Sánchez prevé recuperar 800.000 empleos en tres años con el plan de reconstrucción

El Palacio de la Moncloa ha servido como escenario para la puesta de largo del plan, en un acto al que estaban conectados 200 invitados por videoconferencia (todos los ministros del gabinete, empresarios de firmas del Ibex-35, sindicatos y otros agentes sociales). Al discurso de Sánchez le precedió la intervención musical del pianista James Rhodes, quien interpretó el 'Himno de la Alegría' desde su casa.

Un evento preparado hasta el más mínimo detalle en el que el presidente anticipó la creación de 800.000 puestos de trabajo durante los tres próximos años. Una promesa similar de la que sus antecesores (Rajoy, Zapatero, Aznar y González) ya se valieron en otras épocas. Por ahora, en este 2020, el mercado laboral seguirá cayendo: en el segundo trimestre se han perdido más de un millón de empleos. Una parte de ellos se ha recuperado en verano, aunque está por ver la evolución del mercado de trabajo en el último tramo del año. De hecho, el nuevo cuadro macroeconómico presentado el martes preveía una caída del empleo del 8,4% y una tasa de paro en el entorno del 17%. Y ello a la espera de la resolución del futuro de los 730.000 trabajadores que aún están en ERTE.

Sánchez también apuntó que el millonario plan aportará unos 2,5 puntos anuales al crecimiento del PIB entre 2021 y 2023, esto es, acelerará la recuperación prevista por el Ejecutivo. Para ello, el Gobierno tiene la intención de utilizar en este periodo 72.000 millones, la mitad de lo que aportará la UE vía subsidios y préstamos. De esa cuantía, el Ejecutivo va a «adelantar en los próximos Presupuestos del Estado 27.000 millones del plan de recuperación». Esta decisión «nos va a permitir acelerar la ejecución desde el mismo momento» en el que las nuevas cuentas públicas sean aprobadas en las Cortes. El nuevo techo de gasto aprobado ayer por el Consejo de Ministros ya contaba con esta inyección, al alcanzar los 190.000 millones de euros, un 53% más que el último techo de gasto del año previo.

Los proyectos vinculados a la transición energética y los de digitalización de la economía serán los dos grandes pilares que definan este Plan de Recuperación previsto por el Ejecutivo, en el que han trabajado todos los ministerios desde el verano. La inversión vinculada a la actividad energética representará un 37% del plan, y el de la transición digital, un 33%. Con estas premisas, el «recupearr niveles de inversión pública que teníamos en los máximos del último ciclo económico».

En el campo energético, se acelerará en un 40% los objetivos del Plan Nacional de Energía y Clima, «adelantando a 2023 los objetivos intermedios de 2025». Es decir, se pondrán en marcha más centrales verdes como fotovoltaicas o eólicas, entre otras. El Ejecutivo prevé la implantación de cinco millones de vehículos eléctricos en 2030 o la rehabilitación de medio millón de viviendas.

En la parte digital, esperan que el 80% de los españoles «reciba formación digital», la cobertura 5G llegue al 75% de la población, acciones de formación digital para 150.000 empleados públicos o programas para pymes.

Otro tercer eje se centrará en eliminar las brechas de género, con medidas como la creación de 65.000 plazas de educación infantil (de 0 a 3 años). Y una cuarta parte, actuará en la España vaciada y ligada al mundo rural.

Pedro Sánchez realizó otras referencias, como una reforma fiscal que está «en el horizonte de los próximos años», cambios laborales y, sobre todo, la simplificación de «trabas burocráticas» para agilizar la movilización de estos fondos de los que depende la evolución de las previsiones de recuperación de España.

En este sentido, el presidente del Gobierno ha insistido en la «necesidad» de esos Presupuestos Generales del Estado, que serán «de progreso». «Su urgencia trasciende de las lindes de los partidos políticos», ha insistido durante su intervención. «Pese al griterío partidista que trata de lograr lo contrario, lo haremos apoyándonos en la fuerza de la unión», ha indicado.

De hecho, consciente de las miradas de la oposición y de los socios europeos, el Ejecutivo va a constituir una comisión interministerial y una unidad de seguimiento, así como un mecanismo de colaboración con las comunidades autónomas. Con ello, pretende garantizar la ejecución de los fondos, que estarán vigilados de cerca por Bruselas.

Para Sánchez, «nunca» España ha necesitado tanto la unidad para salir de una situación de crisis económica como la que ha provocado la pandemia del coronavirus desde el pasado mes de marzo. Y, por ello, volvió a hacer un llamamiento a todas las fuerzas parlamentarias para que opten por la colaboración y el camino de la política y no por el de la «antipolítica», que «sólo sirve para buscar culpables, a menudo imaginarios» y «enfrentar a la sociedad».