Varios testigos reconocen a uno de los acusados y la pareja de la víctima declara que «fue a León a ver a un hombre»

Varios testigos han reconocido con claridad a F.M.M.F. como uno de los implicados. Hasta tres declaraciones, desde diferentes puntos de la calle en la que tuvieron lugar los hechos, reconocen haber visto al hombre huir de la escena con una pistola. Una de las vecinas, que tenía las ventanas de su casa enfrente del portal de la supuesta vivienda de los acusados, ha explicado cómo salió a la ventana cuando escuchó disparos y «vi a tres hombres, que eran mis vecinos corriendo y uno de ellos llevaba la pistola en la mano».

La testigo recuerda que «ellos iban a entrar a su portal, llamaba para que les abrieran y uno dijo 'lo he matado, lo he matado' al poco rato salieron y se marcharon en uno de sus coches». Tras ver las imágenes de las ruedas de reconocimiento y volver a verles en la sala a través de una videoconferencia ha reconocido a F.M.M.F. como la persona que empuñaba el arma. Más dudas se desprenden del reconocimiento de M.M.F. de quien asegura que «podría ser él, pero había dos hermanos que se parecían mucho».

Otro de los testigos, un Guardia Civil que se encontraba de viaje en León y estaba fuera de servicio, vio a un hombre correr y a otro tras él cuando esperaba en el interior de su vehículo en una calle perpendicular a los hechos. El relato coincide con la huida que presenciaron los otros testigos en el que, presuntamente, F.M.M.F. huía del lugar «con la pistola en la mano y apuntando en dirección contraria a la que corría».

Aparece en este momento en el relato, otra persona que portaba una escopeta. Se trata de J. F., hermano del fallecido y que murió por problemas de salud en 2013. El varón «portaba una escopeta que parecía una recortada y lo hacía en actitud defensiva». Unas palabras que el Guardia Civil ha aclarado ya que en su momento sólo declaró que hizo un «reconocimiento con la escopeta» en dirección donde había huido el presunto asesino. Ahora el testigo «y tras la experiencia de los años» concluye que su actitud era defensiva.

Los testigos relatan que junto a la víctima había otro hombre. «Me acerqué allí y vi un cuerpo en el suelo y el otro hombre decía 'me han matado a mi hermano, me lo han matao'», aseguró en su declaración uno de los testigos. Entre la reconstrucción particular de los hechos de cada uno de los testigos también le ha tocado el turno a los hermanos y la familia de la víctima.

Unas declaraciones muy similares que van en la misma línea. «Estaba en el mercado en Moraleja», han asegurado en turnos diferentes uno de los hermanos del fallecido, del cual se encontró ADN en una peluca que había en uno de los coches con los que llegaron a León, la mujer del otro hermano que estaba con la escopeta y la pareja del fallecido.

Ante las preguntas del motivo por el cual la víctima vino a León, han explicado que «por género para vender en el mercado», todo menos la pareja sentimental quien ha insistido en que «él tenía parejas hombres, una en León y otra en Leganés y vino a verle». Asegura que se enteró del crimen por los medios de comunicación y que en ningún caso su cuñado o demás familia le explicó que había pasado: «nadie hablaba de ello».

Unas declaraciones que contrarrestaron con las llamadas de teléfono de la mujer de la víctima y su madre en las que ella asegura el 7 de diciembre, un mes después del crimen, que el hermano de la víctima podría quedar en prisión preventiva durante años. Le cuenta que habló con él y estaba «muy indignado» porque habían estado «durante seis meses buscándoles como perros». La mujer relata en esa llamada, como su pareja «fue el primero en disparar y luego los otros se separaron, pero habían cargado la escopeta con balas y no con postas».