Secciones
Servicios
Destacamos
A Pedro Sánchez le habría gustado que la cumbre de dos días celebrada este jueves y viernes en Granada para acoger al casi medio centenar de líderes que forman la Comunidad Política Europea y un Consejo Europeo informal sirviera exclusivamente para poner en valor la ... proyección internacional de España. La cita fue concebida en origen como el hito principal de la presidencia española de la UE; una ocasión para brillar como hace año y medio ocurrió con la cumbre de la OTAN. Pero el escenario nacional y el debate abierto en torno a la eventual concesión de una amnistía para los encausados del 'procés' lo persigue y, como hace dos semanas en su viaje a Nueva York para participar en la Asamblea de la ONU, no pudo sustraerse a él.
El jefe del Ejecutivo en funciones no ofreció este jueves la rueda de prensa prevista junto al primer ministro britanico, Rishi Sunak, y la presidenta moldava, Maia Sandu, según fuentes de la Moncloa, porque el primero no podía participar en ella por problemas de agenda. Sin embargo, a su llegada a la reunión, tras presumir del «peso específico de España», apelar al Mundial de fútbol de 2030 como «reconocimiento a cómo se están haciendo las cosas en nuestro país» y citar su encuentro con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, sí respondió preguntas relativas al ámbito interno.
Las respuestas sirvieron para confirmar, por un lado, que la amnistía forma parte de las negociaciones de los socialistas con el independentismo para la investidura, pero también que nada está aún cerrado. «Estamos negociando y, cuando tengamos una posición concreta al respecto, después de reunirme con todos los grupos parlamentarios, la fijaremos», dijo. Aun así, añadió: «Cuando el Gobierno de España aprobó los indultos, yo tenía una confianza en que contribuyera a la estabilidad y a la normalización política en Cataluña. Hoy tengo la certeza de que fue una buena decisión y que, por tanto, obedeció a un interés general, que es el interés por el que debemos, de alguna manera, velar no solo aquellos que tenemos el honor de liderar el país desde el Poder Ejecutivo sino también todas las fuerzas parlamentarias».
Noticias relacionadas
Ni Sánchez ni ningún miembro de su equipo ha pronunciado directamente hasta la fecha la palabra amnistía, a pesar de haber dado a entender una y otra vez que están dispuestos a aceptarla. La ambigüedad les permite, por un lado, no pillarse los dedos con los independentistas y, por otro, garantizarse una vía de escape en caso de que las conversaciones, fundamentalmente con Carles Puigdemont y Junts, fracasen y haya que volver a las urnas.
No es, a día de hoy, en todo caso, el escenario con el que Moncloa trabaja. En el entorno del presidente siguen mostrando confianza en que habrá investidura pese a sobresaltos como el que se vivió la semana pasada, cuando el Parlament de Cataluña aprobó la resolución de Junts y ERC que supeditaba su apoyo a que se den los pasos para hacer factible un referéndum sobre la independencia; o de interferencias como la votación que celebrará entre el 17 y el 23 el consell de la república, la organización presidida por Puigdemont y erigida en «autoridad nacional catalana», para decidir si hay que «bloquear» la formación de Gobierno. «Ese problema, si lo es, no es nuestro», advierte un dirigente socialista con peso en la negociación.
El jefe del Ejecutivo sigue allanando el camino a la iniciativa, sin nombrarla, con sus argumentos
Los socialistas rebajan las expectativas acerca de una reelección rápida en el mes de octubre
En Moncloa restan importancia a la votación del consell de la república sobre el apoyo al Gobierno
Lo que sí admiten en el PSOE es que quizá haya que rebajar las expectativas de una investidura rápida que permita tener Gobierno ya a principios de noviembre. Los propios Sánchez y Yolanda Díaz se dieron el miércoles hasta final de mes solo para cerrar su pacto a dos. Y este jueves el presidente esgrimió que hay «urgencia» para que España tenga pronto un Ejecutivo con capacidades plenas, pero también que las negociaciones son «complejas».
Lo que el PSOE busca no es superar una única votación para que su líder continúe en la Moncloa, sino algo más ambicioso y difícil. Sobre todo, si se tiene en cuenta que en el Congreso hay una mayoría contra PP y Vox pero no una mayoría progresista, y que la política económica del PNV y Junts dista mucho de la deseada por Sumar. «Tenemos entre todos que encontrar ese espacio de encuentro para arrancar esta legislatura y poder formar una mayoría parlamentaria que no solo nos dé una investidura –subrayó el presidente–, sino también la legislatura».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
25 artistas para descubrir y disfrutar en 2025
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.