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La crisis de 2008 golpeó con dureza a la banca hasta dejarla al borde de la quiebra a muchas de ellas. Ahora, el coronavirus ha vuelto a ponerles a prueba y les sitúa como garantes de la economía de millones de familias.
En ello trabaj ... a Clara Delgado, interventora de la oficina de Ordoño II de Caja Rural, desde donde asesoran a los clientes y tratan de ayudarles operando de una forma más segura.
Han derivado a los leoneses a medios más telemáticos, con el uso de aplicaciones y el cajero. Se les atiende vía teléfono o email para que sólo aquellos casos más urgentes acudan a la sede bancaria. «La operativa va a ser la misma, solo que vía teléfono o email», explica la cajera.
Siguiendo la normativa del Gobierno de España, la entidad ha mantenido abierta las oficinas desde el primer momento, aunque aplicando restricciones y medidas sanitarias como estas: reducir el aforo, con solo dos personas dentro de la oficina; respetar los límites de seguridad de un metro y medio; utilizar mascarillas y guantes; y desinfectando con solución hidroalcohólica tras cada consulta.
Héroes anónimos de León
En estas semanas ha aumentado el número de llamadas telefónicas y correos, por lo que los clientes están sabiendo respetar las indicaciones de Caja Rural. También ha crecido el número de operaciones ya que esta situación afecta a todas las personas, a empresas, a pymes y a autónomos.
«Los primeros días, la gente estaba más nerviosa por ver cómo se iba a operar en esta crisis. Hay incertidumbres porque hay gastos y no hay ingresos, y sobre cómo se van a resolver las cosas cuando empiece a funcionar la economía. La gente está con necesidad de liquidez y nosotros prestamos ayuda financiera», reconoce Clara Delgado desde su despacho de Ordoño.
Los trabajadores del banco no son héroes, solo tratan de estar al lado de los clientes, y lo han hecho en las buenas y ahora en las malas. Para ello, han aplicado diferentes planes y tramitan las ayudas del gobierno, además de dar otras soluciones. En Caja Rural se han quitado las comisiones de los datáfonos de las tiendas que han tenido que cerrar por el estado de alarma, han ofrecido liquidez de fondos propios, moratorias en los préstamos y siguen ayudando a todos los que lo necesiten.
Los héroes
Clara es una de las muchas operarias de banca que con una sonrisa o un simple gesto logran transmitir la confianza al cliente, una confianza hoy más necesaria que nunca y es que, como ella asegura, juntos saldremos de esta situación mucho más fuertes.
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