«Hay que avanzar en títulos no presenciales y semipresenciales. Tenemos mucho que hacer»

El suyo es el nombre más popular y conocido de los tres que se medirán en las urnas el próximo 9 de mayo. Colaboradora en medios de comunicación, la catedrática sabe lo que es ostentar un cargo de poder como subdelegada del Gobierno en León entre 2015 y 2018. Con el diálogo como bandera, espera «convencer y no imponer» para conseguir retos que afectan a los tres estamentos de la comunidad universitaria leonesa.

RESPUESTA: Terresa Mata es... Teresa Mata (ríe). Soy una señora de 58 años, catedrática de Derecho financiero y tributario de la Universidad de León. Soy madre de tres hijos, todos ellos universitarios, la primera ya acabó y los otros dos en la ULE. Soy una alcalaína con corazón leonés, ya que llegué en 1992 y esta tierra me absorbió y consiguió que me quedara.

En 2020 había un rector que podía hacer un segundo mandato. Nunca me ha gustado comerme la merienda de nadie y me pareció más oportuno que el rector que en ese momento pensaba que lo estaba haciendo bien siguiera y no me planteé presentarme en ese momento.

A fecha de 2024 hemos puesto el contador a cero y creo que es el momento para la ULE de tener alternativas, cuantas más mejor y siento que solo seamos tres los candidatos y que nadie más se haya animado a dar este paso tan importante.

No tengo ninguna queja. Creo que se ha hecho una buena gestión y que la ULE está en un proceso de consolidación. Hace falta mover las estructuras, cambiar a la gente, y eso es lo que me anima porque es bueno cambiar y traer un nuevo aire, nuevas ideas. Nadie es imprescindible y renovar las estructuras es bueno. La universidad necesita ganas e ilusión y la gente que entra nueva lo tiene.

Sí hay algo que no me ha gustado en los últimos días. Creo que García Marín debería acabar el mandato como ha sido su gestión y no entrar en determinados trapos que me han afectado directamente. Me ha sorprendido que dijera que yo he ensuciado el nombre de la ULE porque he reclamado un acto administrativo, no me ha gustado nada. A salvo de ese matiz que no he entendido, no tengo más queja.

Desde el respeto y entendiendo que dar el paso no es fácil y que la universidad es soberana y tiene que decidir lo que quiere para los próximos seis años.

Quiero dar la posibilidad a que una mujer sea rectora de esta universidad porque no ha habido ninguna, porque creo que el liderazgo femenino es importante y siempre he procurado crear una senda para todas las que vienen detrás, que sepan que no hay techo de cristal y pueden asumir el cargo igual que los hombres.

El diálogo nunca sobra, y en los cargos que he tenido he pretendido ser dialogante con todo el mundo y no me gusta decir cosas que no voy a hacer. Creo que es muy importante hablar y la credibilidad, y la credibilidad no se gana con promesas sino con hechos. Toda mi vida he procurado hacer más que decir y creo que ese lema va bien a mi personalidad.

Claramente y sin ambages, León necesita Medicina. Llevamos años con eso y parece que en la última semana de su mandato después de ocho años por lo que dice la prensa García Marín lo ha dejado bien encarrilado y espero que sea así. Con independencia de que haya un informe fantástico, no podemos ir a imponer a nadie nada, tenemos que convencer de que vamos a ser capaces de tirar de este título, convencer a la Junta de que nos aporte el dinero que necesitamos para esta nueva titulación y tener capacidad de diálogo con las instituciones. Quien me conoce sabe que no cejo nunca en mis empeños y cuando considero que algo debe hacerse intento buscar las vías para que se haga. El rector tiene que ser inteligente y saber dialogar con las instituciones. Necesitamos médicos y tengo clarísimo que se puede hacer un buen planteamiento para lograrlo.

Lo más importante es poner en el centro de la universidad y de los objetivos a las personas que conformamos la universidad: el personal docente e investigador, el personal técnico de administración y servicios y los estudiantes. Hay que mejorar la vida de todos los estamentos, ver cuáles son las legítimas aspiraciones de cada uno, qué hace falta y qué se puede hacer.

Somos una universidad muy particular que cuando llegué a León me encantó, que es una universidad de la sociedad porque fue ella quien impulsó para que se creara, y nos debemos a ella. Hay que avanzar en títulos no presenciales y semipresenciales, donde tenemos mucho que hacer y que decir, y sobre todo en ese servicio a la sociedad. Las ingenierías necesitan refuerzos y teniendo el INCIBE tenemos que aprovechar para ampliar la oferta de titulaciones y plazas e incluso poner algún grado vinculado.

La estabilización de la plantilla tanto del PDI como del PTGAS es importantísimo, y la Losu nos da oportunidades y hay que ser machacones con la Junta para que nos dé presupuesto. Hay que hacer un especial esfuerzo para consolidar una carrera profesional y horizontal para el PTGAS para que tengan expectativas. Si generas un compromiso con la institución y una sensación de pertenencia y orgullo a esta casa todo avanza.

Una absoluta ventaja. Los segundos mandatos rectorales que he conocido y padecido no sé el motivo pero no son tan buenos como los primeros. Es mejor dar dos años más a un rector para acabar su proyecto, estoy convencida, y hay mucho por hacer, mucho trabajo por delante, como los nuevos estatutos que tienen que ser mejores y hacernos sentir a todos orgullosos de esta casa.

Tengo claro que hay que trabajar por los compañeros. Cuando alguien se presenta al cargo se presenta con la carga y lo primero que haremos será conocer bien la gestión que se ha hecho para respetar todo lo que se ha hecho bien y no entrar como un elefante en una cacharrería. Primero conocer y a partir de ahí tomar decisiones.

En las elecciones rectorales a mi juicio quien venga de vicerrector es más intrascendente. Creo que tenemos que poner la cara y los demás ayudarán en el proceso. Hay personas que desde el primer momento han querido salir conmigo en las fotos pero por ahora me quedo más tranquila sin dar nombres y si llego a una segunda vuelta se conocerá. Pero serán personas que tengan la misma idea de universidad que yo.