El motel de Pradorrey acoge a un centenar de migrantes «de corta estancia»

Desde hace algo menos de una semana, el motel de Pradorrey -Ayuntamiento de Brazuelo- acoge a un centenar de personas procedentes de países como Mali, Gambia o Senegal perteneciente a un programa de Accem.

Este jueves, 3 de octubre, llegaban al Temple Pradorrey, cerrado al público desde hace algún tiempo, este grupo. El centro se ha habilitado y puesto a disposición por el Ministerio de Inclusión.

Se trata de un grupo de personas solicitantes de protección internacional, que huyen de contextos de origen donde sufren violencia o persecución. Llegaron a España a través de la ruta canaria y vienen derivados de los dispositivos de emergencia que Accem gestiona en Mérida y Cartagena. Por tanto, al ser solicitantes de protección internacional, su situación y estancia están en situación regular, no siendo ninguno de ellos menor de edad.

Accem proporcionará atención a sus necesidades básicas y fomentará su inserción social, a través de una atención integral que incluye orientación jurídica y social y el desarrollo de un itinerario formativo que comprende el aprendizaje del idioma.

El equipo habilitado en Brazuelo está integrado por personal multidisciplinar, entre los que se incluye a integradores sociales, trabajadores sociales, así como traductores. Además, cuenta con el soporte del personal de la entidad en Castilla y León, que el año pasado atendió a más de 10.341 personas en sus distintos programas de Atención Humanitaria, Protección Internacional y otras iniciativas.

Este centenar de personas se integran en el entorno de la localidad de Pradorrey, perteneciente al municipio de Brazuelo, en el que residen apenas 70 personas.

La sorpresa ha sido mayúscula en el entorno, al igual que sucediera con el Chalé de Pozo en Villaquilambre. Un empresario de la zona reconocía que había visto «movimiento» desde la semana pasada. Estos días se les ha visto «circular por el arcén» en dirección a Astorga, localidad de la que les separan tres kilómetros. «Tienen que tener cuidado porque es una nacional y no es seguro», apuntaba.

Este grupo se sumaría a la treintena de personas que llevan varios años en situación de refugio y asilo en el Hotel Astorga, perteneciente a la misma ONG, que se sitúa a solo 50 metros del Temple Pradorrey. «Llevan años ahí y nunca ha habido un problema», señala uno de los trabajadores de la zona.

En Astorga la imagen ha «sorprendido», como explicaba el alcalde José Luis Nieto, quien no recibió notificación de esta nueva situación. «La gente se preguntaba de dónde habían salido todas estas personas. Habría que dar un poco más de transparencia», reclamaba el regidor. Quien sí ha sido notificado de esta llegada es el alcalde de Brazuelo, Manuel Fernández, así como la Junta de Castilla y León y la Guardia Civil, que este martes han impartido una charla en el establecimiento.

Desde el bar Volante, uno de los pocos negocios abiertos en la zona más próxima al hotel, reconocen que en el pueblo «ni la mitad lo saben» y se han preguntado de dónde procedían tantas personas de raza negra en la zona. «Por aquí no pasan. Van para Astorga por la carretera», confirmaba la camarera que ya lleva años viviendo con inmigrantes en asilo en Brazuelo. «Siempre ha ido todo muy bien». Tampoco en Taller Hercasa conocían la noticia de la llegada de este grupo. «Me acabo de enterar, pensaba que eran del mismo que hay a unos metros».

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