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La estatua de Gaudía frente a Casa Botines en León.
El Papa concede el reconocimiento de «venerable» a Gaudí, el padre de Botines

El Papa concede el reconocimiento de «venerable» a Gaudí, el padre de Botines

La Iglesia valora las «virtudes heroicas» del catalán, máximo exponente del modernismo con dos obras en la provincia leonesa

Leonoticias

León

Lunes, 14 de abril 2025, 15:52

El Papa Francisco reconoce las «virtudes heroicas» del arquitecto catalán Antoni Gaudí (Reus, 1852, Barcelona, 1926) por lo que desde este lunes se convierte en «venerable», junto a tres sacerdotes: Pietro Giuseppe Triest, Angelo Bughetti y Agostino Cozzolino, según informan fuentes del Vaticano.

El Pontífice, que todavía se encuentra covaleciente, autorizó este 14 de abril durante la audiencia con el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, la promulgación de los decretos al Dicasterio de las Causas de los Santos que les conciernen, así como los relativos a la beatificación de Eliswa de la Santísima Virgen, fundadora de la Congregación de la Tercera Orden de Carmelitas Descalzas, hoy Carmelitas Teresianas, y del sacerdote misionero italiano en Brasil Nazareno Lanciotti, mártir.

El paso de Gaudía por León y Astorga

Antonio Gaudí i Cornet, cuya obra más conocida es el templo de la Sagrada Familia de Barcelona, es el arquitecto de otros monumentos, como la Casa Botines de León o el Palacio Episcopal de Astorga. A los 31 años aceptó dirigir la obra al año siguiente de colocarse la primera piedra, en 1883. A partir de entonces, dedicó toda su vida a construir el lugar de culto en el que manifestó su genio artístico, su sentimiento religioso y su profunda espiritualidad. Sólo cinco años antes había obtenido el título de arquitecto y había escrito unos apuntes de arquitectura -conocidos como el 'Manuscrito' de Reus- en los que exponía sus propuestas sobre ornamentación y edificios religiosos y mostraba un considerable conocimiento y adhesión a los misterios de la fe cristiana.

El joven Gaudí consideraba la Sagrada Familia una misión encomendada por Dios y con esta conciencia transformó el proyecto neogótico original en algo diferente y original, inspirado en las formas de la naturaleza y rico en simbolismo que expresaba su profunda fe y espiritualidad, que tenía influencias benedictinas y franciscanas. Devoto de San Felipe Neri, el arquitecto original se enfrentó a obstáculos y dificultades con valentía, mientras dirigía la obra y también soportó envidias y celos.

De 1887 a 1893 diseñó y dirigió otras obras civiles y religiosas. Luego, durante la Cuaresma de 1894, le sobrevino una grave enfermedad, causada por un estricto ayuno que, si bien puso en peligro su vida, le proporcionó una profunda experiencia espiritual en su búsqueda de Dios. Superada la crisis, continuó trabajando en diversos proyectos, pero poco a poco fue perdiendo a todos los miembros de su familia, se embarcó en un auténtico ascetismo espiritual, rechazó nuevos encargos y se concentró exclusivamente en la Sagrada Familia, hasta el punto de que en 1925 adaptó como residencia una pequeña habitación contigua al templo.

Cristiano convencido y practicante, asiduo a los sacramentos, hizo del arte un himno de alabanza al Señor, a quien ofrecía los frutos de su trabajo, que consideraba una misión para dar a conocer y acercar a los hombres a Dios. El 7 de junio de 1926, fue atropellado por un tranvía. Sin ser reconocido, fue trasladado al Hospital de la Santa Creu, el hospital para pobres de la ciudad. Tras recibir los últimos sacramentos, muere tres días después, el 10 de junio. Al cortejo fúnebre asisten unas 30.000 personas

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