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El patio central del Museo Diocesano y de la Semana Santa permanece vacío tres años después de su inauguración; en el círculo, el arquitecto Félix Compadre. Leonoticias
«Me endemonia ver mi edificio parado; el dinero es solo una excusa»

Felix Compadre - Arquitecto del Museo de la Semana Santa

«Me endemonia ver mi edificio parado; el dinero es solo una excusa»

El arquitecto del Museo de la Semana Santa defiende la ejecución de su proyecto con «estándares de la Unión Europea» y reduce el coste de su puesta en uso a «50.000 euros al año»

Lunes, 10 de julio 2023, 08:44

Félix Compadre fue el arquitecto al que se encomendó desde el año 2016 rehabilitar el área occidental del Seminario Mayor de León. Ahí se levantaría el futuro Museo Diocesano y de la Semana Santa, un centro expositivo que se inauguró en julio de 2020 ... y que tres años después sigue en desuso.

El proyecto ha sido calificado como «inviable», como «un escaparate que no se puede llenar» o un «callejón sin salida». El principal problema esgrimido por la Diócesis de León es el patio central, una superficie de 600 metros cuadrados cubierto por una bóveda acristalada.

El patronato, presidido ahora por el vicario general Luis García, ha contactado con ingenieros de Madrid en busca de una solución que, sin embargo, podría estar 'en casa'. Así lo manifiesta el arquitecto del museo, quien señala que «nadie» de la Diócesis le ha preguntado por ello.

Defensa de su edificio

Compadre afirma que el edificio está construido «con estándares europeos» para ser un museo, calificándolo como «un Rolls Royce -coche antiguo- con maquinaria nueva». El espacio cuenta con climatización, está aislado térmicamente para el ahorro energético, dispone de controles de humedad y está zonificado.

La sala acristalada tiene instalada una ventilación artificial a dos niveles que permitiría reducir la temperatura interior de 40 a 20 grados «en dos horas y media». Además, la climatización con uso 'a régimen' supondría un coste «no superior a 50.000 euros al año», muy lejos de los más de 200.000 euros que señaló el obispo de León.

Experiencia

El arquitecto ha defendido su proyecto en base a una experiencia con cúpulas de cristal «que nadie tiene en el Noroeste». Un diseño con el que contó con la empresa Lanic -con trabajos en cubiertas en Doha, Emiratos o Estados Unidos- y con la leonesa Tvitec para el vidrio, que controla el 85 por ciento de la radiación ultravioleta. Y, es más, ante la problemática del sol también cuenta con la posibilidad de instalar unas lonas, con unas velas con colores de la Semana Santa, que cubran la techumbre y eviten el paso directo del sol.

Por todo ello afea las críticas del Obispado y la Junta Mayor ante la imposibilidad de poner en marcha el museo. «Ellos saben lo que hay, pero no me han preguntado cómo utilizar el edificio». E insiste: «Me endemonia ver mi edificio parado, lo del dinero es solo una excusa. Se está deteriorando día a día por estar cerrado y el museo se puede abrir».

Un edificio «espectacular»

Y desecha la opción planteada de abrir ventanas en la zona de descarga de la cúpula porque se«estropearía la concepción del edificio» y haría que entrara «ruido y polvo y no resolvería el problema del calor»

El encargado de diseñar el Museo Diocesano y de la Semana Santa advierte de la necesidad de poner en marcha el centro porque «las máquinas paradas se estropean». También garantiza la entrada de pasos «de hasta tres metros» en las salas de la planta superior y pone en valor un edificio «que tiene una arquitectura espectacular para ser de hace 100 años».

El coste de la construcción

Félix Compadre también ha puesto cifras al coste final que tuvo la edificación del museo. El presupuesto inicial fue de cinco millones de euros a lo que se sumó una «desviación» por contar con carcoma en la estructura, una sobrecarga de uso y la necesidad de triplicar la resistencia de los suelos, arreglar el desagüe de los apartamentos, garantizar el acceso a bomberos y la cata arqueológica del patio. Todo ello elevó en 1,3 millones el presupuesto, a lo que se sumó el IVA para un montante total de 7,5 millones. De esta cifra, el 65% lo paga el Obispado de León -con un crédito anual de unos 50.000 euros que se está pagando- y el 35% restante a través de subvenciones. Las cofradías han aportado 16.500 euros, según refleja el libro de cuentas.

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