¡Que nadie los pare!

La flechita estaba para arriba en el club blanco y esa flechita ha cogido ahora mucha velocidad. ¡Que nadie nos paré!, cantó ayer La La Love You en el Hallowindie.

Y vaya si se lo creyeron los jugadores. Sacaron de ellos lo mejor para mezclar un derroche de entrega y pundonor con la fortuna de cara al arco rival. Todo se juntó para que saliera de ellos lo mejor.

La mejor versión de una Cultural que recordó a una época glorioso bordó el fútbol en el Toralín. No quedó otra que agachar la cabeza a la afición deportivista, atónita ante el juego desbordante, vertical y alegre del equipo de Raúl Llona, que se gana ya todo el respeto y pone en marcha la 'lloneta'.

Capítulo aparte merece el chaval de la cantera. Rodri ya es don Rodrigo. Secó a un 'crack' como Yuri y supo canalizar la presión y la ansiedad para convertirse en todo un líder, un futuro capitán que este barco tanto necesitaba.

La afición tiene motivos para creer en este equipo. Las señales que se venían viendo en los últimos partidos en el Reino de León ya se confirman.

Todos bailan ya al ritmo de esta Cultural. Son tiempos -aunque sea solo por una semana- de luz. La Cultural fue al Toralín ha demostrarlo e hizo que la voz de la afición se levantase como nunca para recordar que el fútbol es la cosa más importante de las menos importantes.

Los jugadores ya han hablado, ahora le toca a la afición. El Reino debe despertar tras unas temporadas de pesadilla y respaldar a una plantilla que ha llevado a soñar a miles de voces con volver a ver un ascenso.