Imagen de la sala donde se está celebrando el pleno de Villaquilambre. Sandra Santos
Chalé del Pozo

La Policía desaloja el pleno de Villaquilambre: «Eres más dictador que Franco»

La oposición había solicitado un pleno en el ayuntamiento del alfoz de la capital leonesa para abordar la llegada de emigrantes a Villarrodrigo de las Regueras

Jueves, 20 de junio 2024, 11:13

Ambiente irrespirable y máxima tensión en el salón de plenos del Ayuntamiento de Villaquilambre. Una jornada en la que se pretendía informar, a petición del Partido Popular, de la llegada de 180 migrantes al centro de ayuda humanitaria en el que se ha reconvertido el Chalé de Pozo ha acabado con el desalojo del plenario.

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Las reiteradas llamadas al orden por parte del alcalde Jorge Pérez, del Partido Socialista, mientras los portavoces de los partidos del equipo de gobierno, UPL Y Podemos, hacían uso de su turno de palabra ha acabado con la Policía Local expulsando al público y con los miembros de la oposición abandonando la sala.

La sesión se iniciaba con una concentración a las puertas del consistorio y con la zona de público completamente a rebosar. Manuel García -PP- tomaba la palabra como ponente y lanzaba una batería de preguntas al regidor, afeando su comportamiento y sus políticas desde que levantara el bastón de mando hace ahora un año. También se dirigió en varias ocasiones a la teniente de alcalde, Rita González -Podemos- a la que tildó de «comunista», y a Vicente Álvarez -UPL- para pedir su posicionamiento en esta causa.

«Usted está incapacitado para ser hasta presidente de su comunidad de vecinos», le espetó García a Pérez. Los populares abogaron por la creación de «microcentros» distribuidos por varias localidades y se mostraron «sensibles» con estas personas, aunque se situaron con la «preocupación» de los vecinos y la falta de capacidad del municipio para acoger a estas personas. Su intervención acababa con un prolongado aplauso por parte del público. «Le queda un año de legislatura; tic, toc, tic, toc», recordó al regidor.

La tensión fue a más cuando tomó la palabra la portavoz de Podemos, Rita González, que recibió gritos de «mentirosa» por criticar las «amenazas» que algunas personas han emitido en redes sociales. «Pido que se investiguen los mensajes de odio y racismo y se castiguen». La segunda llamada al orden fue en una nueva interpelación que se hizo desde el graderío a la concejala, quien explicaba que «no llega una legión de menas, llegan 180 personas con solicitud de asilo y documentadas y llegan personas necesitadas».

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La oposición también recibía los aplausos de los asistentes por exigir más información. Ricardo de Dios, de Vive Villaquilambre, lamentó la polarización social por estar «a favor o ser racista» y exigía reuniones con los vecinos afectados, descartando que la población del municipio sea racista, xenófoba o aporófoba. Desde Vox, y tras enumerar el incremento de delitos sexuales registrados en los últimos años, Marta Extremo apuntó al alcalde que «ojalá no necesitemos más seguridad ni tenga que recordar este pleno». Más comedido y cercano fue el discurso de Rodrigo Valle -Ciudadanos-, que explicaba al equipo de gobierno la reacción del movimiento vecinal que tiene «miedo y está acojonada» ante el desconocimiento de lo que va a ocurrir y «cuando generan un movimiento social se les intenta desactivar como racistas».

El abrupto desenlace del pleno se produjo durante la intervención del vicealcalde Vicente Álvarez -UPL-. Asegurando que no se había ocultado información y considerando que Villaquilambre «no es un municipio racista» negó que poseyeran más datos de los emitidos, ante lo que recibió las risas del público. Empezó a relatar la cronología de los acontecimientos y puso en la mano de las consejerías de la Junta las licencias para la reapertura del centro que cuentan con los requisitos legales para convertirse en centro de acogida. Aquí la gente se dio la vuelta y se puso de espaldas, mientras el concejal leonesista seguía explicando las reuniones mantenidas con el Gobierno y San Juan de Dios en los últimos días. En esas citas, Álvarez trasladó la inquietud por la falta de servicios del municipio para acoger a 180 habitantes más y dio la razón a la oposición por la falta de comunicación que evitó «que el mechero se quedara en bolso y se encendieran las llamas».

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La situación estalló cuando replicó los comentarios «xenófobos» de la portavoz de Vox y le preguntó si ella sabía que todos los violadores eran inmigrantes, a lo que la gente mantuvo una aireada reacción que llevó a Jorge Pérez a detener el pleno y ordenar el desalojo. La llamada a la calma de un agente de la Policía Local no fue suficiente y el público abandonó la sala entre gritos de «sinvergüenza» o «eres más dictador que Franco». Tras ellos fueron los concejales de la oposición.

En el exterior de la sala, el líder de la oposición, Manuel García, tildó de «auténticos dictadores» al equipo de gobierno y aseguró que «reza» para que no haya problemas y una convivencia pacífica tras la llegada de los migrantes. A él acusó el alcalde de «incentivar el odio» y calificó de «paripé y teatrillo» lo que había provocado para que se tuviera que desalojar el pleno.

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Jorge Pérez recordó que ni se desalojará el centro ni se pondrá cadenas a las puertas porque el Estado está «en la obligación moral de acogerlos y ha elegido Villaquilambre», por lo que s u municipio no será «portavoz del fascismo y la xenofobia». Espera que el próximo sábado, y gracias a la actuación de la Guardia Civil de Armunia, no vaya a haber incidentes ante la presencia «de algún miembro de partidos que conocemos o de instagramers» que alteren la llegada de estas personas. «No va a haber incidentes y el centro funcionará normalmente sin alterar la vida de los ciudadanos», adelantó el regidor.

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