Secciones
Servicios
Destacamos
No apeló exactamente a los manidos 'Pactos de la Moncloa', el gran acuerdo transversal que sirvió de soporte económico y político en la Transición, pero sí al momento histórico que los vio nacer. Pedro Sánchez presentó este jueves por todo lo alto en el Museo ... Reina Sofía, ante la plana mayor de su Gobierno, representantes de las principales empresas del Ibex, de ONGs y del mundo académico, el que querría que fuera su gran legado, una propuesta para transformar España, no en los 32 meses que le quedan de mandato, sino a lo largo de los próximos 30 años.
Las ideas plasmadas en el documento 'Fundamentos y propuestas para una Estrategia Nacional de Largo Plazo' son fruto del trabajo que han realizado de manera altruista a lo largo del último año expertos en distintas disciplinas, esencialmente en economía, bajo la dirección de Diego Rubio, el director de la oficina de prospectiva creada en enero de 2020 y que depende orgánicamente del jefe de gabinete del presidente, Iván Redondo.
Sánchez se encargó de remarcar que los investigadores reclutados pertenecen a distintas generaciones, tienen distintas procedencias geográficas y académicas, responden a diferentes sensibilidades ideológicas y además trabajaron de manera «independiente». Aunque el texto tuvo que ser pulido para no colisionar con el programa del Ejecutivo de coalición.
Bajo esa premisa, el presidente del Gobierno, que atraviesa un momento político complicado, argumentó que debería ser posible «alzar la mirada» y superar «los gestos de crispación y enfrentamiento con los que a veces nos castiga el presente» para hacer lo que hizo el país a finales de los 70. «Necesitamos una nueva visión de España más allá de las urgencias. Que nos inspire, que nos cohesione, con la meta común de alcanzar cumbres de progreso impensables hace 30 años», insistió.
La idea que subyace en el documento es que, en 30 años, España ha dado un paso de gigante que le ha llevado de un nivel de desempeño bajo, conforme a una serie de indicadores económicos, sociales y medioambientales, a uno medio en relación al resto de países de la UE, y que en los próximos 30 podría llegar a converger con los estados que se encuentran en lo alto de la tabla siempre y cuando acometa «transformaciones profundas».
Sánchez, obligado a gestionar una crisis económica y sanitaria sin precedentes con una mayoría precaria en el Parlamento, sometido a las condiciones de sus socios de Unidas Podemos, a las exigencias de las fuerzas independentistas que le facilitaron la investidura y a la presión de un PP reforzado tras la derrota de los socialistas en las elecciones del 4 de mayo en Madrid, propuso abrir una «gran conversación», sobre la base del voluminoso trabajo (más de 600 páginas), abierta a toda la sociedad, partidos, instituciones y administraciones. Pero su llamada a «redescubrir el optimismo» pinchó en hueso.
Más información:
José María Camarero
Doménico Chiappe y Xabier Garmendia
Pablo Casado, convencido de que las madrileñas anticipan un cambio de ciclo electoral, llegó a calificar de «insulto» que Sánchez apele a dentro de 30 años. «La España real necesita soluciones reales e inmediatas a lo que está pasando» dijo. La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, echó en cara al Ejecutivo que hable de un plan para 2050 cuando no ha sido capaz de explicar siquiera las reformas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que ha enviado a la Comisión Europea. Y en el otro lado del tablero, el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, arguyó que lo que hace falta es una agenda social «reformista» que incluya una visión «ideológica» de lo que se quiere para el futuro.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.