La Cultural está hecha un Bicho

Salió la Cultural mucho más metida en el partido y lo demostró a los seis minutos de juego haciendo el primer gol del derbi leonés. Escudero estuvo listo en la presión, robó un balón que le cayó a Bicho en el punto de penalti y este fusiló a Prieto para poner el 0-1 en el marcador y silenciar a un Toralín que bullía hasta ese momento.

Aquejó en exceso el golpe la Ponferradina, que perdía muchos balones que acaban en llegadas peligrosas de la Cultural. De hecho, el segundo gol de los visitantes llegó en el minuto 11, apenas cinco minutos después del primero. La jugada partió de nuevo de un robo en campo rival por parte de los blancos. Martín remató abajo exigiendo a Prieto, que logró despejar el balón, pero el esférico le volvió a caer a Bicho, que llegó desde segunda línea como un obús para hacer el 0-2 y revolucionar el derbi en poco más de diez minutos.

Con el segundo gol la Cultural se dio por satisfecha y bajó revoluciones, pasó a un bloque medio, renunció a la presión y cedió el balón a los bercianos. No desaprovechó la ocasión la Deportiva, que empezó a encontrar a Yuri entre líneas y su fútbol comenzó a fluir. Precisamente, el gol llegaría tras una jugada a balón parado provocada por el capitán blanquiazul. La pizarra de Íñigo Vélez hizó llegar el balón a Yuri en el área, cuyo violento remate desde la derecha fue repelido por Bañuz, pero el balón fue a parar a Leal que, casi en línea de gol, empujó el esférico para recortar distancias.

Caía el diluvio universal sobre el césped de El Toralín y el terreno estaba muy rápido. Ambos equipos comenzaron a estirarse y se convirtió en un ida y vuelta desde el minuto 30 de juego. Lo pasó mal la Cultural en los instantes inmediatamente posteriores al gol, pero logró reponerse y sacó un par de córners con los que volver a pisar área rival. Por su parte, la Ponferradina buscaba avanzar por sus bandas, especialmente a través de su lateral Carrique, pero sin mucho éxito. El esfuerzo defensivo de ambos equipos en las postrimerías del primer tiempo fue estajanovista y eso se notaría más adelante en los instantes finales del encuentro. La primera mitad acabó tal y como había empezado, con la Cultural dominando y agrediendo el área de los locales, que podían sentirse satisfechos por irse a los vestuarios perdiendo por un sólo gol de diferencia.

En el arranque de la segunda mitad se constató una bajada de ritmo por parte de ambos conjuntos. Íñigo Vélez dio entrada a Cerdá y Llonch en sustitución de Abelenda y Clavería, pero su equipo no conseguía progresar con balón y seguía encadenando pérdidas en campo propio. La Cultural recuperó su presión alta, liderada por un Rodr Escudero muy generoso en el esfuerzo.

Al trantrán y sin hacer mucho, la Deportiva cosechó la primera gran ocasión de la segunda mitad. Cerdà dejó pasar un centro raso por derecha que remató duro abajo Samanes en el punto de penalti, pero Bañuz apareció para despejar con solvencia y evitar el empate. Trató de contestar el equipo de la capital con un centro desde la derecha de Calderón, pero el balón del extremo no encontró rematador.

Poco a poco la balanza de la posesión comenzó a decantarse del lado de la Ponferradina, que al filo del minuto 68 encadenó dos remates en el área de Bañuz para que, finalmente, Andoni López acabará disparando desviado. Sin embargo, la Cultural no cedía la cuchara y la tuvo con un remate de Samanes al borde del área pequeña que se perdió por encima del larguero de Prieto.

El equipo de casa se cansó de tocar entre centrales y comenzó a buscar el balón largo y los centros desde casi cualquier posición. Sin embargo, la zaga de la Cultural se mantuvo firme y pudo repeler los balones aéreos. Viendo que esta estrategia no funcionaba, Markel Lozano se sacó un potente chut desde 30 metros que se marchó lamiendo el palo derecho de Bañuz.

La polémica llegó cuando faltaban ocho minutos para el final, Cerdà se internó en el área por izquierda y Calderón cayó sobre él estando por detrás. Se reclamó penalti en las gradas, pero el colegiado no señaló nada.

Como no podía ser de otra manera, los últimos instantes del partido fueron un acoso de la Ponferradina a la portería de Bañuz, pero más allá de la concatenación de centros, no hubo ocasiones excesivamente claras para al Ponferradina. La defensa de la Cultural, que tenía a sus dos centrales amonestados con tarjeta amarilla desde el primer tiempo, supo sufrir y repelió todos los balones que sobrevolaron su área, demostrando que es una de las mejores líneas de zagueros de toda la Primera RFEF.

Cuatro años después, la Cultural vuelve a mandar en León.