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Es una de las principales hemorragias demográficas de una provincia leonesa que vive un constante goteo de pérdida de población. Las cuencas mineras, con el progresivo declive de la actividad económica del carbón y toda la riqueza que generaba en torno a ella, han ido ... perdiendo peso económico y social.
Uno de los mayores reflejos para comprobarlo es el prisma demográfico. Y, como el algodón, no engaña: en 20 años, uno de cada cuatro habitantes de las cuencas mineras leonesas se ha ido de estas comarcas.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), los 60 municipios de la provincia que la propia Junta de Castilla y León incluye como 'municipios mineros', han perdido el 25,04% de la población que tenían en 2002.
Estos datos señalan que en aquel año, las cuencas eran pobladas por 105.315 leoneses, mientras que en la actualidad viven allí 78.940 personas, lo que supone un descenso de 26.375 habitantes en este periodo de dos décadas – los últimos datos actualizados del padrón por municipios datan del 1 de enero de 2022 -.
Esta pérdida poblacional es tan notoria que, comparándola con una sangría demográfica importante, como es la que vive la provincia leonesa, la de las cuencas es mucho más acentuada. En estos 20 años, la provincia ha perdido en 9,76% de su población, casi 16 puntos menos que las comarcas mineras.
No sólo eso, sino que la pérdida poblacional leonesa en este mismo periodo es de casi 50.000 personas (48.476) y más de la mitad, 26.375, pertenecen a estos municipios mineros.
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Dani González
Pero no en todos estos municipios esta evolución demográfica ha sido igual. Entre los casos más preocupantes en términos porcentuales, aparecen algunos que han perdido en 20 años casi a la mitad de su población.
Entre ellos destacan el caso de Crémenes (-43,2%), Murias de Paredes (42,9%), Las Omañas (41,92 %), Candín (41,4%), Igüeña (40,14 %), todos por encima de 40% de sangría demográfica. Pero cerca de ese porcentaje aparecen municipios con una enorme tradición minera y un peso poblacional hace escasas décadas como Villablino (-39,4%), La Pola de Gordón (39%), Palacios del Sil (38,5%) o Sabero (36,5%) que también han experimentado esta dura situación.
En cuanto a números totales, el municipio que más habitantes ha perdido es Villablino, con 5.250 vecinos menos en estos últimos 20 años, seguido de números también gruesos como los de Bembibre (-2.207), La Pola de Gordón (- 1.874), Fabero (1.393), La Robla (-1.278), Cistierna (-1.219) o Toreno (-1.073).
No todo son oscuros en estos datos, puesto que hay municipios incluídos en esta relación elaborada por la Junta de Castilla y León de municipios mineros que han ganado población: son tan sólo seis de un total de 60 ayuntamientos de esta lista.
Garrafe de Torío, apoyado en su cercanía con la ciudad de León, es el que más ha ganado, con un 36,4% más (+ 422 habitantes), con otro municipio en una situación similar también con 'superávit' demográfico, Cuadros, con un 18,44% más de población (+319 vecinos).
En esta relación aparece también Cubillos del Sil, con un 20,3% más de población (+302 vecinos), Santa Colomba de Somoza con un 19,7% de crecimiento poblacional (+87 vecinos), Valdepiélago con un 14,1% más (+62 vecinos) y Cacabelos, con un aumento del 1,2% (+58 vecinos).
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