Pajares regresa al pasado y la niebla y los camiones complican el viaje entre León y Asturias

Circular por la N-630, dentro de la provincia de León, no requería más tiempo del habitual. En 40 minutos se podía cubrir la distancia entre el Alto de León y el puerto de Pajares durante la mañana de este lunes 11 de noviembre.

Tráfico normal al llegar a La Robla, con más camiones de lo habitual por esta carretera. En unos minutos alcanzamos el cruce de Villamanín, aún sin demasiada clientela en el conocido local de la zona. Y tras pasar por el pueblo de Arbas, el tiempo cambia radicalmente para que la niebla y la lluvia den la bienvenida al puerto de Pajares.

Sin embargo, la versión asturiana de este recorrido ha sido bien distinta. Sin la alternativa de la autopista del Huerna, debido al argayo que ha cortado el tráfico por completo de esta vía de alta capacidad, todos estaban obligados a superar el límite provincial por las rampas de Pajares.

Y los mayores problemas estuvieron en esa subida. Los vecinos del Principado han sufrido el tráfico lento en las rampas debido a la alta presencia de camiones. José Ramón Santos, un avilesino jubilado, se encontró con un camión averiado en los carriles lentos que hizo aún ms largo el viaje. «Vengo muy a menudo y había un poco más de tráfico que otros días», reconocía.

Un ejemplo lo encontraba Antonio Morán, responsable de ventas de Bodegas Gordonzello, que recordaba «los viajes de antes» cuando no existía la autopista y todos iban por el puerto. «Hoy había camiones, ocches y tráfico fluido, pero cuando te encontrabas con un camión lento... aunque tampoco está tan mal como pueda parecer», afirmaba. Y es que la diferencia entre el antiguo Pajares y el actual, arreglado y más amplio, se dejan notar: «Ahora, aunque venga más tráfico, vienes más tranquilo». A pesar de ello ha notado un incremento del tráfico, especialmente por los camiones que antes, en su mayoría, optaban por el peaje.

El paso por el puerto se ha hecho más complicado para los miles de vehículos que cada día usan la autopista del Huerna y este lunes no han contado con esa alternativa. Es el caso de Ángel Luis Pastrana, vigilante de seguridad de Gijón, que no ha podido elegir. «Según el tiempo, cuando llegaba a Campomanes miraba para arriba y si veía niebla iba por la autopista». Esa opción no es posible y su viaje lo ha complicado la lluvia y la niebla en la zona más alta del puerto.

Algunos estaban pasando el fin de semana en Asturias y se vieron sorprendidos por el argayo que complicaba su vuelta a casa, como es el caso de este matrimonio de Madrid. Luis Cabrera y su mujer estaba «fastidiado» porque habían necesitado media hora más de viaje. «Había mucho tráfico, mucho camión y eso complica bastante, además de la niebla y la lluvia». El argayo les pilló «de improviso» y aunque algunas veces optan por el puerto «para disfrutar del paisaje y otras cosas -señalando a un restaurante-» en esta ocasión el viaje se ha «complicado» más de la cuenta.

De las complicaciones en el tráfico han dado buena cuenta en el emblemático Casa Ezequiel, donde recibieron buena parte de los usuarios que no pudieron seguir su ruta este domingo. A su alta afluencia habitual tuvieron que sumar el desvío obligatorio desde la autopista. La camarera Sara Camacho reconoce que «no esperaban tanta gente» ni los retrasos de clientes que ya tenían reserva.

Una historia que se ha repetido este lunes, con más clientela de la habitual para un mes de noviembre: «Solemos estar más relajados, siempre dando mucho desayuno y café, pero hoy se ha notado durante toda la mañana mucho paso de gente».

En definitiva, al mal tiempo, o a argayo de la carretera, solo queda ponerle buena cara y aprovechar las ventajas de un viaje más bonito y que ofrece otros placeres como el buen comer.

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