La 'Unidad de Aviones No Tripulados' UAV PASI deja La Virgen y podría ser disuelta

Las ordenes son claras: «El 30 de septiembre tenemos que tener todo en cajas y limpio para irnos a la Base Conde de Gazola». Con esta contundente frase el teniente coronel jefe Unidad del Grosa IV/1 trasmitía a soldados de la citada unidad su futuro en la Unidad de Aviones No Tripulados de Reconocimiento (UAV PASI) del Ejército de Tierra. Y allí, ni un vuelo, ni una opción real de desarrollar la actividad propia de la unidad.

La decisión se toma después de que Ejército del Aire decidiera no renovar el contrato que finalizará en esa fecha para que el Sistema UAV-PASI, cuyo modelo de dron es el Searcher MK-III-J, siga activo desde el aeródromo militar de la Virgen del Camino.

Fuentes consultadas señalan que el último día de septiembre todo el material de la unidad de drones del Ejército de Tierra deberá estar «perfectamente empaquetado para trasladarlo a la Base Conde de Gazola de Ferral del Bernesga« y las instalaciones de la Base Aérea de La Virgen del Camino en perfecto estado de revista para devolverlas a su propietario, el Ejército del Aire.

Actualmente la unidad Grosa IV/1 no dispone de un plan de Instrucción y Adiestramiento definido para este 2021 más allá de una marcha táctica en el Camino de Santiago por lo que todos los vuelos con el Searcher MK-II-J han quedado suspendidos en previsión de una presumible disolución de la Unidad UAV-PASI pionera en España en vuelos con naves no tripuladas.

Según fuentes del Ejército de Tierra consultadas por leonoticias todas aquellas colaboraciones que la unidad Grosa IV/1 tenía previstas tanto con la Universidad de León para la búsqueda de ruinas romanas como con la UME en la localización de incendios forestales quedan suspendidas por tiempo indefinido. El convenio que se firmaba anualmente con la Junta de Castilla y León para la localización de incendios forestales tampoco se ha firmado en el actual ejercicio.

A pesar de que a finales de 2020 y principios de 2021 se firmó un nuevo contrato con el fabricante para la ampliación de la vida del sistema y de mantenimiento de este, de entorno a tres millones de euros, al no realizar practicas de vuelo, -despegues y aterrizajes- con el Searcher MK-III-J, los pilotos no renovarán las certificaciones de vuelo y no se podrán impartir cursos de formación para nuevos pilotos.

Ya en junio de 2020 se barajaron opciones de traslado de la de la Unidad Grosa IV/1 a Logroño o Valencia no llevándose a cabo finalmente por cuestiones presupuestarias.

En cuanto al personal se refiere la Unidad Grosa IV/1 se ha visto reducida en torno a un 30% de efectivos como consecuencia de las innumerables peticiones de destino por parte de sus componentes fuera de la misma por la incertidumbre vivida durante el último año, pasando de 150 hombres y mujeres a tan solo el cien en la actualidad.

Si alguien no pone remedio a este desmantelamiento todo parece indicar que el periplo de la unidad Grosa IV/1, que ha pasado por la Base Conde de Gazola, Pajares de los Oteros y ahora el aeródromo de la Virgen del Camino, para volver a Ferral del Bernesga, esta llegando a su fin hasta su «muerte por inanición» según indican componentes de la unidad.