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Fachada del IES Giner de los Ríos en León. Sandra Santos
¿Quién fue...?

Giner de los Ríos, el hombre que revolucionó la educación

El pedagogo, filósofo y ensayista nacido en 1839 en la localidad malagueña de Ronda está considerado como uno de los máximos impulsores de la modernización de la educación en España

Martes, 22 de abril 2025, 08:21

Nunca pisó León, o al menos, no se tiene constancia pero, no por ello su relevancia fue menos importante como para no poder llevar el nombre de uno de los institutos de formación profesional más conocidos de la ciudad.

Creado en 1974 bajo el nombre de Instituto Politécnico Nacional y siendo en un primer momento un centro específico de formación profesional especializado en Automoción, Administración - Comercial y Electrónica, este instituto de El Ejido modificó su nombre para pasar a denominarse IES Giner de los Ríos en honor a uno de los padres de la educación moderna.

Pero, ¿quién fue Giner de los Ríos y por qué un instituto de la ciudad lleva su nombre?

Fachada del IES Giner de los Ríos; Mercedes del Pozo, profesora del Instituto y Giner de los Ríos.
Imagen principal - Fachada del IES Giner de los Ríos; Mercedes del Pozo, profesora del Instituto y Giner de los Ríos.
Imagen secundaria 1 - Fachada del IES Giner de los Ríos; Mercedes del Pozo, profesora del Instituto y Giner de los Ríos.
Imagen secundaria 2 - Fachada del IES Giner de los Ríos; Mercedes del Pozo, profesora del Instituto y Giner de los Ríos.

Considerado como el «primer español moderno» por parte del hispanista inglés John Brande Trend, Francisco Giner de los Ríos (Ronda, 1839 - Madrid, 1915) fue un maestro, pedagogo y ensayista español que vivió a caballo entre los siglos XIX y XX y que siempre será recordado por ser el creador y director de la Institución Libre de Enseñanza, aunque también puso en marcha el Museo Pedagógico Nacional o la famosa Residencia de Estudiantes por la que pasaron las figuras más importantes de la cultura española del siglo XX.

Condiderado el educador por excelencia de la España contemporánea, este «prohombre fue un pilar fundamental para nuestro país y para cimentar los dos principios básicos que impulsaba la Institución, que es la libertad de cátedra y la libertad de enseñanza», comenta Mercedes del Pozo, profesora de Lengua y Literatura del IES Giner de los Ríos.

Comenzó sus estudios universitarios en Barcelona y terminó la carrera de Derecho en Granada donde se inicia en la filosofía alemana: «Giner cimenta toda su ideología en el Krausismo, que se imponía a la escolástica imperante en el momento», recuerda del Pozo; una escolástica que recogía todos los principios de la educación tradicional de la época y que estaba tutelada por la Iglesia.

Entre los principios que impulsaron la Institución Libre de Enseñanza, matiza Mercedes, estaba también la cooperación a la enseñanza: «El profesor era un acompañante, uno era un director ni era una educación represiva». Otro de los principios básicos eran también las salidas fuera del aula, algo que ahora se ve tan normal supuso una verdadera innovación en aquella época, además de fomentar el deporte como una manera de complementar el intelecto: «Tenemos que tener en cuenta que España era un país pobre y desolado culturalmente, entonces su principio básico era la modernización de la España del momento».

Pero en esta filosofía Francisco Giner de los Ríos no estaba solo. Y es aquí dónde se fragua su vinculación con León. El malagueño ser rodeó de un equipo de colaboradores entre los que destacaron dos grandes referentes leoneses, Gumersindo de Azcárate y Francisco Fernández-Blanco y Sierra Pambley, que fueron los que acercaron esta corriente a León.

Con Sierra Pambley creó en 1887 la fundación que lleva su nombre en Villablino y cuyo asesoramiento fue clave en todos los aspectos pedagógicos y educativos de la institución.

«¿Qué querían? Desligar la enseñanza de las instituciones eclesiásticas y que fuera laica y aconfesional. También impulsaron la enseñanza de las mujeres. Había que combinar las enseñanzas tanto masculinas como femeninas y que fueran intelectuales y manuales», explica Mercedes. La mujer era un elemento imprescindible de la regeneración nacional.

Una corriente que buscaba, en definitiva, que el hombre fuese una «persona independiente, libre y un ciudadano con criterio que supiera tomar las riendas de su propia vida», sentencia del Pozo, que relaciona esta filosofía con la del propio instituto en el que buscan romper los muros del aula y acompañar al alumnado en la construcción de un mundo más crítico, como fomentaba Giner de los Ríos.

Giner de los Ríos ejerció una gran influencia en los círculos intelectuales y sus ideas y propuestas se dejaron sentir en todas las esferas de la vida, desde la investigación científica a la creación literaria, artística, deportiva o la política española, tanto que su obra como su figura fueron condenados tras la Guerra Civil y sus enseñanzas no se pudieron recuperar hasta 1982

El pedagogo murió en Madrid en 1915 creándose al año siguiente la Fundación Giner de los Ríos con el objetivo de mantener vivo su legado.

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