
Secciones
Servicios
Destacamos
Se la jugaron las negras y salió gris. La decisión se tomó a la hora prevista para la salida: la Pasión salía, a pesar de una amenaza de lluvia que se cumplió cuando el último paso aún no había abandonado Santa Nonia.
La procesión central de este Lunes Santo tuvo que recortar de forma importante su recorrido ante un cielo gris que obligó a que las tres centenarias de León perdieran el pulso con la meteorología.
Santa Nonia ebullecía a la hora marcada. Miles de papones de riguroso luto se postraban a las puertas del templo y miraban al cielo. La cruz de guía de Angustias era el anuncio esperado por el público impaciente.
La Procesión de la Pasión se pudo celebrar, sin avanzar por el barrio Húmedo, y los tambores de la agrupación musical eran ese anuncio.
A las puertas del templo, la primera talla mariana de la tarde aguardaba a sus braceros, que la auparon con el Himno de España. La Señora de las Angustias volvía a las calles de la capital.
Tocaba poner en práctica lo aprendido en el segundo año de la puesta en marcha de los hermanos de orden para Angustias y Soledad. Con alguna voz más alta de lo debido, y reforzando las filas para hacer más corta la hilera de cruces, la marea negra salía a recorrer la ciudad en versión exprés.
Mientras, en el interior de la capilla se contenía el silencio. El bracero mayor pedía elevar al señor de León y la banda de música hacía sonar el himno a Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Ver 45 fotos
El encadenado de marchas servía al Dulce Nombre para postrar a los leoneses a las plantas de su titular en un momento que nadie se quería perder. El Nazareno volvía a sus calles.
Ya quedaba menos gente en Santa Nonia cuando la Real de Minerva y Vera Cruz tomaba la iniciativa. Fue en ese preciso instante cuando la lluvia comenzó a caer a las puertas del templo, aunque ya no había tiempo para detener la marcha.
La Piedad de Carmona, con la Marcha Real interpretada por una mejorada banda de Minerva, se mojaba para cerrar una procesión de la Pasión que el agua interrumpió, aunque permitió que los más fieles se asomaran, paraguas en mano, para recibir una pequeña dosis de Lunes Santo.
Y lo peor se vivió en el camino de regreso a Santa Nonia. La lluvia subía de intensidad y empapaba los pasos, especialmente el de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Piedad, que tuvieron que recogerse a paso ligero en un error de cálculo que hizo que las tallas y las túnecas se mojasen.
Publicidad
Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras, Miguel Lorenci, Sara I. Belled y Julia Fernández
Cristina Cándido y Leticia Aróstegui
Fernando Morales y Sara I. Belled
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.