El culebrón entre el Abanca Ademar y Mario López, que parecía haber acabado con un final feliz hace un mes, ha dado un giro de guión. Tras la demanda presentada en conjunto por el extremo junto a Fede Vieyra, Juanjo Fernández, Gonzalo Carou, Dzmitry Patoski, ... Ivan Mosic y el exjugador Juanín García por despido improcedente e impagos, el club ha paralizado la firma del jugador, que finalmente ha desembocado en su salida del club.
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«Realmente no fue una paralización, fue una ruptura por parte del club. No estábamos en negociaciones. Las condiciones estaban pactadas y yo ya tenía el contrato en mi correo electrónico enviado por el propio presidente. No es lo mismo paralizar unas negociaciones que un acuerdo de palabra ya cerrado», señala López a Leonoticias.
Mario López no renovará con el Abanca Ademar
Pese a la demanda, el ahora excapitán del equipo dejó claro que su intención era seguir bajo las órdenes de Manolo Cadenas la próxima campaña, sin embargo, entiende que el club no tenía la misma intención: «Esta claro que son ellos los que fuerzan mi decisión, con las declaraciones que han hecho creo que lo dejan claro», señala. «Un contrato cerrado y solo pendiente de firma lo echaron para atrás y presentaron una condición inamovible de retirar la demanda contra el club por unas irregularidades que creo y que mis asesores me dicen que ha cometido el club».
El leonés lamenta que su salida «no es la mejor de las salidas», pues « no es una decisión que tome en condiciones normales» y asegura que se ha «sentido obligado» a tomar la decisión y a «finalizar su etapa en el Ademar», una etapa que como él mismo señala «ha durado toda cas toda mi vida». Sin embargo, López tiene claro que «es lo que correspondía como persona y como buen compañero de equipo».
Pese a la ruptura, la situación no cambia lo que él siente hacia el equipo: «El Ademar es mi equipo, lo va a ser siempre, León es mi ciudad y el Palacio es el mejor equipo donde se puede jugar de todo el planeta para mi, pero dadas las circunstancias, en la situación y la gente que hay en el club, no puedo continuar aquí», afirma, y recuerda que el club es más que una persona. «El Ademar es un símbolo, es una entidad que tiene muchos años de historia y no pertenece ni es ni se convierte en propiedad del gestor que pueda haber en una época».
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Ahora, después de haber cerrado las puertas a otras opciones, un mes después el jugador debe volver al mercado. Una situación que lo deja ante un futuro incierto. «Ahora no tengo nada claro, estaba centrado en hacer las cosas bien, en tomar las decisiones correctas. Lo primera era hacer público que no iba a continuar aquí, y ahora tengo que pensar en mi futuro y mirar mis opciones».
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De momento, no tiene opciones sobre la mesa, aunque tras haber sido fundamental en el segundo clasificado de la liga, y nominado a mejor extremo de la campaña, no duda en que aparecerán. «Yo me cerré al mercado tras renovar y ahora imagino que tengo que volver a salir a buscar y que puedan aparecer las opciones. Pero de momento, como la decisión no era oficial y no la tenía clara, no he tenido contacto con nadie».
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