La ARMH exige al teniente alcalde de Villadangos que pida perdón

González se refiere así a todas las trabas puestas desde el consistorio de la localidad y desde la junta vecinal para poder llevar a cabo los trabajos de exhumación en el cementerio de Villadangos. Unos trabajos contra los que se opusieron una gran parte de los vecinos reunidos en concejo danto, entre otros argumentos que se pudieran dañar otras sepulturas del camposanto, realidad que ha quedado desmontada durante los cinco días de trabajos llevados a cabo por la asociación.

Lo cierto y la realidad es que algunos vecinos de Villadangos han acudido estos días al cementerio a mostrar su apoyo y proporcionar todos los datos posibles, que agradecen desde las familias de los represaliados.

Dichos trabajos comenzaban el jueves de la pasada semana y han llevado a la exhumación final de diez personas, del total de 71 que constan enterrados en fosas en el cementerio de la citada localidad. De hecho un equipo de Amnistía Internacional ha estado presente para documentar el proceso de reparación hacia las víctimas.

Ahora, la segunda parte de la operación será llevada a cabo por la antropóloga Laura González quien deberá liderar la investigación para determinar las identidades y proceder a la entrega a sus familiares, si éstos pueden ser localizados. Además de los cuerpos se han hallado algunos objetos. Además de los referidos en anteriores días, también se han encontrado zapatos y una medalla.

Las familias de los desaparecidos, que han hecho una gran labor de investigación de cada uno de los asesinados buscando su historia y qué ocurrió en los primeros meses de 1936 en Villadangos del Páramo, se sienten satisfechos con el trabajo realizado, destacando que ha sido «una reparación».

Cabe recordar que los trabajos se han llevado a cabo en dos zonas del cementerio, siendo la central en la que se han hallado los cuerpos. La complicación ha llegado cuando este área se encuentra entre panteones, lo que hace inviable seguir excavando para buscar más restos. A pesar de que la reforma del cementerio se llevara a cabo cuando ya se conocía la existencia de los enterramientos de los asesinados.