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Ordoño II desde la Casa Chupa-Chups.ca 1950.
Ordoño II desde la Casa Chupa-Chups.ca 1950. Archivo Santos Flórez
Edificios Emblemáticos de León

La polémica tras la construcción y el derribo del edificio del Banco Santander

Un nuevo episodio de la historia del edificio, con nuevos datos sobre su construcción y su derribo para convertirse en la sede del Banco Santander

Lunes, 25 de marzo 2024, 08:16

Ya saben que, aun siendo amigo de los preámbulos y de rizar el rizo, intento ser lo más conciso para obtener, en la medida de lo posible, un artículo directo y sin vueltas innecesarias. Pero la contextualización es necesaria, y para llegar al origen del actual Banco Santander, es necesario que contemos a los lectores que no pudieron disfrutar del anterior artículo, una breve pincelada de la historia de la casa. Pero estén atentos, lectores del primer esbozo, pues hoy contamos con información actualizada, que ha sido añadida tras una larga investigación:

Ordoño II. Alrededor de mediados de siglo XX. Archivo Santos Flórez

Esta instantánea de Ordoño II, que bien podría ser de los años cincuenta, pero nunca más tarde del 1956, pues la casa Alfageme aún tenía sus tres pisos iniciales, refleja un paisaje nevado y, al fondo, se eleva la Casa Arce, o casa del Coño, magnífico y portentoso edificio que se asoma a Guzmán el Bueno, al final de la avenida. La casa desde la que el fotógrafo realiza la instantánea es la conocida como Casa Chupa-Chups, y tras el hueco urbanístico, que es la calle Gil y Carrasco, se encuentra nuestra Casa predilecta, ya con 4 alturas y una nueva vida por delante: El Banco Santander.

Permiso para construir la casa de Ordoño II, n15. Daniel Casado

Antes que nada, es necesario un apunte al artículo anterior. Gracias a la visión de alguno de los lectores, se descubrió quién había sido originariamente el promotor de la casa levantada por Juan Crisóstomo Torbado, y que hoy ocupa el edificio del Banco Santander. En 1903, creía este Flâneur que Telesforo Hurtado había encargado el edificio a Torbado, pero como nos confirma su propia bisnieta, mucho había criticado Telesforo a su yerno, Cipriano García Lubén, por construir unos terrenos en el solar en el que ahora se encuentra la Casa Lubén, como para levantar él un edificio frente al mismo solar. En realidad, el promotor del edificio fue Isaac Balbuena.

Planos originales del proycto por Isaac Balbuena. 1903. Daniel Casado

Por otro lado, muchos han dicho que el edificio no se construyó hasta 1914, lo cual, aunque tiene lógica, choca con la contrastada realidad de los planos, y los permisos encontrados en el Archivo Municipal, que datan su construcción en 1903.

Imagen después - La polémica tras la construcción y el derribo del edificio del Banco Santander
Imagen antes - La polémica tras la construcción y el derribo del edificio del Banco Santander

Siguiendo con la historia, llega a las manos de la familia Hurtado Merino quienes, en 1915, y ya habiendo Telesforo Hurtado del Valle fallecido, realizaron las obras correspondientes para levantar en un piso la altura del edificio de Juan Crisóstomo Torbado.

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Este comportamiento no era extraño en la época, pues ya lo observamos con proyectos como la elevación de un piso de la Imprenta Moderna, en 1931, la adición de un cuerpo completo adherido a la Casa Lubén, y la elevación de dos alturas en la Casa Alfageme en 1956.

Imagen después - La polémica tras la construcción y el derribo del edificio del Banco Santander
Imagen antes - La polémica tras la construcción y el derribo del edificio del Banco Santander

La presente casa fue la sede, en la segunda mitad del siglo XX, del Banco Santander, que comenzó su aventura empresarial en un edificio emblemático de la ciudad. Y aquí observan la disposición del edificio, cuya estructura externa no contempla ningún problema. Pero, por otro lado, en su interior, representa un arcaico modelo de principios de siglo que debían reformar.

Teniendo esto en cuenta, en 1984, D. Luis Sáez Cotillas, presidente de la sucursal, decide reformar el edificio, construyendo también un parking subterráneo bajo lo que fue el Cine Mary y que sería el gran edificio Cine Mary, que hoy pueden ver al lado del banco Santander.

Imagenes del proyecto de Chueca. Archivo Municipal de León (A.M.L.)

Parece ser que la planta baja disponía de estancias compartimentadas, y que dificultaban el paso de luz y la organización de los trabajadores. Por ello, se contempla la coordinación de la totalidad de la planta baja de forma diáfana, con ventanales abiertos. Se da un sentido al cambio de altura, pues el último piso se trata como una galería de arcos que forman un ritmo de tres en tres, separados por pilastras. Esta galería remata en una terraza originada, naturalmente, por el cambio de alturas. —Expediente de la obra (1984)—.

Imágenes del proyecto de Chueca. (A.M.L.)

La fachada posterior, que no era fachada trasera sino frente de un patio privado, se separa de las fachadas anteriores. Fernando Chueca reconstruye la fachada, permitiendo a esta mantener su sentido histórico y su importancia patrimonial, pero mejora las cornisas y suprime algunos huecos de servicio que la afean, retirado también una serie de bajantes.

Imagen después - La polémica tras la construcción y el derribo del edificio del Banco Santander
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Pero admiremos ahora la esquina, o como Chueca lo llama, El Esqinazo, que es, sin atisbo a duda, una de las más bellas ornamentaciones de León. Se proyectó, entre ambas calles, una pequeña torrecilla octogonal que enlaza estéticamente con los miradores de hierro.

Está ejecutada con perfiles metálicos y una decoración de cerrajería artística. ¿Ven ustedes qué maravilla? No me mientan, pues seguro que se han quedado en muchas ocasiones prendados de la belleza de esa torrecilla que parece que se precipita del edificio pero que adorna con majestuosidad el compendio.

Torrecilla de Chueca. (A.M.L.)

Aquí, por fin, la última visión, la más actual, del Banco Santander. Con sus cuatro alturas, su torrecilla y el corredor al que todo leonés ha querido asomarse alguna vez. En especial los más románticos, que vemos como el espíritu de los prerrafaelitas vive en esos personajes que se asoman, con nostalgia y melancolía al balcón de sus ensoñaciones, perdiéndose en los cuadros del pintor.

Fachada del nuevo edificio, sede del Banco Santander. (A.M.L.)

Acérquense, dispongan su gusto arquitectónico, pues van a llorar, como Stendall cuando pisó por primera vez aquella Santa Croce de Florencia de 1817:

«Había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme». Stendall: Rome, Naples and Florence.

Fachada hacia Gil y Carrasco del nuevo edificio sede del Banco Santander. Fernando Chueca. (A.M.L.)

Siéntanse, de esta manera, como el enamorado escritor que construye estas líneas alrededor de la historia de las calles y los Edificios más Emblemáticos de León. Vean, ya por última vez, la versión atávica del edificio que en su día levantase Juan Crisóstomo Torbado, y que con la maestría de Chueca, se convirtió en aquel elegante vestigio de una arquitectura bella y pulcra.

Aquí, en la instantánea, aparecen muchos conocidos. En el frontal, la Casa Lubén, que cuenta con maravillosas historias que ya les hemos desgranado, así como una clara relación con la familia Hurtado Merino.

Las casas Gemelas de Ordoño son prácticamente invisibles ante el crecimiento urbano, pero créanme, aún estaban allí. La Casa Ciriaco, el Edificio Goyo, el Roldán, la Imprenta Moderna. Todos ellos, lienzos en los que los arquitectos escribieron la historia y el progreso de una ciudad que nunca deja de avanzar.

Dos conceptos más, centro de nuestros siguientes artículos. Al fondo, la bella Pulchra Leonina, que se yergue por encima de cualquier edificio. Al frente, uno casi invisible por la perspectiva de la fotografía: La Casa Alfageme. Un secreto habita entre sus paredes, y unas fotografías antiguas, inéditas y desconocidas, nos mostrarán también una visión del Banco Santander antes de 1950, algo que en escasas ocasiones los oriundos han podido observar.

¿Saben la historia de la Casa Alfageme? ¿Y la de aquellos que allí habitaron? ¿Saben el secreto que guardan sus paredes? Hay un lector que ya lo conoce. Pero tendrán que esperar, amables lectores y lectoras, pues antes hemos de dar paso a una de las historias más curiosas de nuestro panorama arquitectónico. ¿Sabrían decirme qué famoso edificio de la ciudad, construido a comienzos del siglo XX, contó, en su proyecto inicial, con una gran escultura clásica, conocida en todo el mundo, que hubiera coronado su cima, convirtiéndose en un espectacular monumento a las bellas artes?

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