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Uno de los acusados declara en los Juzgados de León por el caso de los seis mineros de Tabliza.

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Uno de los acusados declara en los Juzgados de León por el caso de los seis mineros de Tabliza. Campillo

Los acusados insisten en que «todo era normal» y que el accidente de los seis de Tabliza «fue imprevisible e inevitable»

Cinco acusados, un ingeniero, por tres vigilantes de primera y el jefe de seguridad, declaran en una jornada doble por el juicio de la Hullera Vasco Leonesa en el que perdiero la vida seis mineros | Los acusados repiten como un mantra que «no había anomalías en una mina grisuosa de tipo tres»

I. Santos

León

Martes, 14 de febrero 2023, 18:43

«Impredecible, imprevisible e inevitable», siguen siendo las palabras que a ninguno de los acusados se les olvida pronunciar en sus declaraciones en relación al accidente del pozo Emilio del Valle en el que perdieron la vida seis mineros.

Jairo Gómez Bartolomé, ingeniero técnico auxiliar ... de segundo relevo, ha sido el primero de los acusados en declarar este martes y ha insistido en que «yo cumplía todas las medidas, pero hay que tener en cuenta que trabajas en una mina y el riesgo cero no existe».

El ingeniero ha remarcado en varias ocasiones que «nunca» hubo ninguna «situación de riesgo o anomalía» en la explotación de la planta séptima donde ocurrió el accidente y ha mantenido que los valores «puntuales» de metano en la explotación eran «normales» tanto para el macizo como para el tipo de mina y explotación. Por todo ello, ha insistido en que «nunca alertó de ninguna anomalía» que tuviera lugar en el taller de la planta séptima del pozo Emilio.

En este sentido, uno de los abogados de la acusación le ha pedido que si, con sus conocimientos cómo ingeniero, considera que se podía evitar: «No, es una mina y siempre hay riesgo. No era predecible, esto era impredecible».

El 'incidente' del 25 de octubre

Una de las preguntas que más se ha repetido en esta jornada ha sido por las declaraciones del vigilante de explotación (o de segunda) en relación al incidente que tuvo lugar el 25 de octubre en el que se habría producido un desprendimiento parcial instantáneo y una subida del nivel de metano que podría haber alcanzado hasta el cinco por ciento y que provocó el abandono temporal de la zona por los trabajadores. El acusado aseguró que tuvo conocimiento del incidente porque se lo comentó el jefe de grupo cuando entraba a desgasificar. También se le ha preguntado por este incidente a los diferentes vigilantes de primera y todos coinciden en que desconocen el motivo por el cual la persona que sacó a su equipo de la mina no lo dejó reflejado en el libro.

«Si es veraz, como él dice, es muy relevante. Tendrá que justificar por qué no lo escribió. Es su deber comunicarlo y escribirlo», aseguró el ingeniero.

La seguridad, lo primero

Una jornada que se ha extendido a lo largo de la tarde y en la que también ha declarado José Marcos Ulecia Román, Ingeniero jefe del departamento de seguridad, remarcando que en su departamento no había conocimiento de ningún miedo de los empleados o inseguridad a la hora de trabajar.

El departamento de seguridad mantiene que «todo era correcto» en la mina y que los equipos se revisaban y supervisaban «con regularidad» desde su propio departamento.

El acusado es ingeniero jefe del departamento de seguridad y llegó a la Hullera Vasco Leonesa en abril de 2013 tras el incidente en el que se despidió a Pelayo y a su compañero, por este motivo no consta su nombre en el plan de labores, ya que este se entrega en enero.

Colocación de los ventiladores

El ingeniero habla de la seguridad y la «correcta» colocación de los ventiladores según lo marcan las disposiciones de seguridad, todas ellas aprobadas por la Junta de Castilla y León. «Estaban en ventilación primaria y estaban acordes de lo que marca la DIS», aseguró el acusado que insiste en que «los ventiladores estaban en el culatón y éste no tenía más de seis metros».

El fiscal pregunta por la estructura de seguridad y el 'separar' departamentos, pero añade que el hecho de que «usted ocupara varios cargos y tuviera que informarse a si mismo ¿no cree que era una desorganización?», ha preguntado al acusado. «No, yo me informé a mi mismo y no había ningún problema de comunicación», ha mantenido.

Jairo Gómez Bartolomé, otro de los acusados ha explicado que el metano «no suponía un problema» y ha mantenido que los datos eran elevados «porque siempre pasa esto cuando se inicia una explotación». En este sentido, Gómez Bartolomé ha insistido en que «un tubo de plástico» introducía aire limpio en el taller y el aire que captaba el metanómetro situado al lado del páncer era «ventilación secundaria» y capta «el retroceso del aire del taller por lo que hay más metano en la cabeza del cuarto páncer que en el taller».

El miedo de los trabajadores

El vigilante de primera de la Hullera Vasco Leonesa Carlos Conejo Lombas también declaró en la cuarta sesión de este martes del juicio que se sigue en León por la muerte de seis mineros el 28 de octubre de 2013 y manifestó que en la zona siniestrada no se habían producido quejas por las condiciones de seguridad. «Allí nadie protestó. A veces la gente entra a trabajar y son los primeros que se quejan y no trabajan. Son mineros; no son maderos con ojos. Si hay mucho metano o mucho polvo no se trabaja», manifestó Conejo.

«Yo visito la mina y veo los valores de metano de la mina y estaban dentro de lo normal. Todos los días, a todos los relevos, se realizaron todas las labores. ¿Qué me puede hacer decir que algo va mal? Si no se hacen los trabajos. Pero si todos los días se realizan las labores, no veo nada anormal», declaró a preguntas del fiscal.

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