Y el Lunes Santo acabó como empezó: bajo el agua.
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La Cofradía del Santo Sepulcro – Esperanza de la Vida fueron los últimos en tener que suspender su acto procesional de una jornada en la que León no ha podido disfrutar de su Semana Santa en ... la calle.
La Solemne Adoración de las Llagas de Cristo tuvo que quedarse en el interior del convento de las Concepcionistas.
Una iglesia abarrotada no quiso dar la espalda a un acto que, a pesar de no ser en el exterior, no perdió ni un ápice del recogimiento y solemnidad que acompaña siempre este desfile.
El Santísimo Cristo Esperazanza de la Vida reposaba sobre su lecho acompañado por cuatro cofrades que iban aumentando y disminuyendo la fuerza del fuego con el anuncio de cada llaga.
El Grupo San Pedro del Castro, con sus capas pardas y las mujeres portando el tradicional luto leonés, fueron repasando los salmos de cada una de las cinco llagas y en un convento donde no cabía nadie más.
Actos suspendidos
Los papones guardaron silencio, como marca su voto, y respetaron esta representación que no puso recorrer el barrio Húmedo como cada Lunes Santo, pero que generó un ambiente imponente en un rezo que recuerda cada una de las heridas de Cristo.
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