Quema de ensanche: la clave para asegurar el perímetro en Castrillo de los Polvazares

Los brigadistas forestales utilizan diversas técnicas para intentar frenar el avance del fuego y cortar la propagación de los incendios. Algunas de ellas pueden sorprender a quienes no conocen el motivo de la técnica, como por ejemplo la quema de ensanche. Este ha sido uno de los medios utilizados en el incendio forestal de Castrillo de los Polvazares.

Si la intensidad de las llamas permiten la proximidad, la Brif trabaja en lo que se llama 'ataque directo'. En muchos casos, sorprenden las imágenes de los bomberos forestales con los batefuegos golpeando con fuerza la zona en la que se extienden el inicio de las llamas.

Pero cuando la intensidad del fuego es tal que no permite acercarse al personal, se trabaja en ataque indirecto, realizando líneas de defensa limpias de combustible, corta de matorral o de arbolado y raspado del suelo con herramienta manual. Estas líneas sirven para posteriores acciones de ataque directo o como apoyo.

Otra de las técnicas, que tuvo que ser utilizada en Castrillo de los Polvazares fue la quema de ensanche. En este caso, uno de los técnicos explica que en lugares donde «se ha quemado parcialmente la zona», pero aún queda material vegetal por arder es importante realizar este tipo de técnicas para que el fuego no reviva.

Por las noches, con el aumento de la humedad y la bajada de las temperaturas, hay zonas que parecen apagarse, pero en las que todavía hay material que puede arder y es peligroso. «Para evitar que se reproduzca el incendio en una zona que parecía controlada con el calor de un nuevo día, a primera hora vigilamos y quemamos de manera controlada esa zona».

También la BRIF está habituada al uso del fuego táctico que consiste en la ignición de una línea de fuego por delante del frente de incendio que se pretende controlar.

Si las condiciones meteorológicas, topográficas, de vegetación y comportamiento del incendio son las adecuadas y se ha planificado correctamente, se consigue que la línea de fuego prendida en el lugar y momento apropiados, sea succionada por el frente del incendio y avance hacia él, de modo que se produce la extinción cuando ambas líneas de llamas se encuentran.

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