30 años de la Procesión de la Pasión
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30 años de la Procesión de la Pasión
«No es una heredera del Pregón; es algo nuevo porque nadie quería salir ese día»Recuerda todavía hoy aquel abrazo de hace 30 años. Angustias y Jesús, acompañados de Minerva, y con el apoyo de la Redención y María, sacaron a la calle una nueva procesión para la ciudad de León. Todo había salido bien.
Andrés Félix López Cortés fue el abad de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad en aquel bienio, en 1994, y es el único que ha sobrevivido de entre los máximos dirigentes de las tres centenarias que hoy siguen tiñendo el Lunes Santo de negro con la Virgen de las Angustias, el Nazareno y la Piedad.
El Lunes Santo había una procesión, que era la del Pregón, para todas las cofradías. Por acuerdo de la Junta Mayor, por mayoría, todos dijimos sí, se creó la Procesión del Pregón para el Sábado de Pasión, que salió en 1994. Quedaba entonces el Lunes Santo vacío; nadie quería sacar ese día. Y el abad de Angustias y el de Jesús, de común acuerdo, decidimos hacerla nosotros. Y así queda reflejado en el programa de 1994. Hubo algún cabreo porque alguna quería aprovechar aquel día, pero así surgió la Procesión de la Pasión, a la que Minerva venía como invitada. De hecho, bien a mi pesar, la imagen de la Piedad de Minerva estuvo en la calle unos años hasta que se decidió que teníamos que ser capaces de meterla dentro, porque la queríamos lo mismo que la gente de Minerva. También se cambió el orden, salíamos de la más joven a la más mayor y ahora es al revés -actualmente, Angustias sale primero, después lo hace Jesús y cierra Minerva-. Fue por un acuerdo y porque Angustias tiene mucha gente los lunes, desde que se dejó poner túnica a mujeres, que ha sido un constante entrar de gente. Y ese es el origen de la Procesión de la Pasión, que no tiene nada que ver con la del Pregón.
Se me ocurrió a mí, sin más. Me habían ayudado el abad de Minerva y el de Jesús a hacer el recorrido, para confeccionarlo, y el primer nombre que me vino a la cabeza era la Pasión porque en aquella época, para las históricas, la pasión empezaba el Lunes Santo.
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En Minerva estaba Canuria -Pedro Vicente Canuria Fernández, conocido como 'el sastre'-, que sustituyó al abad Edelmiro Robles Ordás, al que le tocaba pero falleció; y de Jesús era Alejandro -Alejandro Morán Robles, conocido como el joyero de la Rúa-; y de Angustias era yo -Andrés Félix López Cortés.
Tengo un recuerdo raro y especial. Fui secretario de la cofradía -Angustias- y, por un proceso curioso, llegué a la abadía. Mientras esperaba que saliera la procesión, porque los abades no organizamos, lo hacen los viceabades y secretarios, estábamos viéndola salir: Minerva, desde la calle; Jesús y el Nazareno; y Angustias, con la virgen. En un momento determinado, tenía intención de organizar la procesión porque había sido secretario. Además esperaba ver más gente de otras cofradías, mentalmente, pero no había porque solo estaban las negras -las tres centenarias, además de Nuestro Señor Jesús de la Redención y María del Dulce Nombre-, y solo había papones negros. Fue una sensación muy rara, pero según pasó la procesión, nos emocionamos los tres abades, cada uno por una cosa. Veíamos que era algo que habíamos inventado nosotros, porque nadie quería sacar nada ese día, se había puesto en marcha y salia como queríamos que saliera. Así lo reconocieron los periódicos de la época. Algunos dicen que la Pasión es heredera del pregón, pero es algo nuevo, inventada y porque nadie quiso salir ese día. El Lunes Santo no se podía quedar sin procesión.
Estábamos en la Junta Mayor, con Antonio Trobajo, yo mismo, el abad de Jesús, el de Minerva y el resto de abades. Como nadie salía el Lunes Santo, que habíamos aprobado por mayoría, sin estar muy de acuerdo, que la Procesión del Pregón se hiciera para el Sábado de Pasión, y así lo atestigua el programa. Los abades de Jesús y Angustias lo decidimos, arriesgándonos a que nuestras juntas nos dijeran que no; se presentó así y nos aceptaron. Y la sacamos.
En aquel momento no porque la situación de la Junta Mayor era bastante complicada; se rompió, y nadie sabía cómo iba a evolucionar la Semana Santa de León. Habíamos visto que le resto de ciudades estaban en ebullición, al igual que León, con otro tipo de intereses y sensibilidades y no sabía cómo evolucionaría. Me di cuenta de que era definitivo en 1996 porque pasó el 95, de trámite, y en el 96, hasta donde yo llego, desapareció la Procesión del Pregón, y se crea esto. Jesús y Angustias tiraron por ella, Minerva se unió y dejaron de venir María y la Redención.
El acierto fue seguir tradiciones. Siempre intentamos forzar que las cofradías se ciñeran a tradiciones. Una procesión, el Lunes Santo, llevaba haciéndose desde que yo recuerdo, la del Pregón, y el lunes no podía quedar sin procesión habiendo desde el viernes y desde el martes. Tenía que seguir llenándose de negros la glorieta de Santa Nonia.
Esta procesión tiene lo mismo que en aquel momento: tres imágenes en la calle que son representativas de la Semana Santa de León al 100 por 100, y no hay nadie que no quiera a alguna de estas tres imágenes. Y, además, hoy día, con la incorporación de las mujeres a Angustias, se ha hecho una que todos los hermanos, hermanas, niños y niñas, que han venido a la cofradía atraídos por las madres, están esperando con anhelo ese momento. Sale tanta gente ese día que somos incapaces de manejar la procesión y se ha tenido que crear un grupo para organizarlo.
Jesús y Angustias; Angustias y Jesús, al mismo nivel. Si yo puse mucha ilusión, porque el nombre me salió sin más, Jesús puso infraestructura que en aquel momento tenía, y Angustias puso mucha gente. Ambos, para esa procesión pusimos lo mismo.
Hay una persona que participó, Alejandro -abad en ese momento de Jesús-. Me acuerdo mucho porque fue un hombre con sus más y sus menos en su abadía y era muy, muy llano y sencillo, una bellísima persona que hacia todo de corazón. Le echo de menos porque cuando había actos de Jesús, invitaba a Angustias. El abad, ahora por tradición, los dos abades se ponen juntos, o los secretarios, antes no estaba tan claro y él cada vez que hacía algo me agarraba del brazo y me decía: tú conmigo, que eres el abad de Angustias. Y quería tanto a la Virgen de las Angustias como al Nazareno.
A la Junta Mayor la he perdido el ritmo, ha habido muchos cambios. Si hablamos de que no hubiera procesión y las tres más antiguas tuvieran que sacarlas, no habría problema. Entre otras, no puedo opinar.
Veo la Semana Santa casi igual que en los 90. Se ha apoyado en un trípode: la religión, sin religión no hay Semana Santa; la tradición; y el folclore o puesta en escena. Sin alguno, se viene abajo. Eso pasaba en el 94 y hoy. Hoy la veo más pujante, pasos con más lujo a la calle, se han mejorado bastante, a veces demasiado, y pesan más los pasos porque se han ido ampliando. Y pesan mucho y no lo hacían antes. Hubo un momento de muchos hermanos y había que meter braceros y me parece un error y el tiempo lo está demostrando; va a haber que quitar peso a los pasos porque no hay gente del campo y acostumbrada a trabajos físicos y la gente es cada vez más mayor.
Se parece mucho a aquella: sales a la calle y ves lo mismo, ves devoción, aunque con más lujo y organización. Las cofradías nuevas metieron a las antiguas en el orden, que salir con capillo de Santa Nonia era de risa, y desde que entraron las nuevas se sale con capillo abajo, y eso se respeta. Cuando veo una procesión, que no la veo a pie firme y me muevo tras ella, la veo muy parecida porque las imágenes principales siguen siendo las mismas; hay algunas nuevas que me gustan mas que otras. Algunas cofradías se han buscado su sitio, como la Redención; otras continúan, como Siete Palabras, que es histórica y que tuvo sus más y sus menos, pero es un lujo. La veo más o menos igual.
Siguen saliendo las tres imágenes, sale más organizada a pesar del desorden por al cantidad de gente que hay..., no ha cambiado mucho. Lo que sí ha cambiado, cara a la Procesión de la Pasión, ha sido queel inicio era el final del Triduo del Nazareno y ahora no es así. La salida de la procesión, desde la iglesia y sin nada que moleste dentro es una maravilla. Y que las tres imágenes salen de Santa Nonia, si hay que hacer algún acto se hace dentro y son igual de emotivos que la salida. Y la pena es que Santa Nonia es lo que es, si fuera más grande sería una preciosidad. Las bandas que van tocando, la gente va con ilusión y para Angustias supone el comienzo de la Semana Santa porque todos los hermanos esperan al Lunes Santo para salir. Se nos llena Santa Nonia de negro y oro. Yo he salido muy pocas veces, cuando salían mis nietos, pero ahora que sale mi hija y mis nietos son mayores yo voy haciendo alguna foto. Llego a Santa Nonia y veo negro y oro.
El final de la procesión, el deber cumplido, el abrazo de los cinco abades, cuatro hombres y una mujer, fue el recuerdo más bonito. Sigue siendo gente ligada a la Semana Santa y es el recuerdo más bonito. Fin de procesión, deber cumplido y hacerlo muy bien, y la continuidad ha sido una virguería.
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