¿Qué son los insumos y cómo afectan a los agricultores?

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«Los insumos nos van a arruinar»

Susana Gutiérrez

Sin lugar a duda, el insumo más importante en el campo es el fertilizante, producto cuyo precio se ha disparado en un 200% en un año, según los datos facilitados por ASAJA. El sindicato agrario alerta de que si sigue la tendencia actual se mantiene hasta que concluyan las siembras de cereal de invierno en el próximo otoño, se alcanzará un coste global que multiplicara por tres el gasto de 2021. Esa será la factura más importante, la del abono mineral, pero no la única que se disparada.

La preocupación también se centra en el precio del gasóleo y la electricidad que mueve toda la maquinaria y los sistemas de riego. A estas alturas, el gasóleo agrícola cuesta hoy a los agricultores un 120% más que hace un año. En lo que se refiere a la electricidad, dependerá de los contratos que se mantengan con las compañías electicas, pero las previsiones del sector apuntan a que la factura se duplicará. Fuentes de Asaja insisten en que los agricultores de la región desembolsarán 1.000 millones de euros más que el pasado año tan solo en fertilizantes, gasóleo y electricidad.

A esos costes que califican como «desorbitados» habría que añadir también otros insumos como el pienso en el caso de ganaderos, los servicios a terceros, el mantenimiento de instalaciones, los servicios veterinarios, los fitosanitarios o las semilla.

«El sector vive en la actualidad una situación muy complicada, ya que, aunque el precio del cereal está por las nubes, el doble que habitualmente, los insumos se han disparado, especialmente en el gasóleo, los abonos y nitratos», denuncia Francisco Velasco, agricultor con 150 hectáreas de secano. Considera que es un momento en el que hay que tomar medidas o «nos vamos a ir a la ruina».

En la misma línea se posicionan, Jaime e Isidro Herrero, agricultores de regadío que coinciden en que «el gasoil está al doble, los fertilizantes sobre todo los nitrogenados están tres veces más caros que el año pasado. Para el maíz es lo que más se utiliza». Apuntillan que finalmente la situación termina repercutiendo también en otros ámbitos: «las casas de maquinaria, las ruedas suben mucho, los fitosanitarios, las semillas… Todo sube».