsabilidad máxima es del empresario«.

Imagen del interior de la explotación en la que sucedió el accidente.

Los niveles de metano

-Del 14 al 18 de octubre se registraron nieveles de metano altos

-El día 25 se experimentó una subida brusca, que desde las 19:10 horas y hasta el final del relevo sitúa al metano en el 2%.

-El sábado 26 se registró un corte en la alimentación eléctrica y en la ventilación

-El 27 se observa cómo le cuesta a la ventilación disminuir la concentración de metano.

-El 28 de octubre, cuando se reanudaron los trabajos, se registró un corte en la ventilación que provocó que el metano alcanzará el 3% en el tercer relevo. Posteriormente, a las 11:35 horas se produjo una avería en el circuito de extracción que, a su vez, originó un fallo de suministro eléctrico interior y paraliza la actividad.

A las 11:47 horas se restauró el suministro eléctrico y durante 10 minutos se efectuó la limpieza del gas acumulado, intentando reanudar de nuevo las cintas transportadoras, lo que genera un segundo fallo eléctrico.

A pesar de que el valor del retorno de la ventilación es bajo, continúa la Fiscalía, no se hizo nada por impedir la entrada de los trabajadores fallecidos y de los lesionados.

A las 13:24 horas, hora en la que tuvo lugar el fatal accidente, se registró un aumento «brusco» del metano por encima del 5%.

«Desorganización muy grande»

En el momento de prestar declaración Pedro Riesgo Fernández ha asegurado que «había una desorganización muy grande en la seguridad y salud laboral» y fue más lejos al advertir «una desorganización casi total».

Todo ello al mismo tiempo que el perito ha remarcado los enormes problemas que se crearon a la hora de realizar la infraestructura para la explotación de ese área de la mina.

Allí los índices de metano eran especialmente amenazantes (por encima del 1,5% es el momento cuando el metano obliga a detener las labores) y cita como ejemplo los elevados niveles que se detectaron en las jornadas previas al accidente.

Durante las acciones de voladora el metanómetro llegó a saturarse tras elevarse esos niveles al 13% y luego caer al 2,25%. En aquellas jornadas, además, se apreciaron paradas en las turbinas de ventilación.

El metano alertaba del riesgo

La saturación de metano alertaba de que algo grave podía ocurrir algo que se agravó porque allí había una ventilación «demasiado justita». «Si la ventilación no se hubiera parado es posible que no hubiera habido todos los fallecimientos que hubo», ha llegado a asegurar en la testifical a la que ha tenido acceso leonoticias.

«La mina les estaba dando avisos», ha remarcado, al mismo tiempo que añadía que «lo lógico hubiera sido para las explotación y analizar lo que pasaba». «No se tomaron las medidas suficientes en los avisos que indicaban que se estaba desprendiendo mucho metano», señala en su testimonio, remarcando que «el accidente era evitable».

Finalmente a la una y media de la tarde del 28 de octubre de 2013 un grupo de mineros se vieron sorprendidos por una bolsa de gas grisú. A 620 metro de profundidad y a escasos minutos de que terminase su turno, Carlos Pérez, Manuel Moure, Antonio Blanco, Orlando González, José Luis Arias y Roberto Álvarez encontraron la muerte.

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