Una caricatura de la Cultural agota el crédito de Víctor Cea

La Cultural y Deportiva Leonesa ha vuelto a fracasar y lo ha hecho ante un equipo en puestos de descenso que ha desnudado las vergüenzas de los leoneses y se ha impuesto por 2-0, con dos tantos de Owusu, que también estrellaba dos balones en el palo.

Volvía a los experimentos Víctor Cea, y esta vez lo hacía desde León, dejando sin convocar a Señé y vaciando el banquillo de centrales. Saúl volvía al once como única novedad tras el bochornoso encuentro ante el Burgos.

La piña de los jugadores de la Cultural en el centro del campo parecía querer rearmar de confianza al equipo, aunque tras lo visto en el primer tiempo se asimiló más a una conjura o 'aquelarre' en contra de su entrenador.

Y eso que salió con buenas intenciones el plantel leonés. Querían la pelota, mientras el Salamanca esperaba rezagado y en cada robo lanzaban un globo sonda para la carrera de Owusu, único jugador que salia al ataque en el equipo de Antonio Calderón, y que se valía para llevar el peligro a la meta de Palatsí, como ocurrió con el primer disparo a portería que atajó sin problemas el meta.

Primero erró el delantero, pero no lo haría ante la segunda, en un regalo de Antonio Martínez. El capitán cedió atrás el esférico, se lo entregó al ariete y éste se fue de su par en defensa para cruzar un gran disparo a la salida del portero de la Cultural y anotar el 1-0. Era el minuto 9.

Pero la cosa todavía fue a peor. El propio Owusu pudo hacer el segundo, en una jugada personal, pero su tiro en esta ocasión se fue fuera.

El Salamanca sabía a lo que estaba jugando, mientras que la Cultural tocaba y tocaba el balón sin profundidad, sin crear peligro, ante un impasible Víctor Cea.

Corría el reloj y los leoneses ni se habían asomado a la meta de Sotres. Errores continuados en la salida del balón e imprecisiones en defensa dejaban a los locales jugar a sus anchas y agradar al Helmántico.

En una de esas acciones, Amaro se fue por línea de fondo y puso un centro para que Owusu, una pesadilla, enviara el balón al larguero.

Todo el bagaje ofensivo de la Cultural se reducía a un amago de testarazo de Aridane que no encontraba el peligro necesario para intimidar al portero.

Y un nuevo error, en esta ocasión de Iván González, sirvió en bandeja un balón a Owusu que remató con un potente disparo y lograba el 2-0, un merecido premio a lo visto sobre el césped en la primera parte.

El árbitro indicaba el camino a vestuarios tras el único acercamiento peligroso de los visitantes. Saúl remató alto, desde el corazón del área, un centro desde la esquina.

La segunda mitad no cambiaba para nada el decorado. Cea movía su banquillo, y daba entrada Víctor Díaz, por Sergio Marcos, para cerrar con tres centrales. Y segundos tardó el Salamanca en volver a crear peligro, con un fallo garrafal de Vicente que dejó el balón a Owusu y el delantero mandaba el balón al palo de la portería de Palatsí.

Poco después, Mena lograba irse de su par y cedía un pase al protagonista del choque, Owusu, que sin portero enviaba el esférico por encima del larguero.

Se asomó la Cultural a la meta de Sotres. Víctor Díaz ponía un centro raso a Aridane y el tanque canario remataba alto, en posición franca.

Pero los errores leoneses se sucedían en la zaga. De nuevo Vicente, por salvar un saque de banda, regalaba el balón a Manu Molina, que corría solo ante Palatsí y disparaba fuera con todo a su favor.

El encuentro entró en unos compases donde no se veían ocasiones de gol por parte de ningún equipo. Esa tendencia la rompía Víctor Díaz, con una buena asistencia a Zelu, quien ponía un centro chut que no encontraba el remate de Saúl por muy poco. También lo intentó Vicente, con un disparo lejano que se iba fuera, al paso por el minuto 70.

Eran los mejores momentos de la Cultural, que trataba de cercar el área de Sotres aunque sin haber probado al guardameta en todo el partido.

Los minutos pasaban, el tiempo se consumía y los leoneses no encontraban el camino para recuperar el pulso al partido. La resignación se apoderaba poco a poco de los jugadores, que caminaban hacia el enésimo tropiezo de la temporada.