Los residentes de las zonas más próximas al Chalé de Pozo, ubicado en Villarrodrigo de las Regueras, que albergará a un grupo de migrantes solicitantes de asilo en España, han mostrado su «miedo» ante la llegada de estos refugiados.
Publicidad
Los vecinos se han movilizado para recoger firmas con el fin de paralizar una situación para la que han mostrado su «malestar» ante la falta de información. «Estamos enfadados con Cesáreo -propietario de la finca- por no habernos dicho nada», explica el portavoz Roberto Álvarez.
La gente de la zona explican que ellos quieren ser «humanitarios y no somos racistas», pero sienten el temor de la información que les ha llegado de otros lugares como Madrid. «Allí tienen un grupo de 15 o 20 que están creando problemas de seguridad y delincuencia y eso nos preocupa. Aquí hay gente mayor que quiere hacer su vida, estar tranquilos y no quieren problemas».
Recuerdan que si «son gente que viene con jaleo» el problema será para Villaquilambre y León. «Ojalá sean buena gente, pacífica y que tengan buena atención», expresan a Leonoticias.
Esto se lo que ha trasladado el Ayuntamiento de Villaquilambre en una reunión con los vecinos. La Secretaría de Migraciones, a través del acuerdo con la Obra de San Juan de Dios, desplazarán al Chalé de Pozo a 170 somalíes, gente ya mayor y que llevaban un tiempo en canarias. «Nos dicen que serán de todas las edades y que no son conflictivos».
Publicidad
Su llegada estará tutelada por el Gobierno de España a través de educadores, psicólogos, personal de cocina y limpieza que facilitará su integración durante los dos meses que peramanezcan en Villarrodrigo. «Va a ir bastante gente a trabajar, y eso es bueno para un lugar que es un emblema de la zona», reconoce Roberto Álvarez, a quien le han trasladado la llegada «de gente mayor y algún niño». Aunque su duda queda en si alguno de esos 170 puedan tener «una mala actuación un día» y eso empañe la convivencia.
Los migrantes llegarán la próxima semana y permanecerán en el Chalé de Pozo hasta el 31 de agosto, momento en el que se les destinará a otro lugar de Europa. Sin embargo, el convenio entre la entidad y la propiedad es por 20 años, por lo que entienden que «se pueda convertir en una remesa tras otra» y exigen más información y un protocolo que sirva «para hacer las cosas bien».
Publicidad
«Son seres humanos y tendríamos que ayudarles. Si se comportan bien, estaremos encantados, pero si empiezan los problemas nos meten en un embrollo», explica el portavoz. Y ahí es donde radica la discrepancia con la decisión y por la que empezarán a recoger firmas. «No queremos tener problemas, pero hay gente que no ha dormido y temen la inseguridad y tienen miedo».
Noticia relacionada
Los vecinos recuerdan que la zona es una carretera «a renovar y deprimida» donde les faltan hasta las aceras y que ahora suman esta situación. «La gente es normal que esté asustada y a la expectativa. Nos ha pillado fuera de juego y sin información», subraya la representación de los 500 vecinos que respiran «miedo» tras una época de robos de bandas especializadas en la zona.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.