La regla de los 30 y por qué afectó al incendio de Castrillo de los Polvazares

El viento fue el principal enemigo de Castrillo de los Polvazares en la tarde del lunes 19 de agosto. El incendio, originado en una zona sin casas en sus alrededores, obligó a desalojar Piedralba y Oteruelo de la Valduerna no por las llamas, sino por el humo de las mismas.

En apenas tres horas pasó del nivel cero al dos. A pesar de que las llamas no amenazaban a ninguna población sí lo hacía el humo desprendido, que era arrastrado por las fuertes rachas de viento hasta dos localidades a poco más de 10 kilómetros de distancia del punto neurálgico: Piedralba en primera instancia y Oteruelo de la Valduerna después.

«No hay peligro para las personas», comentaba el alcalde de Astorga, José Luis Nieto, que poco después afirmaba el desalojo de Piedralba a causa del humo. Al mismo tiempo, las autoridades cortaban el paso por la LE-6425 por la existencia de una estación de servicio.

El fuego estaba controlado, pero el humo no. El viento, culpable de ello, juega un papel crucial en los incendios y, de hecho, es de lo primero que se tiene en cuenta a la hora de atajar este tipo de casos. Existe la llamada 'regla de los 30', que explica la problemática de tres factores vitales en un fuego forestal.

La regla de los 30 incluye temperaturas superiores a 30 grados, humedad relativa inferior al 30% y vientos superiores a 30 kilómetros por hora. Si esta regla se cumple, las curvan que vendrán son peligrosas. Todo lo malo que podría pasar, pasaría, ya que estarían presentes todos los ingredientes necesarios para que el fuego campase, si cabe más, a sus anchas. De hecho, un tercio de los grandes incendios forestales cuentan con esta regla cumplida en su haber.

En el caso de Castrillo de los Polvazares, según datos de la Aemet, estas condiciones solo se llegaron a dar conjuntamente una vez, al menos hasta las 17:00 horas. Durante toda la tarde se registraron temperaturas superiores a los 30 grados y una humedad relativa inferior al 30%. La única salvedad fue que los vientos mayores de 30 kilómetros por hora sólo se superaron a las 16:10, precisamente la hora de inicio del incendio y en la única que sí que se dio la regla de los 30.

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