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Laura Frías Alonso, ayudante del Museo de Palencia.
Laura Frías Alonso, ayudante del Museo de Palencia. Marta Moras

Laura Frías, arqueóloga

Los que se quedan
Un filón de comunidad en historia y patrimonio

Enamorada de su trabajo como museóloga, esta segoviana se ha aclimatado a las costumbres palentinas y aspira a un puesto como conservadora «siempre que sea en Castilla y León»

Viernes, 25 de octubre 2024, 08:14

De niña iba con frecuencia a coger níscalos a la tierra de sus abuelos y no había día que no preguntase a sus padres si podía acercarse al terreno de al lado. Ella quería buscar restos de piedras, vasijas o lo que apareciese. Aquella parcela vecina era la villa romana de Santa Lucía, de la que actualmente forma parte del equipo de investigación del yacimiento arqueológico de Aguilafuente, en Segovia. «Desde muy pequeña me gustó la historia», asegura Laura Frías con convicción. Por este motivo, estudió la Licenciatura en la Universidad Complutense de Madrid y continuó completando su formación con dos másteres, en Museología y en Recursos Patrimoniales y Turísticos. El 23 de septiembre de este año llevó bombones a las instalaciones de la plaza del Cordón número 1, cuando cumplió cinco años en el Museo de Palencia como ayudante de museo.

Se puede decir, además, que desde niña estuvo rodeada de historia, ya que a sus padres les encanta. «Mi padre es más de Grecia y Roma, mientras que a mi madre le gustan más los Comuneros o Sissi Emperatriz, digamos la historia romantizada», explica la segoviana Laura Frías.

Desde la ventana del despacho ve su edificio favorito de Palencia, que no es otro que la Catedral. «Me encanta ir allí a dar un paseo o disfrutar de las visitas guiadas cuando las ofrecen. El Trascoro es maravilloso, hecho por Juan de Ruesga, y el Retablo Mayor, con unas tallas y pinturas, de primer orden. Lo mejor del Renacimiento castellano está aquí, en Palencia, y es una pena que no se conozca más. Siempre se habla de León o Burgos, pero Palencia realmente tiene mucho que ofrecer», defiende.

Este año ha habido una excursión directa desde Aguilafuente hasta la tercera seo más grande de España. Esta visita se planeó desde el aula arqueológica de su tierra cuando aprobó las oposiciones, allá por 2019, pero la pandemia lo desbarató todo. «Les gustó bastante. Enseguida se completaron las inscripciones y vino un autobús entero a la capital palentina. También vimos el Museo de Palencia y dimos un paseo por la ciudad. La verdad es que acabaron encantados», reconoce.

«En Instagram pongo 'segoviana de nacimiento, aguilucha de corazón y palentina de adopción'»

Siempre lo tuvo claro: no quería salir de la comunidad. «Hice una oposición en Castilla y León porque quería quedarme, estar aquí. Además, nuestro patrimonio es muy rico y es importante ponerlo en valor. Tuve la suerte de que saliera una plaza y la aprobé a la primera», rememora. «Me presenté a la vez a ayudante de museos, que es mi puesto actual, y a conservador, que es un nivel más. Caí en el último examen de conservador y, con todo el disgusto, ese mismo día hice el último de ayudante de museos. Fue duro porque trabajaba y estudiaba a la vez, pero tengo que agradecer mucho a mi familia que me ayudó todo el tiempo», admite. La oposición salió convocada en octubre de 2018, hizo su primera prueba en marzo del año siguiente y la última, en junio.

Nada más aprobar, recibió dos regalos, un póster del Acueducto y otro del Alcázar de Segovia. Ambos, junto con otro que anuncia unas fiestas pasadas de Aguilafuente, cuelgan en su despacho. Su labor en el Museo de Palencia se centra en la catalogación, investigación, estudio y difusión de la colección del centro, tanto de la exposición permanente como de las piezas que descansan en los almacenes. Además, ayuda en la organización y montaje de las muestras temporales. «Es un trabajo muy entretenido y variado. En un día, puedes estar toda la mañana leyendo artículos o buscando ilustraciones en libros de piezas semejantes a las tuyas para montar una exposición o revisar mil fragmentos de cerámica a ver si está bien inventariado», resume.

Tiene clara la importancia del Museo de Palencia. «A lo mejor está un poco mal que lo diga yo, pero es el mejor de Castilla y León a nivel arqueológico. Es verdad que como museo provincial nos falta la parte de bellas artes y de etnografía, pero a nivel arqueológico es de lo mejor que se puede encontrar», afirma. «Tenemos muchísimo espacio expositivo, tres plantas, con muchas vitrinas y muchas piezas expuestas. Quizá otros museos no tienen esa suerte, aun teniendo esa cantidad de piezas no tienen ese espacio que nosotros sí que tenemos. El edificio es maravilloso, no se está aprovechando uno antiguo sino que es nuevo», agrega, a la vez que subraya que el centro museístico goza actualmente de una nueva adquisición, nada menos que una tabla de Pedro Berruguete, procedente del retablo de la parroquia de Santa María de Frechilla en la provincia palentina. «Ahora mismo estamos en la preparación de esa exposición para exponerla en la sala», comenta.

«Nuestro patrimonio es muy rico y es importante ponerlo en valor»

Tras la Catedral y el Museo de Palencia, sus lugares favoritos de su nuevo hogar están al norte de la provincia. Sin olvidarse de las villas romanas de La Tejada y La Olmeda, «que son increíbles», reconoce que «me tira el norte. «Soy una enamorada del Románico, de toda la zona de Aguilar de Campoo y es que Moarves de Ojeda es maravilloso», sentencia. La Montaña Palentina también le llama mucho porque es uno de sus lugares preferidos para hacer senderismo.

Palencia es su nuevo hogar porque ella misma reconoce que «es mi ciudad». «En Instagram pongo 'segoviana de nacimiento, aguilucha de corazón y palentina de adopción'. Porque aquí es donde vivo y me gusta», explica, aunque sea incapaz de comer menestra, uno de los platos más característicos locales. Lo que sí que adora es las patatas a la importancia, otro manjar gastronómico muy típico de aquí, «aunque mi madre las hacía de rechupete antes de venirme a vivir», reconoce, entre risas.

Ella tiene claro que en un futuro hará las maletas y volverá a su casa. «Mi intención es retornar a Segovia. Estoy muy bien en Palencia, pero mi familia y amigos están allí y mis proyectos de investigación, también. Codirijo una excavación arqueológica en un yacimiento y soy parte del equipo de investigación de otros tres yacimientos» señala. Además, algún día repetirá la oposición de conservador, aunque salgan muy pocas plazas y con muchos años de diferencia. «Pero siempre con la idea de seguir en Castilla y León», concluye.

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