El 51% de los españoles pasará a la fase 1, pero Madrid y Barcelona no avanzan

Sanidad ha dado el visto bueno a la mayoría de las propuestas de las comunidades, incluso el ministro Salvador Illa ha convertido ese acuerdo en cifra: el 83% de las peticiones han sido atendidas. Pero el criterio, en líneas generales, fue conservador y ante la duda, el ministerio eligió el no. Avanzan regiones con buenos datos sanitarios como Murcia, las Islas Baleares, Canarias y Extremadura; y también lo hace toda la cornisa cantábrica (Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco), al igual que Navarra, La Rioja y Aragón y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. En el resto de las comunidades autónomas aparecen divisiones entre unas provincias y otras e incluso, dentro de la misma provincia, algunas áreas sanitarias estarán el lunes en la fase 1 y otras no.

Epicentro de la pandemia en España, la situación de la Comunidad de Madrid ha estado marcada por la tensión entre la salud y la economía. El Gobierno de la popular Isabel Díaz Ayuso se debatió entre la razón sanitaria, que empujaba a esperar para entrar en la fase 1 porque los datos del coronavirus siguen siendo malos, y la razón de los negocios, asfixiados después de casi dos meses de cierre forzoso. El debate interno fue tan fuerte que la presidenta y su vicepresidente, Ignacio Aguado, de Ciudadanos, partidario de avanzar ya, discreparon en público, hasta que se impuso el criterio de éste último. Pero cuando Ayuso decidió solicitar el ingreso en la fase 1, su directora general de Salud Pública, Yolanda Fuertes, se negó a firmar la petición al considerar que «no está garantizado el suministro de equipos de protección individual» y afirmar que «seguimos teniendo más pacientes ingresados Covid en UCI que la capacidad habitual de camas UCI en la Comunidad de Madrid». Posteriormente, dimitió.

El Ministerio de Sanidad no tuvo este viernes dudas. Negó a Madrid el avance y le conminó a entregar la semana que viene una nueva propuesta que le permita obtener el 'sí' del Gobierno e incorporarse a la fase 1 el lunes 18. Además, el ministro Illa quiso dejar claro que en el análisis de esta región «sólo han pesado los datos, no ha habido ninguna otra consideración».

Menos polémica fue la decisión sobre Cataluña. La Generalitat asumió desde el principio que las provincias de Barcelona, Gerona y una parte de Lérida no estaban en condiciones de progresar, y tan sólo podía hacerlo completamente Tarragona. Sanidad también lo ha creído así. En Castilla-La Mancha también se desescalará por zonas: Guadalajara y Cuenca pasan a la fase 1 y Toledo, Ciudad Real y Albacete permanecen en la 0.

En otros lugares la evaluación del Ministerio creó estupor e incluso indignación. Castilla y León, por ejemplo, una comunidad castigada, aspiraba a conseguir que 39 áreas de salud pasaran de fase, pero Sanidad sólo ha permitido que lo hagan 26. También en la Comunidad Valenciana, que quería acceder en su totalidad a la fase 1 y donde, sin embargo, sólo lo harán diez departamentos de salud, que no incluyen a ninguna de las tres capitales de provincia.

Pero donde la decisión del Ministerio desató más controversia fue en Andalucía. Seis provincias pasan, pero Málaga y Granada se quedan en la fase 0. En ambos casos, el Gobierno regional había pedido que algunos distritos fueran excluidos del progreso, pero que sí lo hicieran ambas capitales y la mayor parte de las provincias. Al contrario de lo que hizo en otros lugares, Sanidad tiró de brocha gorda y no 'salvó' a las ciudades de Málaga y Granada. «El mapa de Andalucía debería estar pintado del color de la fase 1. Es difícil de entender que en otras CC AA se permita una desescalada por distritos sanitarios y en Andalucía no. Pediré que se revise esa decisión y se nos aplique el mismo criterio que a los demás», expresó en Twitter el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla. El turismo, una gran industria en estas provincias, puede ser el gran perjudicado, al menos en el corto plazo, por la decisión del Ministerio.

«Esto no es una carrera», recordó el ministro Salvador Illa cuando se le empezaron a plantear las pegas de algunas comunidades autónomas. «Todas las decisiones se han basado en criterios epidemiológicos y asistenciales», reiteró el director de Emergencias, Fernando Simón.

En la fase 1 se podrán celebrar reuniones de amigos y familiares de hasta 10 personas, tanto en viviendas como en la calle, y abrirán las terrazas, con limitaciones a la mitad del aforo para garantizar la separación física. También volverán los oficios religiosos y los velatorios y funerales y las familias podrán viajar en un solo vehículo, aunque seguirán sin poder salir de la provincia o demarcación elegida para la desescalada. Los comercios de menos de 400 metros cuadrados podrán atender ya sin cita previa.

Ahora se ponen en marcha dos calendarios. Las provincias que no han progresado tendrán siete días que viene para trabajar en sus criterios y si el Ministerio les da su visto bueno en un examen previsto para finales de semana, podrán ubicarse en la fase 1 a partir del lunes 18. Las que sí han avanzado deberán esperar 14 días para comprobar que la relajación no ha conllevado unos peores datos sanitarios. Si es así, pasarán entonces a la fase 2.