800 hectáreas en cuatro horas: el balance de un incendio con la mano del hombre detrás

El incendio de Castrillo de los Polvazares, el más grave registrado este verano en la provincia de León, calcinó cerca de 800 hectáreas en apenas cuatro horas. Es el balance que a pie de campo ha hecho este martes el delegado de la Junta en León, Eduardo Diego, acompañado de los técnicos que coordinan la extinción de las llamas en un incendio en nivel 1 que se mantuvo toda la noche en nivel 2.

Detrás de la gravedad de este incendio, dos elementos definidos. A espera de las conclusiones de la investigación, todo apunta a que la mano del hombre está detrás del origen de las llamas que comenzaban la tarde del lunes en una zona de pasto. El delegado llamaba a la «responsabilidad» y señalaba que «no es casualidad que se den dos incendios en la misma zona en unas horas, la mano del hombre está detrás y está poniendo en riesgo las vidas de los trabajadores de extinción de incendios».

Además, y según señalaba el director técnico de extinción, José Carlos García López, esta misma noche se produjo un nuevo conato en Val de San Lorenzo que se pudo atajar, y pedía «perseguir y denunciar este tipo de actuaciones».

Aunque la investigación todavía abierta aclarará el origen del fuego, de confirmarse sería el segundo, junto con el de Villablino que también se sospecha que fue intencionado, en tener la mano del hombre detrás.

El otro elemento clave que ha marcado la evolución de las llamas ha sido el viento. El terreno, principalmente pasto y hierba, prendía al paso de las rachas de viento que calcinaban unos 28 metros por segundo, con unas 150 hectáreas quemadas a la hora. Las rachas hicieron que las llamas se expandieran hacia el sur rápidamente, poniendo en peligro tres localidades -Piedralba, Otero de la Valduerna y Morales del Arcediano- que fueron confinadas en lugares seguros. «Corría como la pólvora», concluía García.

Esta mañana de martes el nivel se bajaba a 1 al no existir ya riesgo para la población ni para las carreteras, y se da ya por estabilizado, que no controlado. Con el perímetro definido, se sigue trabajando en la zona con maquinaria pesada para que no se reproduzca, algo que sería ya «muy difícil que pasara», y un helicóptero sobrevolará la zona todo el día para refrescar y arrojar agua.

El delegado ha querido además trasladar su apoyo a todos los medios desplegados, desde el personal de la Junta hasta los bomberos de la Diputación pasando por la Brif de Tabuyo, la UME -que movilizó a 38 efectivos y 15 medios- y los ayuntamientos de Astorga, Val de San Lorenzo y Santiago Millas por su colaboración.

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