Secciones
Servicios
Destacamos
El juicio que trata de esclarecer si Jaime B.C. provocó el incendio que arrasó casi 10.000 hectáreas en La Cabrera, 2.000 de ellas de alta valor ecológico, ha quedado visto para sentencia este miércoles.
La Audiencia Provincial de León ha dado carpetazo ... a la vista oral de tres días en la que se han presentado diferentes pruebas testificales y periciales y donde se han puesto de manifiesto «múltiples contradicciones», según las partes.
Incendio de la Cabrera
La última testigo en prestar declaración ha sido una mujer que reconoció a su padre en llamada telefónica que la gente del pueblo «cayó el nombre de la persona de la que sospechaban» y señalaba que Jaime, al que calificaba como «el tarado de siempre» había sido el ejecutor del inicio del fuego.
En las conclusiones definitivas de las partes, la fiscalía ha mantenido su petición de 5'5 años de prisión para el acusado por haber «quedado acreditado» el delito por incendio forestal de carácter «intencionado» y descartando lo fortuito o la imprudencia.
Reconociendo que «no hay prueba directa porque nadie le ve», pero asegurando que «la prueba indiciaria le coloca como autor», el ministerio público expuso las «contradicciones» de Jaime B.C., que gozaba de un estado de salud «compatible» con acceder a esa parte del monte. Además, las coincidencias de la hora del inicio del fuego, con la inactividad de su teléfono y el encuentro que mantiene con los primeros testigos tras desatarse el incendio hacen creer a la administración «que solo él pudo ser quien lo hizo y es no puede quedar impune».
Del mismo modo, propuso deducir testimonio de dos de las testificales y puso en liza el «secretismo y miedo» con el que se fraguó la investigación para justificar el uso del pinchazo de las líneas telefónicas de testigos que en conversaciones privadas sitúan al acusado como principal sospechoso de los hechos.
Tanto el letrado de la Junta de Castilla y León como los abogados de parte se adherieron a la calificación de la fiscal y pusieron de manifiesto la «falta de colaboración» de los testigos que obligó a acudir a las escuchas para avanzar en la investigación. «Hay base para condenar a Jaime y poner trabas a esta prueba dejaría impunes muchos delitos». Esta línea mantuvieron las acusaciones particulares. «Hay una gravedad de hecho suma y de consecuencias calamitosas y trascendentales para la sociedad. La presunción de inocencia ha quedado destruida».
Por su parte, la defensa del acusado rechazó de plano que el juez admitiera como carga de prueba las escuchas telefónicas a los vecinos de la Cabrera, convenciéndose de que son «ilegales» y considerando que los argumentos de las acusaciones y fiscalía son «conjeturas y suposiciones» ya que afirma «no hay una prueba o hecho objetivo que acredite» que su patrocinado es quien prendió la llama del incendio. Con esta base, el letrado reclamó la sentencia absolutoria, con todos los términos favorables y consideró «acusación temeraria» la realizada por el resto de miembros de la sala.
En su turno de última palabra, Jaime reiteró su inocencia asegurando que él no fue el autor del incendio y que «el que ha sido, está libre; eso está clarísimo».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.