Lejos de las fronteras españolas por quinta ocasión en los seis últimos años, Real Madrid y Atlético pergeñarán a orillas del Mar Rojo un nuevo capítulo de una rivalidad legendaria y de igualdad suprema durante la coexistencia entre Zinedine Zidane y Diego ... Pablo Simeone. Con la localidad arábiga de Yeda como testigo de un derbi que desde 2014 ha transitado por Lisboa, Milán, Tallín y Nueva Jersey antes de aterrizar en Oriente, blancos y rojiblancos pugnarán por una Supercopa de España que por primera vez no levantará el campeón de Liga ni el campeón o el subcampeón de Copa, apeados Barcelona y Valencia en semifinales por los 'invitados' a este nuevo formato de final a cuatro que ahora buscan refrendar con un título el buen momento que atraviesan y herir de paso el orgullo del adversario de la capital. Será un superderbi en toda regla.
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Litigios en pos de la Champions, la Copa del Rey, la Supercopa de Europa e incluso un bolo veraniego han dejado un notable puñado de cuentas por saldar entre dos escuadras que presentan un balance perfectamente proporcionado desde que el argentino oficia como director de orquesta colchonero y el francés capitanea el transatlántico merengue, con tres victorias por cabeza y cuatro tablas contabilizando esas prórrogas a que se han visto condenados en cuatro de las cinco últimas finales protagonizadas por los equipos que saltarán este domingo al estadio Rey Abdullah.
Simeone cambió la historia del Atlético y niveló fuerzas en unos pulsos de máxima rivalidad en los que el Real Madrid se movía con destreza hasta el advenimiento del bonaerense. Desde entonces, treinta duelos en los que los blancos han cantado diez victorias por nueve de los rojiblancos y once tablas registradas en auténticas partidas de ajedrez que le valieron al club de Chamartín para cincelar su tercera edad dorada en la Champions y al colchonero para amarrar una Copa del Rey y una Supercopa de Europa además de esa Supercopa de España de 2014 resuelta con un gol de Mario Mandzukic en la vuelta disputada en el Vicente Calderón que hasta ahora constituía el único derbi capitalino del torneo.
«Cada partido es un mundo y hemos ganado y perdido partidos contra el Atlético. Es una final y no será lo mismo», dijo este sábado Zidane, reivindicado como estratega con los 'cinco magníficos' que sometieron al Valencia a base de toque en la medular y llegada desde segunda línea y un talismán en choques a la vera de un título. Ocho cetros en otras tantas finales disputadas por un técnico que persigue su décimo entorchado desde que ocupa el banquillo de Chamartín para seguir reduciendo la brecha que le separa de los catorce que amasó Miguel Muñoz.
«Me veo mejor que en mi primera etapa y progresando», reconoció Zizou, arquitecto de una resurrección que tiene al Real Madrid colíder en Liga y a un paso de la que sería la undécima Supercopa de España de su historia tras casi tres meses sin hincar la rodilla. Quince partidos invicto, la segunda mejor racha al dictado del galo, que ha convertido cada alineación en un misterio encerrado dentro de un enigma envuelto en un acertijo. Tan pronto planta un tridente como dispone el 4-4-2 que le dio la gloria en Cardiff y Kiev o recupera el «árbol de Navidad» de su maestro Carlo Ancelotti en un ejercicio de ductilidad táctica que desconcierta a sus rivales sin despistar a sus tropas, cada vez más sólidas.
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«Lo bueno es tener esa variación. En función del rival que tengas enfrente se estudia qué puede ser más dañino. Eso es cuestión del míster y lo está manejando de una manera extraordinaria», aplaudió Sergio Ramos, que superará a Iker Casillas como el madridista con más citas de la Supercopa en sus piernas: catorce.
Simeone tiene la baja de Koke tras resentirse de los isquiotibiales y plantará el mismo once que remontó al Barça salvo la entrada en el eje de la zaga de Giménez por Savic, titular ante el conjunto azulgrana tres meses después de caer lesionado en el bíceps femoral.
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«Mi energía son mis futbolistas. Cuando yo les veo bien a ellos no le tengo miedo a nada», proclamó Simeone, que apelará de nuevo a la garra y el corazón de un equipo que nunca se da por vencido y que acumula cinco triunfos seguidos con un santo, Oblak, y un ángel, Correa, pletóricos a la espera del 'menino' Joao Félix.
Real Madrid: Courtois, Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Mendy, Valverde, Casemiro, Kroos, Modric, Isco y Jovic
Atlético: Oblak, Trippier, Giménez, Felipe, Lodi, Correa, Herrera, Thomas, Saúl, Joao Félix y Morata.
Árbitro: Sánchez Martínez (Comité Murciano).
Estadio: Rey Abdullah (Yeda).
Hora: 19:00 h.
TV: Movistar Liga de Campeones.
La
Soberbios números del marsellés, cuya flor ha derivado en un frondoso jardín de entorchados para un Real Madrid encumbrado de nuevo en
Un equipo, el de
Real Madrid
Courtois, Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Mendy, Valverde, Casemiro, Kroos (Vinicius, min. 103), Modric, Isco (Rodrygo, min. 60) y Jovic (Mariano, min. 83).
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Atlético
Oblak, Trippier, Felipe, Giménez (Savic, min. 98), Lodi (Marcos Llorente, min. 89), Correa, Thomas, Herrera (Vitolo, min. 56), Saúl, Joao Félix (Arias, min. 101) y Morata.
Tanda de penaltis: 1-0: Carvajal. 1-0: Saúl, al palo. 2-0: Rodrygo. 2-0: Thomas, para Courtois. 3-0: Modric. 3-1: Trippier. 4-1: Sergio Ramos.
Árbitro: Sánchez Martínez (Comité Murciano). Amonestó a Felipe, Thomas, Mendy, Modric, Correa, Savic, Carvajal. Expulsó a Valverde.
Incidencias: Final de la Supercopa de España, disputada en el estadio Rey Abdullah ante 59.053 espectadores.
Tremendo final lleno de suspense para un choque que respondió a las pulsiones de uno y otro bando. Trataba de proponer el Real Madrid a partir de sus cinco jinetes de la medular frente a un Atlético que elevó la línea de presión en busca de robos que facultasen la guerra relámpago de sus atacantes. Dos disparos lejanos de Casemiro y Modric sirvieron para calentar los guantes de Oblak, aunque fue Courtois quien quedó expuesto cuando
Mucho más ambicioso que
Imperaba el miedo a perder entre dos contrincantes que las han visto de todos los colores y se han acostumbrado a anularse con su sometimiento a la pizarra.
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Más cómodos antes del intermedio los rojiblancos, que con Simeone se han doctorado en funambulismo sobre la cornisa, cedieron metros a vuelta de vestuarios por el mayor ritmo del Real Madrid. Intervino Simeone renunciando a la intendencia de Herrera a favor del desequilibrio de Vitolo. Respondió Zidane alistando a Rodrygo por un Isco diluido por la falta de espacios.
La irrupción del paulista aportó dinamismo a los blancos. De sus botas nació una combinación con Jovic que acabó con un remate de cabeza de Valverde contra su rodilla cuando el charrúa tenía expedito el camino al gol. Protagonista 'El Pajarito' de la mejor ocasión del Real Madrid como
Agrietado el físico por el esfuerzo, comenzaron a abrirse espacios que pedían un toque de genialidad. Convidó Zidane a Mariano, inédito hasta esta Supercopa. Invitó Simeone al exmadridista Marcos Llorente. Llamaba el Madrid a zafarrancho de combate por vía aérea, con Casemiro y Sergio Ramos como pertiguistas. Pudo resolver el litigio Rodrygo con un disparo demasiado centrado que blocó Oblak y
De nuevo abocados a la épica en un tiempo suplementario que fue un maná goleador para el Madrid en Lisboa y oro para el Atlético en Tallín como en aquella Copa del Rey resuelta por Miranda en el Bernabéu. Salieron con mejores reservas los rojiblancos, que
Buscó Zidane la electricidad de Vinicius, un rompepiernas para desfondar rivales mientras las fuerzas se consumían y el Atlético amenazaba a balón parado.
Protagonista también el delantero colchonero de la acción que dejaría al Madrid con diez tras una
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