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Un recorrido por la historia de dos de las arterias principales de la ciudad gracias a las fotografías antiguas y a las experiencias de sus habitantes.
Felices fiestas a todos ustedes. Terminábamos el año con la última reseña sobre el paseo alrededor de Ordoño II, coincidiendo este con mi propio cumpleaños. Hoy, en pleno inicio del nuevo año, 2024, volvemos a los orígenes de estos bellos artículos que tanto han aportado a este hirsuto escritor y a los viandantes ocasionales y perpetuos de la provincia de León.
Hace poco menos de un año, paseaba por la hasta entonces desconocida calle Hospital y me permitía, su disposición, observar la placa de la Imprenta Moderna, que movió, por aquel entonces, hasta ocho artículos que nos aportaron información sobre el edificio y su historia. Hoy vuelvo a ellas, a Legión VII y a Hospital, para desgranar el origen de su nombre, y su verdad, que persigue a los lectores y escritores, pues en ellas se esconden maravillosas leyendas e historias.
Indudablemente, las calles Legión VII y Hospital son recorridas a diario por decenas de miles de leoneses. Quizás algunos no sepan su nombre, o su historia, pero, aprovechando que la tienen, desgranémosla para conocer su origen.
Con ímpetu de contextualizar y de ubicar la calle, es necesario saber que ninguna de ellas existía antes de 1922. Como observan en los planos de la ya famosa manzana del Hospital de San Antonio Abad, anteriormente, estas dos arterias estaban ocupadas por el nada despreciable Hospital sito por aquel entonces a las afueras de la ciudad, en la plaza de Santo Domingo.
Si observan con detenimiento, pueden reconocer la fachada desaparecida del Hospital de San Antonio Abad, y, a la derecha, la imagen de las escaleras laterales de la parroquia de San Marcelo, aún en pie. En ellas, descansan dos jóvenes, que seguramente hubieran acudido a jugar a aquella despoblada plaza de las palomas.
Desde el Palacio de los Guzmanes, una vista muy desconocida de la plaza de Botines. En primera plana, pueden reconocer la Iglesia de San Marcelo, aún con dos alturas en su campanario. Al fondo, sobresaliendo, un pequeño torreón de Almanzor que se asomaba a la plaza de Santo Domingo, o Plaza de la Libertad.
Ahora mismo existe un hueco que conecta la calle Ancha con Ordoño II, pero como ven, por aquel entonces, aún existía el recodo del Hospital de San Antonio Abad, que fue demolido en pos del ensanche de la ciudad.
Pero no es ello lo que nos ocupa hoy. No es la iglesia la que es protagonista de nuestros artículos, sino la calle aledaña a ella. En ambas fotografías podemos observar la calle Legión VII ocupada por la entonces fachada del Hospital San Antonio Abad.
Aquí pueden contemplar la fachada del antiguo Ayuntamiendo, adosada a lo que entonces era el Hospital de San Antonio Abad. La plaza de las palomas, o de San Marcelo, lucía extraña y vacía, pero era un lugar de regocijo y peregrinación para los leoneses, que disfrutaban de su disposición diáfana.
Como ya bien saben los ilustres lectores, y sin intención de repetir la historia, que tienen resumida en varios artículos referentes al Hospital, este fue declarado insalubre por los doctores Mallo y Hurtado y trasladado a los Altos de Nava, en un nuevo y flamante edificio construido por Manuel de Cárdenas con su estilo ecléctico y vanguardista.
El Hospital fue desalojado y vendido en una subasta a la familia Roldán, quien se hizo con él en 1919. Tres años más tarde, el Hospital sería demolido y sus parcelas distribuidas entre la familia para proceder a su venta.
Obsérvese aquí, al lado izquierdo de la imagen, el solar de la Imprenta Moderna, que aún no se había levantado. Pero fíjense en la parte superior, en la que se reconoce al Roldán. Por ello, la imagen data de entre 1925 y 1931, años entre los que se estaba determinando el plano urbanístico de aquella zona.
Conforme las parcelas fueron vendiéndose, se determinó, movimiento impulsado por el alcalde Francisco Roa de la Vega, la creación de una calle que comunicase la plaza de San Marcelo (o de las palomas), con la Avenida Independencia. Esa calle, denominada como la Calle de 13 metros, (entiéndase por su anchura), estuvo presidida por la aparición de la Casa Roldán, que dejaba un espacio que surgía entre el edificio y la Iglesia de San Marcelo. Esa calle, rindiendo un claro homenaje a la construcción desaparecida llevó por nombre: calle Hospital.
La calle Legión VII fue denominada de esta manera en honor a la Legión VII Gémina, que se establecería en León en el año 98 o 99. Por ella han pasado infinidad de desfiles, y festejos. Y durante casi mil años, fue el hogar de un Hospital que fue famoso en toda España y al que iban a parar todos los peregrinos que por la comarca pasaban.
La calle Legión VII fue denominada de esta manera en honor a la Legión VII Gémina, que se establecería en León en el año 98 o 99. Por ella han pasado infinidad de desfiles, y festejos. Y durante casi mil años, fue el hogar de un Hospital que fue famoso en toda España y al que iban a parar todos los peregrinos que por la comarca pasaban.
En esta vista de pájaro, a la que nos asomamos gracias a los aviadores que con pleitesía pretendían descubrir León, observamos las calles ya transitadas y la disposición de unos edificios que cada vez pretendían alcanzar cotas más altas. Llama nuestra atención la plaza de San Marcelo, que cuenta aún con la Mezquita BeniMea, de la que ya hemos hablado en otros artículos, y que fue demolida a principios de los años 70.
Por Legíon VII pasan los carros engalanados de la festividad de San Froilán, desde hace casi cien años, pues en el presente año, la calle de 13 metros cumple un siglo de antigüedad.
Pero hay una fotografía, que por encima de todas, ha llamado nuestra atención. En ella, observamos una gran fila de personas, desconocemos el motivo de su espera, pues muchos dirían que acuden a la Mezquita a visitar los famosos mingitorios. Pero la cola se extienda allende la construcción y se pierde por Legión VII.
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Daniel Casado Berrocal
Daniel Casado Berrocal
Pero lo que nos sorprende es la ausencia de un Edificio Emblemático de León, al que pronto dedicaremos un artículo propio. Si se fijan, a la izquierda de la instantánea, podrán reconocer que ha desaparecido, como consecuencia de una completa restauración, el Teatro Principal, para ser reconvertido en la nueva edificación que a nuestros días ha llegado.
Según palabras de Armando G. Colino, en 1559 se vence, por su propio peso, la torre de la iglesia de San Marcelo sobre uno de los brazos del Hospital de San Antonio Abad, provocando serios desperfectos en la construcción. La Iglesia es reconstruida, pero no será hasta 1625 que el famoso arquitecto Juan de Ribera recupere el patrimonio perdido, del que poco perdurará hasta nuestros días.
Desde hace cien años, la calle Legión VII ha sido cuna de la cultura promovida por los negocios y los habitantes de León. En ella habitan las leyendas de un glorioso pasado, del que fueron protagonistas empresas, o casi más familias, como la de la Imprenta Moderna, que guarda un lugar privilegiado en el corazón de este Odonista.
A través de las ventanas de sus edificios, se asoman personalidades ilustres, como abogados, historiadores, cronistas o escritores, que la mantienen con vida con su ímpetu, con su luz y con la vitalidad que habita siempre en el cruce de caminos entre Hospital y Legión VII.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
José A. González y Álex Sánchez
Clara Alba y José A. González
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