El Parlament declara la independencia en Cataluña

Cuando la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha anunciado el inicio de la votación de dicha propuesta, pese al rechazo en bloque del resto de fuerzas en el hemiciclo, los diputados de Ciudadanos y PSC han abandonado el pleno entre gritos de "Viva Cataluña" y "Viva España". Poco después han seguido sus pasos los diputados del PPC, que han desplegado 'senyeras' y banderas españolas en su bancada antes de salir de una cámara semivacía en protesta por una votación que, han lamentado, "lo destroza todo".

La declaración de la independencia en el Parlament se produce un día después de que Carles Puigdemont estuviera a punto de convocar elecciones autonómicas y rebajar así la tensión, como le reclamaban algunas voces internas, aunque finalmente dio marcha atrás para anunciar que no disolvía el Parlamento catalán, que evitaba la convocatoria de elecciones anticipadas y que dejaba en manos de la Cámara catalana la respuesta a la aplicación del artículo 155, es decir la eventual declaración unilateral de independencia.

La votación en el Parlament catalán llegaba tras otra maratoniana jornada de retrasos, rifirrafes y escenificaciones simbólicas. El guion escrito por el Govern para escenificar la declaración de independencia ha incluido la imagen de más de 200 alcaldes soberanistas, que han acudido al auditorio del Parlament para apoyar la independencia ataviados con sus varas de alcalde. En un acto convocado por la Asociación Catalana de Municipios (ACM) y la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), los promotores han intervenido ante el auditorio y, tras los discursos, los alcaldes se han puesto en pie al grito de "independencia" mientras levantaban sus bastones de mando.

La otra imagen se ha desarrollado , donde miles de personas se han congregado desde primera hora de la mañana a la espera de que la Cámara catalana declarara la independencia de Cataluña. Convocados por la ANC y otras entidades independentistas, los manifestantes han sido instados a "rodear el Parlament", cuya sede amanecía esta mañana blindada por un espectacular dispositivo de la policía catalana y vigilada por varios helicópteros de las fuerzas de seguridad del Estado.

“Constituimos la República catalana, como Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social”. “Declaramos que Cataluña se convierte en un Estado independiente en forma de república”. Con la votación de hoy, las fuerzas secesionistas han consumado el desafío contra el Estado de derecho, la Constitución y el Estatuto de autonomía y por primera vez en la historia, la Cámara catalana, después de 40 años de democracia, declaraba la independencia, una proclamación que no tendrá efectos inmediatos, pues apenas 45 minutos después el pleno del Senado daba vía libre al Gobierno para aplicar el artículo 155 en Cataluña, lo que permite que el presidente del Gobierno aplique medidas como la destitución del presidente, Carles Puigdemont, y a todos los miembros de su Govern, así como limitar el Parlament o asumir el mando de los Mossos.

También tendrán que enfrentarse a la querella por rebelión que la Fiscalía General del Estado tiene previsto presentar el próximo lunes contra el Govern y la Mesa del Parlament en el Tribunal Supremo y el TSJC. Queda por concretar el número de personas contra las que se dirige la querella, aunque se da por hecho que incluirá a los miembros de la Mesa que han permitido la tramitación en el Parlament de la moción por la que se ha declarado la independencia.

Tras recibir la autorización del Senado para aplicar el 155, el Gobierno ha comenzado la reunión del Consejo de Ministros ordinario de los viernes, en la que está previsto que se aprueben ya muchas de las medidas del Ejecutivo al amparo del 155. Justo antes de la reunión, Mariano Rajoy reaccionaba al desafío del Parlament pidiendo tranquilidad a los ciudadanos y asegurando que "el Estado de Derecho restaurará la legalidad en Cataluña". También el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha expresado su "más profundo rechazo" ante "la imposición del bloque secesionista", mientras que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha criticado la decisión del Parlament pero también la aprobación del 155. Desde Ciudadanos, Albert Rivera ha advertido de que pondrán fin al "golpe a la democracia" del independentismo en las urnas.

A pesar de la amenaza de la Fiscalía, Junts pel Sí y la CUP, que tienen mayoría absoluta de escaños pero no de votos, han sacado adelante las dos propuestas de resolución, que declaran la independencia y abren el proceso constituyente para redactar una Carta Magna del nuevo Estado catalán, que abre ya negociaciones para conseguir el reconocimiento internacional. De las dos propuestas de resolución aprobadas por los dos grupos secesionistas, la parte declarativa, la que proclama la república independiente, forma parte del preámbulo y no se votaba, y la parte resolutiva es la que insta al Gobierno catalán a implementar la Ley de Transitoriedad y poner en marcha los cimientos de la república. La primera propuesta, votada en una urna de manera secreta para evitar las querellas de la Fiscalía, ha dado como resultado 70 votos a favor, 10 en contra y dos en blanco. La segunda: 71 a favor, ocho en contra y 3 abstenciones.

La parte del preámbulo, que forma parte de la declaración que los 72 diputados independentistas firmaron el pasado 10 de octubre, incluye once puntos, entre ellos "la asunción del mandato del pueblo de Cataluña expresado en el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre" para declarar la constitución de "la República catalana, como Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social".

Los grupos secesionistas instan además al Gobierno catalán a dictar todas las resoluciones necesarias para el desarrollo de las leyes de desconexión y a promover decretos, dotando personal a los servicios administrativos para la expedición jurídica y fundacional de la nacionalidad catalana. Para impulsar además la suscripción de un tratado de doble nacionalidad con el Reino de España y promover ante todos los estados el reconocimiento de la República catalana. Y establecer el régimen de integración a la administración catalana de todos los funcionarios y personal del Estado español que hasta ahora prestan sus servicios en la administración española. El texto insta también a promover la creación de un banco público de desarrollo y un Banco central de Cataluña, así como la creación de un inventario de bienes del Estado en Cataluña que pudieran ser susceptibles de cambio de titularidad. Y sobre todo, elaborar una propuesta de reparto de activos y pasivos con el Estado central.

Sobre el proceso constituyente, se insta al Govern a que active de manera inmediata todos los recursos para hacer efectivo el proceso constituyente que debe culminar con la redacción y aprobación de una Carta Magna catalana por parte del Parlamento catalán constituido en asamblea constituyente tras las elecciones constituyentes. Los diputados secesionistas reclaman al Gobierno catalán que en quince días constituyan el consejo asesor del proceso constituyente y convoque elecciones constituyentes una vez culminadas todas las fases constituyentes.