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El Bernesga inunda la calle Riosol en León en diciembre de 2019.

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El Bernesga inunda la calle Riosol en León en diciembre de 2019. R.F.

Las zonas habitadas e inundables de la provincia de León, bajo vigilancia

Los datos de los últimos años demuestran que no se construye demasiado sobre zonas con riesgo de que una crecida de un río lleve el agua hasta construcciones particulares

Lunes, 21 de abril 2025, 08:18

Que llueva, casi siempre, es buena noticia. Ese 'casi', además de por motivos relacionados con el ocio, se usa cuando esas precipitaciones pueden causar daños materiales y personales. Problemas inevitables en algunas ocasiones pero no en otras, como cuando se construyen viviendas o infraestructuras en zonas inundables. En León no hay demasiadas pero no por eso hay que bajar la guardia. Además, siempre hay que mantenerse actualizado porque no son lugares fijos ni inamovibles.

Una de las poblaciones que tiene una buena parte de sus calles con riesgo de sufrir inundaciones en la provincia es Alija del Infantado, más por un cercano arroyo del Riego que por un mucho más caudaloso río Órbigo.

Alija del Infantado

Imagen después - El arroyo del Riego y el río Órbigo a su paso por Alija del Infantado.

Alija del Infantado

Imagen antes - El arroyo del Riego y el río Órbigo a su paso por Alija del Infantado.
El arroyo del Riego y el río Órbigo a su paso por Alija del Infantado. IGN-IDEE

Ese mismo Órbigo que en La Bañeza recibe las aguas de Duerna y Tuerto. Cuando los tres llegan crecidos no son pocas las zonas que acaban bajo el agua de todos ellos.

Al menos eso es lo que dicen las estadísticas del Ministerio de Transición Ecológica cargados sobre los mapas del Instituto Geográfico Nacional. Se pueden tomar datos históricos de quinientos, cien y diez años. Estos últimos, más realistas y actuales, son los que aparecen en estas comparativas entre la foto de satélite y la misma imagen con las inundaciones de la última década analizada.

Requejo de la Vega y La Bañeza

Imagen después - Los ríos Duerna y Tuerto se unen al Órbigo en La Bañeza.

Requejo de la Vega y La Bañeza

Imagen antes - Los ríos Duerna y Tuerto se unen al Órbigo en La Bañeza.
Los ríos Duerna y Tuerto se unen al Órbigo en La Bañeza. IGN-IDEE

En Santa Colomba de la Vega se pueden apreciar los cauces de los dos ríos que se unen junto a la localidad, pero también como los arroyos -alguno en sus calles- son los causantes de los mayores estragos cuando sus aguas bajan desbocadas corriente abajo.

Santa Colomba de la Vega

Imagen después - Río de los Peces y Tuerto se unen en Santa Colomba de la Vega.

Santa Colomba de la Vega

Imagen antes - Río de los Peces y Tuerto se unen en Santa Colomba de la Vega.
Río de los Peces y Tuerto se unen en Santa Colomba de la Vega. IGN-IDEE

No sólo hay viviendas que se pueden ver afectadas por las avenidas de los ríos. Valencia de Don Juan es un ejemplo perfecto de como su situación elevada sobre el Esla la permite escapar de crecidas, pero no así algunas de sus instalaciones, como por ejemplos las piscinas y otras instalaciones deportivas cercanas al cauce en pleno valle.

Valencia de Don Juan

Imagen después - El río Esla en Valencia de Don Juan.

Valencia de Don Juan

Imagen antes - El río Esla en Valencia de Don Juan.
El río Esla en Valencia de Don Juan. IGN-IDEE

Estos mapas orientativos basados en la observación funcionan, en base, como un modelo meteorológico que predice lo que puede ocurrir con la experiencia previa. En este caso, además hay que añadir otros parámetros como los meteorológicos, los cambios orográficos y de infraestructuras hidrológicas.

Además, se miden solo las avenidas de los ríos -no hay informe sobre todos, como el Cea-, lo que no tiene en cuenta otros lugares peligrosos como barrancos o cauces secos como ocurrió en Valencia.

El otro factor a tener en cuenta, es que, aunque el mapa con los datos históricos de 500 años refleja una mayor probabilidad de inundación pero también puede crear una alarma excesiva ante situaciones que sólo ocurren de manera esporádica y que ahora, con infraestructuras como pantanos y canales, sean más fáciles de evitar. Se puede observar con la imagen de la capital, donde en la última década estudiada apenas ha habido problemas en zonas habitadas mientras que con la referencia de cinco siglos el terreno inundable se multiplica.

León - 500 años

Imagen después - El Bernesga y el Torio en sus mapas de riesgo tomando como base 10 o 500 años.

León - 10 años

Imagen antes - El Bernesga y el Torio en sus mapas de riesgo tomando como base 10 o 500 años.
El Bernesga y el Torio en sus mapas de riesgo tomando como base 10 o 500 años. IGN-IDEE

Herramientas que ayudan a prevenir problemas e incidentes en episodios de inundaciones y evitar construir en zonas que pueden acabar bajo el agua con el consiguiente peligro para sus residentes o usuarios.

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