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Ander Azpiroz
Miércoles, 6 de mayo 2020
Las comunidades autónomas van conociendo semana a semana su avance en la desescalada, que va de la fase 0 a la 3 . Ésta es la situación actual de la desescalada:
Tras un confuso debate entre los dos partidos de la coalición del Gobierno autonómico, la Comunidad de Madrid pidió de primeras, el 11 de mayo, pasar a la fase 1. Fue la presidenta, Isabel Díaz Ayuso (PP), la que terminó cambiando de opinión. Primero dijo que la región todavía tenía que reducir el porcentaje de enfermos en UCI, mientras que el vicepresidente, Ignacio Aguado, (Ciudadanos) opinó que la región sí estaba preparada porque existe «un sistema sanitario robusto». No obstante, esa solicitud no fue escuchada por Sanidad. El Gobierno madrileño, por medio de su presidenta, solo tardó minutos en censurar la decisión y días después anunció un recurso ante el Tribunal Supremo. El viernes 22 de mayo, Madrid pasó finalmente a la fase 1, pero a la coalición entre PP y Ciudadanos le parecía ya de por sí insuficiente. Según informó Moncloa el 27 de mayo, el Gobierno regional solicitó una desescalada según zonas más o menos afectadas, y siempre dentro de la comunidad autónoma, pero se le negó. El 5 de junio ya, sí, alcanzó la fase 2, donde permanece por ahora.
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Tras semanas de tensión entre el Gobierno central y la Generalitat, y múltiples quejas del presidente catalán, Quim Torra, (al frente del un ejecutivo independentista formado por JxCat y Esquerra), se produjo el acuerdo. Tal y como pidió el Govern de Cataluña, se dictó la fase 0, salvo en Tarragona y el Valle del Arán. Torra se mantuvo cauto. Una semana después pidió que solo avanzasen de estadio las zonas de Lleida, Girona y Catalunya central, lo que no sorprendió en Sanidad. El gran problema es la situación epidemiológica en la conurbación del Barcelona, donde se concentran casi cinco millones de personas, es decir, cerca de dos tercios de la población catalana. La propuesta de la Generalitat fue mantener la provincia de Barcelona en fase 0, aunque suavizando algunas medidas del confinamiento. La siguiente semana se solicitó el pase de Barcelona a la fase 1, algo que Sanidad concedió. Las zonas sanitarias de Camp de Tarragona, Terres de l'Ebre y Alt Pirineu pasaron a su vez a la fase 2. El pasado 28 de mayo, pasaron también Girona, Cataluña Central, Alto Penedès y Garraf. Después, la fase 2 llegó a Barcelona y Lleida. Esta última provincia se había quedado rezagada a causa de un rebrote, pero volvió a avanzar e, incluso, escaló a la fase 3. Parte de Lledia además de Barcelona permanecen de momento en la 2 como medida de precaución.
El Gobierno regional, una coalición entre PP y Ciudadanos, pidió la desescalada inicial por zonas básicas de salud. Si bien, siendo una de las tres comunidades autónomas más golpeadas por la pandemia, abogó como norma general por la permanencia en la fase 0. En principio, sus nueve capitales de provincia permanecieron en la fase 0, aunque sí se permitió a algunas zonas rurales menos golpeadas pasar a la 1. El 22 de mayo se confirmó que toda la comunidad autónoma accediese a la fase 1. En cualquier caso, se mantuvo la cautela. La Junta solicitó acto seguido al Gobierno central el avance solo para las comarcas de El Bierzo y Laciana, algo que fue aceptado. El resto de Castilla y León permaneció en la fase 1 y después pasó en su totalidad a la fase 2, donde permanecen las provincias más cercanas a la Comunidad de Madrid.
Solo progresaron de inicio 10 departamentos sanitarios. Las ciudades de Valencia, Alicante y Castellón no pasaron a la fase 1. Esta región está gobernada por una coalición formada por el PSPV, Compromís y Podemos. El presidente socialista, Ximo Puig,, fue muy crítico con Sánchez en la posterior reunión de líderes autonómicos. Moncloa permitió días después que las tres provincias valencianas, al completo, pasasen a la fase 1. Pero, como medida de precaución para evitar un rebrote, debido a un pequeño repunte de su índice de reproducción del virus (del 0,66 al 0,85), la Generalitat Valenciana ha decidido no pedir aún avanzar a la fase 2. Es la única comunidad que ha pisado el freno hasta este momento. El Gobierno de la Generalitat ya considera controlado el rebrote. Solicitó el progreso a fase 2 de las tres provincias: Castellón, Valencia y Alicante. Y le fue concedido. De momento, toda la Comunidad Valenciana ya está en fase 3.
Andalucía, con un ejecutivo de coalición formado por PP y Ciudadanos, solicitó al Ministerio de Sanidad en un principio que todas las provincias andaluzas, salvo dos distritos sanitarios en Granada y uno en Málaga, pasasen a la fase 1. La reclamación no fue admitida. Almería, Cádiz, Córdoba, Huelva, Jaén y Sevilla avanzaron, pero Granada y Málaga permanecieron en la fase 0. El Ejecutivo presidido por el popular Juanma Moreno insistió en el paso de Málaga y Granada a la siguiente fase, con índices de contagios mucho menores que otras zonas desescaladas de, por ejemplo, Euskadi. El 15 de mayo, Granada y Málaga se unieron a la fase 1. No obstante, en el siguiente paso se ha repetido la situación. Toda Andalucía pasó a las fase 2 con la excepción, otra vez, de Granada y Málaga, que se quedaron en la 1 aunque una semana después avanzaron también. El 5 de junio todas las provincias de Andalucía pasaron a la fase 3 de una tacada, donde seguirán al menos la próxima semana.
Una de las comunidades más castigadas por el coronavirus (gobernada por el PSOE con mayoría absoluta) vio como dos de sus provincias avanzaban de primeras a la fase 1, mientras que otras tres tenían que esperar, al igual que grandes ciudades como Madrid o Barcelona. La evolución se repitió después. Cuenca y Guadalajara pasaron a la fase 2, mientras que Toledo, Albacete y Cuenca tuvieron que esperar otra semana hasta que Sanidad les dio el visto bueno. La situación se repitió después: Cuenca y Guadalajara pasan a la fase 3 y Toledo, Albacete y Cuenca permanecieron en la 2. Desde este lunes, toda la comunidad pasa a la 3.
El Ejecutivo vasco ya afirmó el 6 de mayo que se cumplían «sin ninguna duda» las premisas para avanzar y que los datos sobre la evolución de la pandemia «son base suficiente para demostrar» que la comunidad autónoma puede dar «pasos adelante». El Gobierno, que ha contado con el apoyo del PNV para las prórrogas del estado de alarma, apoyó el avance de fase para las tres provincias: Álava, Vizcaya y Guipúzcoa. El 22 de mayo volvió a dar el visto bueno al paso de las tres provincias vascas a la fase 2 y este 5 de junio se ha hecho lo propio con la fase 3. Los últimos brotes en algunos hospitales ralentizan el paso a la «nueva normalidad» de momento.
El coronavirus en cifras
Sanidad decidió sin dudas que todo el territorio asturiano, gobernado por el PSOE, avanzase a las fases 1 y 2 de la desescalada al cumplir con cada uno de los requisitos exigidos. El Principado, una de las regiones menos castigadas por la pandemia, ya aspiraba a alcanzar en el menor tiempo posible la siguiente fase.
El Gobierno cántabro del independiente Miguel Ángel Revilla, aliado con el PSOE a nivel autonómico, ansiaba la fase 1 lo antes posible, y la consiguió a las primeras de cambio. El Ejecutivo regional ha garantizado a lo largo de estas semanas que la comunidad autónoma cumple «todas las exigencias» que ha puesto sobre la mesa el Ministerio. Y así se valoró de nuevo en Sanidad. Cantabria escaló a la fase 2 entre las primeras y después hizo lo mismo a la fase 3.
El Gobierno Foral de Navarra solicitó el pase directo a la fase 1 de la desescalada y lo consiguió en el primer examen. El Ejecutivo de coalición presidido por la socialista María Chivite ya avanzó que su propósito era seguir adelante en la desescalada. Sanidad no le puso objeciones y Navarra alcanzó la fase 3.
El presidente de la región, el socialista Javier Lambán; que pilota una alianza de hasta cinco partidos (PSOE, Podemos, Chunta, Par e IU) aspiraba a que la mayor parte de la comunidad pasase desde un principio de fase y en el menor tiempo posible al tener una incidencia «ínfima» de coronavirus. Y a la vez, incluso, llegó a mostrarse crítico con la estrategia el Gobierno central. «Salvar vidas está muy por delante de salvar políticamente a Pedro Sánchez», llegó a decir. Huesca, Zaragoza y Teruel se encuentran, por ahora, en la fase 3.
El Gobierno regional, presidido por la socialista Concha Andreu en coalición con Podemos, pidió en un primer momento pasar a la fase 1 de la desescalada. Aprobó, y ha vuelto a hacerlo en los siguientes exámenes. Sanidad confirmó que La Rioja cumple con todos los requisitos para estar en la fase 3. Ve próxima la «nueva normalidad».
La Junta de Extremadura, presidida por el socialista Guillermo Fernández Vara con mayoría absoluta,solicitó que las dos provincias del territorio transitasen de la fase 0 a la 1 de forma inmediata. Y de hecho Badajoz y Cáceres lo lograron. Extremadura es una de las regiones con menor incidencia de coronavirus y por eso no encontró ninguna pega de Sanidad para escalar a la fase 3. El próximo paso es la «nueva normalidad».
Pasó con una de las mejores notas a la fase 1 de la desescalada y las ha seguido manteniendo. Los requisitos de los expertos del Gobierno central se superan con creces en Murcia, por lo su avance a la fase 3 se daba por descontado desde un principio. La única pega fue un rebrote en la localidad de Totana que se dio por controlado de inmediato.
El Govern de Baleares, que preside la socialista Francina Armengol al frente de una coalición progresista, solicitó desde un principio que para Mallorca, Menorca e Ibiza se tuviera en cuenta su singularidad insular junto a su bajo porcentaje de contagios. Todas las islas, muy afectadas por la caída del turismo, recibieron sin problema el visto bueno de Sanidad para avanzar a la fase 2. El 28 de mayo, Sanidad ya confirmó que Formentera pasaba ya a la fase 3, muy cerca de la «nueva normalidad» que señala el Gobierno. A esta isla se le une ahora el resto del archipiélago. Y será la primera comunidad, además, en comenzar a recibir turistas a partir de la próxima semana.
La Graciosa, El Hierro y La Gomera accedieron directamente a la fase 1 y también fueron las primeras en pasar a la 2 y a la 3. El Ejecutivo de coalición presidido por los socialistas canarios pidió, y lo logró, el avance a la fase 1 del resto de las islas, que poco después también escalaron a la 2. El archipiélago aspira a dejar cuanto antes la crisis para recuperar el turismo, su fundamental fuente de ingresos. Ya está más cerca al alcanzar todas las islas la fase 3.
La región, gobernada con mayoría absoluta por el popular Alberto Núñez-Feijóo, solicitó de antemano quetoda la comunidad autónoma pasase a la fase 1. Sanidad se lo permitió tras considerar que cumplía con todos los requisitos. A Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra superaron también de nuevo el siguiente examen de los expertos del Ministerio. Y, a la tercera también lo consiguieron para llegar a la fase 3. Ahora, Galicia será este lunes, por decisión de Núñez-Feijóo, la primera autonomía en acceder a la «nueva normalidad».
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