Los ministros del PSOE opacan a los de Podemos

La situación más llamativa, sin embargo, es la del ministro de Universidades, Manuel Castells, que se encuentra de viaje en Los Ángeles durante toda esta semana para solucionar «asuntos personales». Desde su departamento, que todavía no ha terminado de ultimar la compra de equipamiento necesario y los detalles de logística para la puesta en marcha de la actividad diaria, explican que el objetivo de este desplazamiento era que Castells pudiera cerrar «su ocupación previa como profesor en la Escuela de Comunicación y Periodismo de la Universidad del Sur de California», país en el que lleva trabajando desde 1979. Pero desde que recibió su cartera, que criticó por estar desgajada del ministerio de Ciencia –«está vacía», llegó a bromear al ser fotografiado antes del primer Consejo de Ministros–, no ha participado en ningún acto público.

Las explicaciones no han convencido al Partido Popular que ha denunciado en el Congreso «la falta de información» respecto al viaje. Los populares quieren saber si, en ausencia de Castells, «se ha aprobado un real decreto de suplencia» por parte del presidente con el objetivo de cubrir las actividades ordinarias del ministerio o si su traslado ha corrido a cargo de los Presupuestos.

Menos kilómetros se ha desplazado el ministro de Consumo, Alberto Garzón, cuya agenda estos días se ha reducido a una aparición en televisión y a su asistencia ayer al homenaje por el centenario del nacimiento del poeta Marcos Ana, fallecido en 2016. Uno de los objetivos de su paso por el ministerio está centrado fundamentalmente en la regulación de las Casas de Apuestas a través de la aprobación de una norma más restrictiva, pero no parece ser una prioridad para el Ejecutivo de Sánchez, que aún no ha avanzado en ello. Garzón ya apuntó en una entrevista en LaSexta que para sacar adelante sus medidas –entre ellas, la regulación de la publicidad del juego– será necesario primero «hablar con todos los actores implicados», también con operadoras y empresas, que «puedan estar de acuerdo con un marco regulatorio». «No serán medidas que se adopten de forma unilateral», puntualizó. Su caso y el de Castells tienen como justificación que ambos se encuentran al frente de dos ministerios con escaso margen legislativo.

El vicepresidente segundo y ministro de Asuntos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, en cambio, tuvo una agenda algo más ajetreada esta semana. El miércoles se desplazó a las zonas afectadas por el temporal 'Gloria' en la Comunidad Valenciana, donde criticó «el modelo de crecimiento fundamentado en los pelotazos de la especulación urbanística» y lo puso en valor como objetivo de su departamento. Sin embargo, volvió a mostrar la limitación de su mandato cuando al ser preguntado por las medidas respondió que «ustedes saben que esa competencia de Desarrollo Sostenible corresponde a la vicepresidenta Teresa Ribera y tomará las decisiones que haya que tomar». Además de los nombramientos de sus secretarios de Estado y una entrevista televisada, la agenda de Iglesias no ha tenido más registros.

Unidas Podemos está intentando compensar sus tímidos primeros pasos dentro del Gobierno con el refuerzo de las apariciones en televisión sus ministros. Fieles a su filosofía de llegar al gran público a través de las ondas catódicas, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha llegado a protagonizar hasta tres entrevistas en distintas cadenas como plato fuerte de su agenda. La última se produjo el pasado jueves en TVE, donde adelantó que la primera medida de su departamento iba a ser poner en marcha la ley para el consentimiento explícito en las relaciones sexuales, conocida popularmente como «solo sí es sí».