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El 19 de agosto de 2012 Olivio Campo era presidente de la junta vecinal de Nogarejas. En cuanto vio el fuego no dudo, junto a sus paisanos, en acudir a apagarlo hasta que el agotamiento le hizo caer extenuado. Diez años más tarde es alcalde ... de Castrocontrigo y cree que la gestión forestal es errónea ya que, si un rayo cayera en el monte, todo volvería a arder.
Al igual que él se pronuncia Luis Martínez, actual alcalde de Luyego de Somoza. En 2012 era bombero forestal en la base de Tabuyo y confiesa que en cuatro días durmió menos de 16 horas alternando trabajo con voluntariado. «Lo viví cargado de adrenalina. Tuve momentos de rabia porque lo perdíamos todo».
Asegura Martínez que no ha habido una contraprestación por parte de la Junta ni del gobierno. «Se prometieron inversiones desde la Junta pero la mitad llegaron desde el Ministerio a través de Tragsa. Se realizaron plantaciones, obras en los abastecimientos de agua y la Junta ha gastado más dinero del comprometido pero han entrado todo tipo de trabajos que sobre el terreno cuesta ver que hayan revertido en un beneficio», advierte.
Reconoce Martínez que los trabajos en las captaciones de agua eran necesarios así como las repoblaciones del primer año, pero exige un plan a largo plazo que se caracterice por la gestión de las masas forestales e incide en la necesidad de generar discontinuidades para tener una oportunidad en el caso de que se produzca un incendio.
Por su parte, se ha referido el regidor de Castrocontrigo a los fondos Next Generation a través de los cuales se pretende ejecutar un proyecto para la mejora de la resiliencia del territorio frente a incendios forestales en la Sierra del Teleno, «pero no sabemos nada».
Destacan ambos que no se ha aprendido nada en los últimos años y que la actual gestión de los montes, así como la despoblación, ha cambiado las circunstancias para hacer frente a los incendios. «Hay que hacer tratamientos selvícolas aunque el monte tenga capacidad de regeneración, porque la cantidad de pinos es tal que llega un momento que se estanca», advierte Martínez mientras que Campo admite que es necesaria la mano del hombre, pastores, resineros y agricultores para proteger el monte.
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María Fernández
Señala Campos que las zonas quemadas se han llenado de pinos jóvenes y que los animales han vuelto pero que, en caso de que no se hubiera producido el incendio, habrías más familias viviendo del monte mientras que recuerda que el fuego se puede volver a producir. «Cada vez que hay una tormenta seca pensaba que nos podría caer aquí porque todas esas zonas pueden volver a arder», lamentan ambos ediles.
El alcalde de Castrocontrigo asegura que este incendio supuso más pobreza y menos población para una zona ya de por sí condenada. «Además de mucha tristeza porque la gente mayor no volverá a ver el monte cómo estaba».
El incendio fue una de las razones que llevo a Luis a la alcaldía. «Hay que buscar la manera de cambiar las cosas para que no vuelvan a suceder. Un factor importante es la despoblación por eso tenemos que acudir al gobierno central y al autonómico porque es esencial disponer de servicios», manifiesta.
Concluye Martínez reconociendo que quien prendió la llama no es el único culpable del incendio. «Lo importante es la gestión de los recursos y si esa gestión es nula, te quedas sin recursos», manifiesta.
En este sentido Campo exigió una mayor atención por parte de los gobiernos hacia los alcaldes de zonas rurales. «No nos consideran interlocutores válidos para el desarrollo y nos dan todo hecho. No se puede legislar desde un despacho cuando somos nosotros los que conocemos el terreno y las necesidades», puntualiza.
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