«Se le llamó la pequeña Florencia; ahora el barrio está abandonado»
León, barrio a barrio ·
La Asociación de Vecinos del Barrio de Santa Marina La Real denuncian las pintadas que afloran por toda el casco histórico de la ciudad de León y los problemas de ruido que afectan a esta zona: «A algunos bares parece que no les duele que les multen porque son reiterados incumplidores de las normas»
En esta ocasión, no nos hemos tenido que salir del centro de León para visitar uno de sus barrios. De hecho, hemos acudido a su corazón, a su casco histórico.
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Y es que hablar de historia de León es hablar de Landazuri, de Cervantes o ... de sus corrales, es hablar, en definitiva, del barrio de Santa Marina 'La Real', donde descansan los recuerdos en forma de piedra de la capital del viejo reino.
En su emblemática plaza de Santo Martino, y ante la atenta mirada de Alfonso IX, nos espera ya Hermenegildo López, presidente de la asociación de vecinos de este barrio típicamente leonés.
«El barrio se denominó como el de las altas torres y vivía en él la nobleza, fundamentalmente. Conserva la única puerta que queda en la muralla, el edificio más emblemático de León como reino -San Isidoro-, nuestro límite al sur es la Catedral. Esto se ha llegado a llamar la pequeña Florencia. Tenemos 16 estatuas en los límites de este pequeñísimo barrio, y ahí anida la importancia», se enorgullece el representante vecinal.
A pesar de la belleza que deslumbra en sus estrechas calles, Santa Marina es hoy un barrio con pocos vecinos. La peatonalización no ha logrado ganar nuevos espacios para el ciudadano y muchas zonas viven abandonadas, según afirman. «Puedo decirte que el barrio está prácticamente abandonado, y la prueba es fehaciente: hay solares, casas medio en ruinas y abandonadas por las instituciones, como el Palacio de los Lorenzana, que está prácticamente cayéndose».
El cierre de las tiendas y la reconversión de la economía del barrio en un «monocultivo» de los bares y restaurantes, así como la proliferación de una pisos turísticos y población flotante están castigando a esta histórica zona.
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A ello suman el vandalismo, en forma de pintadas, y el ruido nocturno. La asociación está en la 'Mesa del Ruido' del Ayuntamiento de León, y tras su denuncia se han instalado medidores pero creen que algunos negocios parece que no les duele que les multen porque son «reiterados incumplidores de las normas».
Contra todos estos problemas lucha precisamente la asociación de vecinos, aunque no sea su única función. En el lado más bonito de su trabajo se encuentra el folklore, la tradición y la cultura. Ellos hacen cultura popular, a pie de calle, como la representación de las Cortes de 1188, gracias a una asociación muy reivindicativa como el Trovador Leonés, representan un acto medieval en las fiestas del barrio del 18 de julio y mantienen el enramado del Pelayo, en el Arco de la Cárcel. También hacen la Fiesta de la Ilusión para los más pequeños con la llegada de los reyes magos y participan en el entierro de la sardina y conciertos en la iglesia de Santa Marina.
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Por todo ello, Hermenegildo no se muestra derrotista y cree que el barrio puede tener futuro. «Lo que hace falta es darle el contenido turístico que esto tiene e intentamos colocar estatuas de reyes, el próximo será Alfonso VII, y hacer una ruta no solo romana, sino también medieval, viendo reyes que fueron referencia en la Edad Media».
Sin ruido nocturno y dando un toque de limpieza y calidad a Santa Marina se podría lograr una segunda juventud para esta zona del casco viejo.
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Los vecinos piden a las instituciones que busquen soluciones para rehabilitar y rehabitar el barrio porque, aseguran, aquí se vive muy bien. «Hay gente, como arquitectos o artistas, que han venido porque es el cogollo de la ciudad antigua, donde se podría vivir perfectamente si supiéramos convivir y no dedicarnos al ruido nocturno y lo que ello supone».
Nos despedimos de Hermenegildo, que va a recoger a su nieto a Maristas. Mientras, nosotros aprovechamos para recorrer una vez más el barrio legionario, rememorar a Roma y pisar las piedras por las que pasearon Galba o Trajano y donde vivieron los soldados de la Legio. Porque Santa Marina es un barrio con historia pero, sobretodo, un barrio donde vivir y sentir orgullo de poder ser leonés.
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