El Dainos pregona la buena muerte

'Dainos Señor buena muerte, por tu santísima muerte', promulgaban las voces de las mujeres que repetían los versos del Santo Rosario.

Tradición y recogimiento al paso de este acto donde Nuestro Padre Jesús Nazareno, apodado bajo la petición leonesa del 'dainos', que era portado por una ventena de braceros y en un trono de menores dimensiones al habitual.

La salida desde la iglesia conventual de San Francisco el Real agolpaba a centenares de personas. Previamente, las cofradías de la Sobarriba habían llegado a los Capuchinos procedentes de la plaza del Grano.

La procesión congregó a las penitenciales de Nuestra Señora del Rosario de Villaseca de la Sobarriba, Nuestra Señora de las Rutiellas de Solanilla, Nuestra Señora de la Asunción de Arcahueja, Santa Eugenia y la Venerable Orden Tercera de San Francisco de Villafranca se sumaron al canto de este Santo Rosario de la Buena Muerte.

Dulzaina y tamboril, corneta y tambor para anunciar las paradas de rezo. Sobriedad y seriedad en los hermanos de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y del Silencio que recuperaron este ancestral acto para la Semana Santa.

Cerraron la Procesión del Dainos la Banda de Música de las Siete Palabras, fiel colaborador en este desfile, para llevar al Domingo de Ramos el espíritu secular de la pasión.