Solemnidad para recordar a los que se fueron

El día de Todos los Santos amanece triste y nublado, como si el cielo también llorase la pérdida de los seres queridos que a lo largo de los años han dejado este mundo. Una fecha marcada en el calendario de muchos y en la que miles de desplazamientos se llevan a cabo en forma de peregrinar para recordar a quienes ya no están.

Un año en el que los recuerdos duelen, en muchas ocasiones más que nunca, y que por el contrario ha sido la fecha en la que los cementerios han recibido menos visitas. La crisis sanitaria, la prudencia de muchos, el adelanto de la visita al camposanto o el cierre de las entradas y salidas de la comunidad han sido los motivos por los que este año el cementerio ha recibido a menos leoneses que nunca.

Las medidas de seguridad y control de aforo han estado presentes en el cementerio de la capital leonesa, así como en todos los de la provincia, pero no han sido necesarias ya que la afluencia ha sido mayor que este sábado, pero «muy baja» para ser el día de Todos los Santos.

Muchos también han podido despedirse de este modo de quienes se llevó la covid durante los meses pasados y por la crisis sanitaria no pudieron ser despedidos como los familiares hubieran querido. León contabiliza 592 fallecidos en los centros asistenciales de la provincia y 512 en las residencias de personas mayores.

Muchos de ellos no pudieron celebrar un funeral y algunos lo hicieron con aforos muy limitados, una despedida que se convierte en necesaria y que este 1 de noviembre ha podido dar alivio al dolor de la pérdida.

El día de Todos los Santos ha estado marcado este año por la distancia, las mascarillas y el recuerdo de los que no están, aunque en muchos casos ha sido desde casa.